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La debacle de Afganistán es un recordatorio: usted no estará seguro con Estados Unidos radicalizado a la izquierda

La heroica operación «Pineapple Express» que salvó cientos de vidas de aliados afganos

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Durante el 2020 ocurrió un fenómeno político bastante particular, dos candidatos se enfrentaban para definir la presidencia de Estados Unidos, se trataba de Joe Biden por el Partido Demócrata, y Donald Trump por el Partido Republicano, pero lo que debía ser una elección entre el pueblo americano, se convirtió en una especie de elección mundial, con activistas políticos, pensadores, escritores, periodistas y twitteros debatiendo día y noche sobre las elecciones americanas y tratando de influir en la mayor cantidad de personas con derecho al voto en Estados Unidos para favorecer a uno u otro candidato.

Gran parte de la comunidad latina —a excepción de los mexicanos—, en su mayoría aplastados por regímenes colectivistas y socialistas se movilizaron a favor de Donald Trump asustados por el radicalismo del nuevo Partido Demócrata y viendo en Joe Biden un candidato bastante dócil y permisivo con los regímenes totalitarios del mundo, tomando en cuenta además el compañerismo que había existido en el pasado entre la administración Obama —de la que Biden fue vicepresidente—, con la tiranía castrista en Cuba.

El expresidente demócrata Barack Obama junto al tírano Raúl Castro (Twitter)

Quienes han escapado de países destrozados por el socialismo se tomaron sumamente personal la contienda electoral de Estados Unidos y se sumergieron en intensos debates para tratar de explicarle al mundo lo que ocurriría en la primera potencia de ganar Joe Biden la presidencia con este nuevo Partido Demócrata ya casi transformado en el “Partido Socialista de América”; sin embargo los esfuerzos de esas personas fueron en vano, tras un 3 de noviembre en el que parecía que Trump repetiría mandato en la Casa Blanca, el día posterior los números comenzaron a favorecer a Biden, y finalmente se decretó —ante continuas acusaciones de fraude por parte de Trump que nunca terminaron de concretarse— que Joe Biden sería el nuevo presidente de Estados Unidos.

Han pasado siete meses desde la toma del poder del señor Biden y lo que muchos predijeron se ha cumplido, Estados Unidos se encuentra atravesando una de las peores crisis políticas, económicas y diplomáticas en su historia; numerosos países han levantado protestas por la unilateral decisión de Biden de sacar el ejército de Afganistán y dejar el poder al talibán; en la frontera sur se ha disparado la mayor crisis migratoria en décadas; la inflación sube como la espuma, la deuda pública crece cada vez más, y por si fuera poco, Biden se niega a responder preguntas a la prensa. Sí, todo esto ha ocurrido en menos de un año.

El presidente Joe Biden (EFE)

La crisis política de Estados Unidos afecta a todo el mundo

Ahora bien, quienes advirtieron que esto ocurriría no hace falta explicarles nada, pero hay una mitad del país que sigue sin entender, que tiene su cerebro y sus emociones fuertemente comprometidas con la propaganda distribuida por CNN y que ha sucumbido ante el nuevo totalitarismo woke que se esparce por las calles de Estados Unidos.

Ya lo sabemos, en la primera potencia del mundo se ha venido librando una guerra cultural desde hace décadas para destrozar los cimientos fundacionales del país, para acabar con el legado de Washington, Jefferson, Adams y compañía, y edificar el nuevo muro de resistencia marxista en el norte de América; sin embargo a muchos los llamaron locos, esquizofrénicos, teóricos conspirativos, entre otros términos peyorativos, y muy probablemente los seguirán tildando así, porque quienes lo hacen son los mismos que impulsan la idea de una nueva América “igualitaria” y socialista, donde todo el poder lo tienen los políticos y los ciudadanos son sus esclavos; bienvenidos a la sovietización de América.

Culture War: Los socialistas ven a los ciudadanos como súbditos naturales
Un manifestante sostiene un cartel que dice socialismo o barbarismo (Archivo)

Lo sé porque yo ya viví esta historia, en Venezuela nunca creyeron que llegaríamos a estar peor que Cuba, incluso cuando comenzó a desaparecer la comida de los supermercados y empezaron a colocar carteles que decían “solo puede llevar una azúcar por familia”, todavía muchos decían que jamás llegaríamos al nivel de atraso de los paraísos socialistas, y así fue pasando el tiempo; la mayoría de venezolanos hasta que no sintieron la bota militar aplastándole el cerebro no comprendieron que desde hace años habían entregado sus libertades, pero ya era demasiado tarde.

Estados Unidos, la antigua tierra de libertades, se ha ido convirtiendo de a poco en tierra de restricciones, y si no me creen se lo pueden consultar a los californianos y neoyorquinos. Probablemente en la todavía nación capitalista no veremos escasez de alimentos en los supermercados en el corto plazo, pero ya hemos visto falta de combustible en las estaciones, una intervención atroz de la economía, unos planes tributarios por parte del Partido Demócrata que aspira a decomisar a los ciudadanos la mitad de sus ingresos, y por supuesto, también hemos visto últimamente a los gobiernos de Obama y Biden abrazarse o ceder ante los terroristas y opresores del mundo.

A medida que la nación americana se vaya autodestruyendo, que su economía se derrumbe, que su población se mantenga confundida y perdiendo el sentido de patriotismo, más retrocederá en el tablero geopolítico del mundo, ¿y adivine quién toma esos espacios?

Fotografía facilitada por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos a través de DVIDS que muestra a una tripulación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, asignada al 816º Escuadrón Expedicionario de Transporte Aéreo, que asiste a los evacuados cualificados a bordo de un avión C-17 Globemaster III de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en apoyo de la evacuación de Afganistán en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai, Afganistán, 21 de agosto de 2021 (Publicada el 24 de agosto de 2021), EFE.

La debacle de Afganistán debería preocuparle sin importar donde viva

Es por eso que la debacle de Afganistán también debería preocuparle a usted, y mucho, hoy en Medio Oriente los terroristas han vencido, tienen armamento nuevo y se sienten confiados; mientras la policía del mundo retrocede los malos avanzan. Hoy las victimas son las mujeres afganas, ¿y mañana…?

Una foto distribuida por el Departamento de Asuntos Públicos del Mando Central de USA muestra a un infante de marina controlando a dos civiles durante su paso por un puesto de control de evacuados (ECC) durante una evacuación en el aeropuerto internacional Hamid Karzai, en Kabul, Afganistán. (EFE)

¿Recuerda el ataque a las Torres Gemelas? Ese debería ser otro recordatorio para usted, con los terroristas sueltos y administraciones americanas cada vez más dóciles con el mal, usted también estará menos seguro.

Así que sí, muy lindo el discurso, el igualitarismo, el ambientalismo, y la “justicia social”, pero, ¡vamos!, yo estoy seguro que usted es más inteligente que eso, mire más allá, observe a su alrededor, ¿es el mundo un lugar mejor con Joe Biden en el poder? ¿Estará usted más seguro si Estados Unidos es un país cada vez más socialista y radicalizado a la izquierda?

Hoy fue Afganistán, pero mañana el talibán se puede meter en su casa.      

Emmanuel Rincón is a lawyer, writer, novelist and essayist. He has won several international literary awards. He is Editor-at-large at El American // Emmanuel Rincón es abogado, escritor, novelista y ensayista. Ganador de diversos premios literarios internacionales. Es editor-at-large en El American

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