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El Partido Republicano tiene una oportunidad histórica para arrebatar el apoyo latino a los demócratas

El Partido Republicano tiene una oportunidad histórica para arrebatar el apoyo latino a los demócratas - El American

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A lo largo de las últimas décadas se han instalado diversas narrativas en la política americana que dan a entender que los demócratas son el partido promigración, mientras que los republicanos son el bando xenófobo que detesta a los inmigrantes; ciertamente en ambos partidos ha existido una hipocresía bastante grande en cuanto a sus verdaderos postulados.

Por un lado los demócratas dicen ser abiertos con la migración, pero sus últimas administraciones han sido las que más han expulsado inmigrantes del país, mientras que por otro lado el discurso republicano es más duro contra la inmigración ilegal, pero sus números en cuanto a deportaciones también han sido menores en la historia reciente.

Barack Obama, por ejemplo, ha sido catalogado con el nombre del “deportador en jefe”, pues es el mandatario que más inmigrantes ha expulsado en las últimas décadas; en sus ocho años de gobierno Obama expulsó a casi tres millones de inmigrantes, mientras que su antecesor, el republicano, George W. Bush, deportó a dos millones.

De igual manera si se compara el primer año de Trump en la Casa Blanca, la diferencia con el deportador en jefe es abismal, durante el primer año del republicano se deportaron 177,000 inmigrantes menos que durante el primer año del demócrata. Aun así, se ha instalado en la opinión pública la noción de que los republicanos son el partido “xenófobo”, y los demócratas el partido amigable con los migrantes; la razón de esto tiene mucho que ver con el discurso.

El discurso demócrata

Históricamente los partidos de izquierda tienden a ser populistas y aprovechar las necesidades y miedos de las personas para presentarse como los salvadores ante el electorado, esto no solo lo realizan en temas migratorios, también es muy recurrente en temas económicos, de seguridad, entre otros; lo importante para ellos siempre es prometer que se harán cargo de todo, que los más necesitados estarán cubiertos bajo su gobierno, mientras que sus políticas realmente terminan por perjudicar más a las poblaciones que dicen proteger; el ejemplo más reciente lo vemos con la llegada de Biden al poder, quien prometió abrir las fronteras a los migrantes durante la campaña electoral —un discurso enfocado en captar el voto latino—, bastó con el paso de un par de meses tras asumir el poder para que su Gobierno declarara que los migrantes no serían bienvenidos en el país, lo que a su vez ha propiciado una ola de tratos inhumanos por el hacinamiento en los centros de detención.

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El presidente Joe Biden (Archivo)

El discurso republicano

Donald Trump no se ha caracterizado precisamente por ser un buen orador, ciertamente el manejo de su cuenta de Twitter fue un problema durante sus 4 años en el poder; todas las cosas buenas que hacía el exmandatario solía arruinarlas con algún comentario salido de tono, entonces, sin importar que la economía estuviese pujante, los americanos tuviesen mejores trabajos y salarios, y que hablando específicamente del tema migratorio, sus números fueran mucho más amigables que los de Obama, dos palabras suyas bastaban para instaurar la idea de que Trump era un xenófobo y racista, y sus adversarios políticos un conjunto de seres alados caídos del cielo.

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El expresidente Donald Trump (Flickr)

Trump y un grueso del bando republicano siempre han sido transparentes, ninguna nación puede mantenerse en pie con fronteras débiles, los controles migratorios son necesarios, pero su forma de expresarse no fue siempre la más correcta.

Obama podía estar expulsando a miles de inmigrantes a diario, iniciando guerras en Medio Oriente, abrazando a tiranos como Raúl Castro, pero su discurso limpio, mesurado, inteligente y alturado, ahogaban casi cualquier critica que se le pudiese hacer; mientras que Trump, sin importar que disminuyera la tasa de deportaciones, sellara múltiples tratados de paz, no iniciara ninguna guerra, y le diera un impulso enorme a la economía, siempre le brindaba a los medios de comunicación un momento, una frase o expresión que lo hacía parecer el “volátil cerdo racista” que la prensa vendió durante años y que sin duda alguna iniciaría la Tercera Guerra Mundial.

El expresidente Barack Obama con el tirano Raúl Castro (Archivo)

La importancia de la comunidad latina

Es cierto que siendo Estados Unidos una nación políticamente bipartidista, se hace sumamente importante que los partidos les hablen a sus bases, y en ese sentido, uno de los pilares históricos del GOP ha sido el de fronteras fuertes. Sin embargo, se pueden tener fronteras fuertes, un férreo control migratorio, y a su vez apoyar la inmigración legal para recibir con los brazos abiertos a los mejores talentos del mundo en diversos campos y a las personas que vienen escapando de regímenes totalitarios en todo el continente americano y que lo que quieren es venir a Estados Unidos a trabajar fuertemente, producir, y no depender del Estado, tal como promete el Partido Demócrata.

