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4 historias sobre los negocios de Hunter y Joe Biden ignoradas por los grandes medios

Hunter y Joe Biden, fiscal especial,CEFC, socios comerciales de Hunter

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Ayer por la noche la Corte Suprema de los EE. UU. rechazó los esfuerzos legales de Texas —apoyados por otros 17 estados— que tenía por objetivo retrasar el nombramiento de los electores presidenciales en Georgia, Pensilvania, Michigan y Wisconsin mientras se investigan las pruebas del «fraude electoral». Un revés gigante para el equipo legal del presidente Trump que, prácticamente, define las batallas legales en favor del demócrata Joe Biden.  

Así que, con los conteos favorables al Partido Demócrata —y los esfuerzos legales del bando republicano muy debilitados—, es muy importante identificar los momentos en los que se definió esta elección. Tanto en las decisiones políticas como en la opinión pública hay algo que debe analizarse —en esta última— con mucho detenimiento: cómo los medios, sistemáticamente, ignoraron las historias relacionadas a los negocios turbios de Hunter y Joe Biden.

La gran historia del New York Post en relación a Hunter y Joe Biden

Si bien no fue la primera historia en hechos cronológicos, fue la más seria y contundente —hasta la fecha— en relación a los negocios de Hunter Biden en el extranjero.

El tradicional medio neoyorquino, uno de los más longevos del país, publicó un artículo el pasado 14 de octubre relevando mensajes por correo donde se demuestra que Hunter Biden presentó a su padre —el entonces vicepresidente Joe Biden— a un alto ejecutivo de la empresa energética ucraniana Burisma. Todo esto a menos de un año de que Joe Biden presionara a los funcionarios del Gobierno de Ucrania para que despidieran a un fiscal que investigaba a dicha empresa.

La historia tenía muchos condimentos para ser explotada, no solo por el hecho de que el hijo del exvicepresidente y candidato presidencial estaba involucrado con una empresa con nexos corruptos, sino por todo el contexto: el país estaba a escasos días de celebrar unas elecciones presidenciales.  

Gran parte de la prensa nacional e internacional, se concentró en ignorar o en descalificar la investigación del New York Post. Se prestó más atención en quién proporcionó el disco duro de donde se sacaron los correos, que en el contenido de los mismos.

Según el Post, los correos electrónicos fueron obtenidos del disco duro de un ordenador que Hunter Biden habría dejado reparando en un comercio de Wilmington (Delaware) en abril de 2019 y que nunca terminó retirando. El dueño del establecimiento, en teoría, realizó una copia del disco duro y se lo proporcionó a un abogado de Giuliani y exasesor de Trump, Steve Bannon.

Este origen dio pie a que muchos descalificaran la historia del New York Post como falsa, infundada o propaganda de extrema derecha. Pero los hechos, y el inexorable juez que es el tiempo, le dieron la razón al medio conservador que tuvo la valentía de publicar el artículo sin importar la descalificación mediática que se le avecinaba.

Hunter, Biden, Obama
Expresidente Barack Obama, próximo presidente Joe Biden y Hunter Biden (Efe)
La censura del Big Tech al New York Post

Twitter y Facebook también fueron piezas importantes en estos comicios, pues actuaron abiertamente en favor de uno de los bandos: el demócrata.

Horas después de que el Post publicara la historia de los correos relacionados a Hunter y Joe Biden; las redes sociales, en especial Twitter y Facebook, censuraron abiertamente la misma o, en su defecto, pegaron una etiqueta de advertencia.

Twitter fue más allá y no dejaba que la historia del Post se difundiera y la razón era porque, supuestamente, la recolección de los correos violaba sus normas de seguridad. Pues, según Twitter, el artículo del New York Post se basaba en una obtención de forma «pirateada» del contenido y que, además, incluía «información personal».

Esto por supuesto es un sinsentido. De hecho, el CEO de Twitter, Jack Dorsey, fue expuesto en el Senado de los EE. UU. por el senador Ted Cruz. Al mismo tiempo, la propia plataforma quedó retratada por censurar la historia del Post sobre Hunter Biden, pero permitiendo la difusión de la investigación del New York Times sobre los impuestos de Trump donde, vale recalcar, los datos sí fueron obtenidos mediante unas declaraciones fiscales privadas. Allí no importó cómo se consiguió la información.

Más allá de que Twitter haya torpedeado la difusión de la historia, parece que el efecto que generó fue justamente el contrario: la gente leyó más la historia de Hunter.

Pero, al mismo tiempo, hubo un tema particular que pocos medios se atrevieron a señalar: la censura del Big Tech que jugó a favor de Joe Biden.

Los grandes medios masivos —afines a los demócratas— no se solidarizaron con el New York Post, al contrario, así como hicieron caso omiso a la historia de Hunter y Joe Biden con los correos electrónicos, hicieron lo propio con la abierta censura a uno de los medios más longevos de los Estados Unidos.

Los primeros informes sobre la investigación del FBI a Hunter Biden

Sí, ahora sí los medios le dan cobertura a la oficialización de la investigación contra Hunter Biden. Según los informes, Hunter Biden negoció un contrato con el grupo energético chino llamada CEFC China Energy —una empresa con vínculos con el Ejército Popular de Liberación— para invertir productos energéticos en Estados Unidos.

Lo que la fiscalía federal estudia es si el hijo del exvicepresidente, y sus socios, violaron leyes de impuestos y lavado de dinero durante sus negocios en el extranjero.

