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Los inmigrantes ilegales, eventualmente, abrumarán el sistema de protección fronteriza americano. En enero, reveló el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza, las autoridades migratorias de USA realizaron 78,000 arrestos en la frontera sur. La cifra representa un aumento del 6 % respecto a diciembre del año pasado, reporta The Wall Street Journal (WSJ).
Lo preocupante no es tanto la cifra por sí sola, sino el hecho de que esta ha sido la más alta registrada por las autoridades migratorias en más de una década. La combinación de inmigrantes ilegales se mantuvo en gran medida estable con respecto a los meses anteriores, con adultos solteros de México que representan la mayoría de los arrestos, y aumentaron las familias y niños no acompañados.
Reporta el WSJ que las autoridades informaron que los traficantes en la región tienen intenciones de aumentar las actividades ilícitas en vista de que las políticas migratorias de Biden serán mucho menos estrictas que las del expresidente Donald Trump. Los traficantes, comenta el diario, les han estado diciendo a los inmigrantes que la administración Biden-Harris probablemente les permitiría permanecer en USA.
El paso de los inmigrantes ilegales ha aumentado radicalmente desde la llegada de Biden a la Casa Blanca en enero. Raúl Ortiz, subjefe de la Patrulla Fronteriza, reveló que en los últimos días los agentes han arrestado diariamente a unos 3,000 inmigrantes ilegales.
El aumento de estos cruces fronterizos se produce a raíz de un cambio en la ley mexicana que ha obligado a las autoridades de inmigración de Estados Unidos a liberar a algunas familias solicitantes de asilo, lo que la administración Biden-Harris esperaba evitar.
Los funcionarios de inmigración se han estado preparando para una afluencia de inmigrantes ilegales, incluidas familias y niños no acompañados. El martes, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza informó que reabrió un complejo de carpas para procesar a los inmigrantes que no pueden ser devueltos rápidamente en el Valle del Río Grande, la región de cruce más transitada a lo largo de la frontera. También se reabrió un refugio de emergencia para albergar a niños inmigrantes no acompañados en Carrizo Springs, Texas.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el miércoles que por ahora la nueva administración planea mantener una política de emergencia de salud pública en la frontera. Esa política permite que las autoridades de inmigración devuelvan rápidamente a México a casi todos los inmigrantes ilegales atrapados cruzando la frontera antes de que tuvieran la oportunidad de pedir refugio en USA. «Ahora no es el momento de venir, y la gran mayoría de la gente será rechazada», dijo Psaki.
La funcionaria afirmó que la administración Biden-Harris no ha tenido el tiempo para poner en marcha un «proceso integral y humano para procesar a las personas que llegan a la frontera». Aseveró, además, que los procesos de asilo en la frontera no se producirán de inmediato y tomará tiempo implementarlos
En menos de un mes Biden rompió una de sus promesas: no deportar inmigrantes ilegales
En El American reportamos que desde el inicio de la administración Biden-Harris 300 inmigrantes han sido deportados. Funcionarios de Honduras confirmaron que 131 personas iban a bordo de un vuelo de deportación. Otro vuelo que llegó a Guatemala llevaba 138 personas, y se calcula que 30 personas más también llegaron a este país.
Dos expertos en leyes dijeron a AP que, sin importar la orden del juez sobre la moratoria a las deportaciones, el ICE podría liberar a inmigrantes con órdenes de deportación, mantener gente detenida o demorar de alguna otra forma el proceso de deportación.
Rafael Valera, Venezuelan, student of Political Science, political exile in São Paulo, Brazil since 2017 // Rafael Valera, venezolano, es estudiante de Ciencias Políticas y exiliado político en São Paulo, Brasil desde 2017