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En la política internacional nada ocurre por casualidad, los pasos dados por los gobernantes en determinadas instancias van siempre acompañados de una estrategia elaborada para proteger sus intereses, o los de aquellos a quienes puede considerar socios estratégicos, comerciales, o incluso, ideológicos.
El mismo día que los cubanos decidieron levantarse para salir a luchar contra la tiranía que los somete desde hace más de 60 años, la administración del demócrata Joe Biden, ha decidido levantar las sanciones para “ciertas transacciones relacionadas con la exportación o reexportación de gas licuado de petróleo” al principal socio de la tiranía cubana: Nicolás Maduro.
Con esta acción el presidente de Estados Unidos no solo le asegura al régimen venezolano un nuevo flujo de ingresos para perpetuar su régimen dictatorial, sino que a su vez de forma indirecta financia al castrismo, pues es bien conocido por todos que durante las últimas décadas el Partido Comunista de Cuba y su escuadrón de terror se mantuvo en pie gracias a los regalos multimillonarios de dólares y petróleo por parte del chavismo.
La decisión tomada por el gobierno de Estados Unidos bajo el mando de Joe Biden no debería sorprender a quienes hemos hecho un seguimiento exhaustivo a las políticas demócratas en los últimos años, cada vez más inclinados a la izquierda radical.
De hecho, antes de salir de la Casa Blanca en el año 2017, la administración de Barack Obama, de la cual el actual presidente fungió como vicepresidente, decidió eliminar el beneficio migratorio de “pies secos, pies mojados”, según el cual todos los cubanos que pisaran territorio americano tenían el derecho a permanecer en el país, un favor político que fue saludado y agradecido por el castrismo, pues la imagen de su régimen se ensombrecía por la huida constante de cubanos que se aventuraban al mar en embarcaciones precarias, sin alimentos, sin agua, con la amenaza de los tiburones, con tal de escapar del socialismo y llegar a tierra libre.
El mensaje durante los más de veinte años que duró en vigor dicha política era muy claro: los cubanos preferían arriesgar sus vidas y morir en el mar, antes que seguir viviendo bajo el sistema socialista.
Hoy por una parte el presidente de Estados Unidos lanza un comunicado diplomático en el que dice apoyar a los cubanos en “su clamor por la libertad”, pero mientras tanto, y casi de forma simultánea, sale el comunicado del departamento del Tesoro que alimentará las cuentas bancarias de quienes han aplastado las libertades de venezolanos y cubanos durante décadas.
En Cuba pasaron casi tres décadas para que las personas volvieran a salir a las calles de forma decidida a confrontar a la tiranía castrista, durante muchos años los intentos por despertar una rebelión civil contra el totalitarismo se vio ahogada por las desapariciones, torturas y encarcelamiento a todo el que pensara diferente, un escenario similar al que se vive actualmente en Venezuela.
Mientras se escribe este artículo han dado por detenidos o desaparecidos a 57 personas en Cuba, esto apenas en el transcurso de 24 horas; es la política del terror y atosigamiento con la que se ha mantenido en pie una de las tiranías más longevas del planeta tierra.
Es una burla, una falta de respeto, una acción de una crueldad tremenda, que el día que los cubanos se armaron de valor para luchar contra las armas del régimen castrista, Estados Unidos envíe un mensaje de aliento a los socios del régimen que los aplasta.
Los cubanos, los venezolanos, y toda la comunidad latina en Estados Unidos, además de toda persona que abogue por la libertad absoluta de todos los hombres y mujeres en el mundo, y que se oponga a las dictaduras que aplastan a sus ciudadanos y los condenan al hambre, la miseria y la muerte, debe condenar las políticas emanadas por las autoridades americanas que benefician a las tiranías de Cuba y Venezuela, y que dificulta la lucha de sus ciudadanos por ser libres.
Quienes tienen derecho al voto en Estados Unidos deberían recordar estas acciones la próxima vez que tengan la oportunidad de elegir las autoridades estatales o federales de la nación más importante del mundo. Quienes alimentan y negocian con tiranos, no están moralmente facultados para liderar naciones libres.
Emmanuel Rincón is a lawyer, writer, novelist and essayist. He has won several international literary awards. He is Editor-at-large at El American // Emmanuel Rincón es abogado, escritor, novelista y ensayista. Ganador de diversos premios literarios internacionales. Es editor-at-large en El American
Se robaron las elecciones.