fbpx
Saltar al contenido

¿Por qué no aconsejo comprar criptomonedas pese a ser un firme creyente de las mismas?

Comprar criptomonedas

Esta columna puede parecer un poco extraña y desconcertante. Llevo casi desde la fundación de El American cubriendo el mundo de las criptomonedas y acompañándolo en sus ciclos, en sus alzas y sus bajas, y sin embargo, además de hacer un seguimiento a los precios, jamás en alguno de mis textos he aconsejado comprar a mis lectores alguna criptomoneda. La razón, es que yo no las compraría.

Aunque desafortunadamente no llegué a ser un early adopter del Bitcoin cuando salió, logré comprar una fracción de Bitcoin en el 2019 con parte de mis ahorros. De ahí en adelante, mi ánimo lo guiaban los ciclos de la cripto. Cuando subía mucho, era tiempo de vender, apenas caía el precio era tiempo de comprar, el llamado buy the dip.

Entré en unos cuantos grupos en redes sociales de inversión en criptomonedas e incluso quise comprar algún NFT en 2021, antes de que el tiempo desvirtuara la idea de que un simio con gafas digital tiene mayor valor intrínseco que cualquier otra imagen sacada de Google.

Durante mi periodo como inversionista y reportero de criptos, me di cuenta de un factor común: a pesar de hacerle seguimiento a decenas de nombres de nuevas criptos emergentes, e incluso presenciar rallys alcistas ante mis ojos, rara vez me animaba a comprar.

¿Por qué no aconsejo comprar criptomonedas?

Una de las razones por las que soy escéptico a comprar criptomonedas desconocidas es que prácticamente nunca encuentro un motivo de fondo para hacerlo. A pesar de que hubiese un rally espontáneo con la altcoin de turno, o la noticia de que alguna celebridad había invertido en ellas, rara vez había un fundamento económico que me convenciera de comprar una nueva cripto de otro start-up de blockchain.

Por lo demás, encontrar información confiable en la comunidad cripto es difícil. Aunque en este tránsito he tenido la oportunidad de leer personas serias y con miras centradas a lo que puede llegar ser en el corto plazo el mundo del blockchain, el eco de los fanáticos llenos de jerga “súper técnica” como buy the dip o rally ha contaminado un espacio en el que antes se solía discutir como funcionaría la descentralización del dinero.

Me resultaba aberrante ver como algunos autodenominados criptoinversionistas -usualmente Youtubers- recomendaban a cientos de jóvenes incautos comprar X o Y altcoin, sin ningún otro criterio financiero por fuera de repetir su jerga habitual que usan para maquillar su completo desconocimiento de lo que está pasando y su oportunismo.

Comprar criptomonedas se ha vuelto cada vez más fácil, sin embargo, no tanto comprar cosas con criptos. (EFE)

Muchas veces estos supuestos asesores de inversión recibían pagos en dólares para patrocinar una nueva altcoin, como es el caso de Bitboy, que hoy despotrica de Celsius porque no le permite a sus inversionistas retirar su dinero, cuando meses atrás invitaba a esas mismas personas a invertir en la fallida cripto.

Incluso el ecosistema del propio bitcoin se ha contaminado de estos fanáticos y estafadores. Meses atrás cuando el dinero de la Reserva Federal (FED) continuaba alimentando el rally alcista del bitcoin, podía escuchar a adolescentes, de repente millonarios y empoderados, afirmando cosas sin fundamento alguno, como que todos íbamos a ser millonarios luego de que el bitcoin reemplazara al FIAT, o que la productividad del mundo se iba a multiplicar solamente por la transición al bitcoin.

Francamente, era descorazonador ver como voces sensatas de la industria eran opacadas por las de charlatanes que prometían hacerse rico rápidamente. Muy pocos se hacían la pregunta relevante: ¿Se supone que esto es dinero, cierto?

¿Se supone que esto es dinero?

Bueno, para que un token sea dinero, tiene que funcionar como medio de intercambio, si no se usa para comprar bienes y servicios, o invertir en activos, no es dinero. Aparte de bitcoin y parcialmente ethereum, ninguna de las criptomonedas cumple con estas características.

El objetivo de tener una criptomoneda y esperar hasta que se valorice para luego convertir las ganancias a FIAT, es circular y contradictorio. Las criptomonedas deben sustituir al FIAT como medio de pago e inversión en el sector real, no convertirse en una cajita mágica donde metes dinero y con el tiempo se te multiplica.

Pocas criptomonedas han logrado volverse verdaderamente un medio de pago. (EFE)

El dinero simplemente no puede estar valorizándose indefinidamente, pues la gente deja de gastarlo y comienza a acumularlo. No lo lo digo yo, lo dice el gerente de la firma de gestión de criptoactivos Galaxy Digital, Mike Novogratz, que advierte que rendimientos del 200 % no es algo normal.

“Tuve amigos que habían comprado muchas criptomonedas, y les había cambiado la vida: tipos que no ganaban mucho dinero pero que, de repente, tenían un patrimonio neto de $5 millones en criptomonedas”, comenta Novogratz, para después desilusionar a sus incautos amigos con un baño de realidad: “Tienes que vender la mitad o dos tercios de esto, no es normal ganar 200 veces tu dinero en inversiones.”

Después de la tormenta viene la calma

Para sorpresa de muchos y vaticinio de otros, apenas la FED subió las tasas de interés y comenzó a limitar la oferta de dólares en el mercado, todo se vino al piso. Hoy las noticias de brokers cerca de la quiebra, o de criptomonedas que en cuestión días pasaron a valer nada, abundan.

Soy optimista y creo que esta corrección en el mercado de criptomonedas, como en cualquier mercado, era necesaria. Muchas altcoins fraudulentas saldrán del mercado, y las criptomonedas que sobrevivan tendrán que resolver como volverse realmente medio de cambio y no de especulación.

Los conceptos como Proof of Stake, o Proof of Work para el funcionamiento de un sistema descentralizado me parecen una genialidad, e incluso la banca tradicional y la ONU han comenzado a estudiar su implementación.

Veo futuro en criptomonedas como Ethereum y Bitcoin que han probado tener resiliencia ante el cambio de tiempo, y verdaderamente han funcionado como medio de intercambio en economías que han desvalorizado su moneda fiduciaria.

Incluso a los NFT, si se replantean, les veo un brillante futuro. Más que ver un nuevo monito con gafas, espero ver una patente cien por ciento digital y descentralizada. La propiedad digital es el nuevo horizonte de la propiedad privada.

Apenas hemos comenzado a ver el potencial del mundo del blockchain y como cualquier sector naciente tiene su caídas y sus auges. Mi visión frente a las criptomonedas en el presente es como la de una persona de comienzos del siglo XX frente al avión: sin duda es un invento revolucionario, pero no necesariamente estoy dispuesto a montarme en uno.

Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica

Deja una respuesta

Total
0
Share