Pero no es algo nuevo, antes de las elecciones ya había informaciones sobre este tema, y fueron de nuevo, sistemáticamente ignoradas.

Hay que irse al 30 de octubre pasado, cuando uno de los periodistas del Sinclair Broadcast Group, James Rosen, compartió una noticia exclusiva en su cuenta en Twitter explicando que funcionarios del Departamento de Justicia confirmaron que en 2019 el FBI abrió la investigación contra Hunter y asociados. Además, los informes habían señalado que la investigación seguía abierta y activa.

Según Rosen, Tony Bobulinski —un exsocio de Hunter— le reveló al Sinclair Broadcast Group que fue interrogado el 23 de octubre por el FBI durante cinco horas. Además, fue incluido como «testigo material» en una investigación en desarrollo que está enfocada en Hunter Biden y sus socios comerciales.

Pero los medios desestimaron la historia, en The Washington Post, de hecho, se publicó un análisis titulado «Hemos llegado a la etapa de la campaña de Tony Bobulinski».

El artículo sugiere que «Si el antiguo socio del hijo de tu oponente no puede darle la vuelta a tu campaña, ¿qué puede?», explicando, básicamente, que los escándalos del hijo de Biden son explotados como una estrategia electoral más que otra cosa. Bueno, bajo esa lógica y yendo a su contraparte, la supresión de la propia historia vaya que es una jugada electoral.

Es curioso, pues en el mismo artículo se admite la falta de predisposición por cubrir la historia: «Los defensores de Trump argumentarán que los votantes no saben el nombre de Bobulinski porque la mayoría de los medios de comunicación no se han sumergido lo suficiente en la historia como para cubrir ese nivel de matices. Lo cual es en gran parte cierto, en parte porque la mayoría de los medios de comunicación (incluyendo, al principio, Fox News) no estaban dispuestos a cubrir las acusaciones iniciales reportadas por el New York Post dada la incapacidad de acceder y verificar el material».  

El párrafo anterior demuestra inequívocamente cómo los medios —mayormente afines a la tendencia liberal americana— no tuvieron el interés de cubrir la historia. Dan la excusa de que no tuvieron capacidad de acceder o verificar el material publicado, pero, ¿acaso cada vez que un diario da una exclusiva importante —con documentos adjuntos— no es replicada?

El Post mostró pruebas y, con el correr de los días, se demostró que estaba en el camino correcto. La decisión de los medios de ignorarla fue más política que otra cosa, pues pudieron optar por cubrirla poniendo en duda el testimonio o la información, pero eligieron ignorarla, suprimirla.

El esquema comercial donde Hunter promociona una relación de Joe Biden

El hijo mayor de Biden, en un esquema comercial presentado por su consorcio a CEFC China Energy, promocionó la relación del exvicepresidente de los Estados Unidos con el expresidente colombiano Juan Manuel Santos. En un intento para que la empresa china invirtiera e ingresara en el mercado latinoamericano a través de Colombia.

Según el Daily Caller, el grupo de socios de Hunter Biden buscó llegar a un acuerdo de inversión por USD $10.000.000 con la CEFC China Energy. Por ello realizaron la propuesta comercial donde, directamente, se promocionó la estrecha y gran relación de Biden con Santos.


Documento en SCRIBD donde se puede leer todo el esquema de inversión que involucra y relaciona a Hunter Biden y su consorcio con la empresa CEFC China Energy y se promociona “la estrecha relación” entre Joe Biden y Juan Manuel Santos para lograr que la empresa china invirtiera.

El documento recordó, entre otras cosas, la visita del presidente Santos a Washington en 2013; el apoyo de la administración Obama al acuerdo de paz con los terroristas de las FARC —incluyendo el acompañamiento de Biden en el proceso— y también cómo el Gobierno estadounidense había enfocado su política exterior en América Latina para “mejorar las relaciones” con la región.

La historia, también fue ignorada en los grandes medios liberales americanos.

Conclusión

«Un estudio publicado en MRC News Busters detalló cómo un 17 % aproximado de 1.750 votantes de Biden en estados péndulos habrían cambiado su intención de voto con una cobertura menos parcializada en los medios de prensa», se lee una entrega anterior de El American.  

The Polling Company arrojó que una gran mayoría (82 %) de los que votaron por Biden desconocían al menos unos 8 temas sepultados por los medios de prensa vinculados a las elecciones presidenciales. El 5 % dijo que no conocía los 8 temas utilizados para la encuesta. Uno de estos temas eran los negocios de Hunter Biden en el extranjero.

«Esta falta de información resultó ser crucial: uno de cada seis votantes de Biden que encuestamos (17 %) dijo que habrían abandonado al candidato demócrata si hubieran sabido los hechos sobre una o más de estas noticias», se lee en el estudio.

La conclusión es clara: los medios masivos liberales ignoraron sistemáticamente historias relacionadas con Hunter y Joe Biden. Y eso es inaceptable, pues fallaron a los estadounidenses al momento de presentar las noticias.

Es difícil asegurar si, con un trato más ecuánime y objetivo, esto habría cambiando el rumbo electoral. Pero esto permitirá hacer un análisis y una evaluación más clara del rol de los medios masivos, y cómo de ahora en más hay que leerlos: sin carta libre y con mucho cuidado. Teniendo en cuenta que existen medios alternativos y confiables dispuestos a relatar historias con veracidad.

Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.

Contacto: [email protected]

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