Actualmente hay 62 millones de latinos en Estados Unidos, quienes representan un 18,7 % de la población, quienes a su vez tienen el poder de declinar la balanza de un lado u otro en varios de los estado más importantes del país: California, Texas, Florida, entre otros. Si bien cada comunidad tiene sus particularidades —la migración mexicana tiende a ser más liberal, mientras que cubanos y venezolanos son mucho más conservadores tomando en cuenta la opresión que han sufrido de parte de los gobiernos socialistas en sus naciones—; aquí el GOP debería rediseñar su estrategia para comenzar a hablar con la minoría más grande del país —los latinos—, y ponerlos de su lado.

Si bien históricamente el voto latino ha favorecido a los demócratas, y Trump tan solo recibió el 28 % de los votos de esta comunidad en el 2016, en las últimas elecciones su apoyo creció hasta el 32 %, y el apoyo en lugares puntuales, como la ciudad de Miami, le permitió elevar su votación y llevarse el estado de Florida que es fundamental en toda elección presidencial.

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Latinos con el expresidente Donald Trump (Archivo)

¿Por qué los latinos se volcarían con el Partido Republicano?

Una de las razones primordiales por las que los latinos se han volcado históricamente con el Partido Demócrata ha sido por el discurso que han perfilado los políticos en cada bando; cómo hemos venido explicando los liberales se han mostrado más receptivos en asuntos migratorios, pese a que en la practica esto es completamente diferente. Además de esto, a nivel interno las políticas de redistribución de riqueza y subsidios del partido azul pueden cautivar a una parte de la población latina, específicamente a quienes llegan con más necesidades y poca educación; sin embargo, en los últimos años la radicalización progresista en el Partido Demócrata le está brindando al GOP la oportunidad perfecta para robar el apoyo latino.

Actualmente venezolanos y cubanos han sido destrozados en sus respectivos países por los gobiernos socialistas en sus naciones, y esto empieza a ser también la realidad de los mexicanos ante el mandato de López Obrador; pero más allá de esto, la cultura y religión podrían jugar un rol fundamental en la reconversión de la comunidad latina como un fuerte para el partido conservador, pues la designación de “latinx”, el adoctrinamiento en las aulas de clase dirigido contra los niños, la defensa del aborto, los innumerables “géneros” impulsados por la agenda progresista, y el rompimiento con los valores católicos, podrían ser el catalizador para cambiar dicha historia y que el GOP se convierta en el partido de los inmigrantes.

Manifestantes sostienen carteles en los que se lee “Di no a 1: CRT (Teoría Crítica de la Raza) 2: Odio” y “Latinos contra la Teoría Crítica de la Raza” durante una manifestación frente al edificio del Distrito Escolar Unificado de Los Alamitos contra la enseñanza de la Teoría Crítica de la Raza en Los Alamitos, California (Archivo)

Cambiar el discurso sin modificar los principios

Evitar la migración es una tarea imposible en un país con fronteras tan largas como Estados Unidos y que además tiene una larga historia de recepción de migrantes que ha propiciado el asentamiento de diversas comunidades a lo largo de la nación; una buena parte de la población mundial tiene algún familiar o conocido viviendo en el país de las oportunidades, y ciertamente, los latinos, con países destrozados por gobiernos autoritarios y socialistas no van a dejar de llegar a Estados Unidos.

Los republicanos en vez de observar esto como un problema, deberían comenzar a mirarlo como una gran oportunidad, ciertamente la comunidad latina está mucho más alineada con los valores que defienden los conservadores, y de lograr capitalizar el apoyo hispano podrían sostener los estados de Florida y Texas, y comenzar a dar la batalla en California, Nueva York, Illinois y otros paraísos progresistas que hoy ven como sus tasas de impuestos continúan disparándose por las políticas de redistribución de los demócratas y que además observan como la criminalidad se apodera de las calles en sus ciudades.

El latino es en términos generales una persona con una fuerte estima por la familia, religioso, trabajador, e independiente; un estudio de Stanford University determinó que en los últimos diez años la cantidad de latinos que montó sus propios negocios creció en un 34 %, comparado con el 1 % de crecimiento en el resto del país. Además, según datos económicos del año 2017, la comunidad latina genera para Estados Unidos 2,3 trillones de dólares, esto quiere decir que si la población hispana fuera un país independiente sería la octava economía más grande del mundo.

Estos datos no solo desmontan el mito de que buena parte de la población migrante latina viene a los Estados Unidos a delinquir, sino que además demuestra que dicha comunidad no viene al país esperando vivir del Estado y las dadivas de los políticos.

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Sede de la empresa de alimentación Goya Foods en Jersey City. Goya Foods ha llegado a la despensa de millones de latinos gracias a una “gran familia”, según su presidente, Robert Unanue (Archivo)

Siendo los latinos la comunidad más emprendedora de todo el país, lo último que querrá es encontrarse con los burócratas del Partido Demócrata subiéndole su carga tributaria y poniéndole cada vez más regulaciones entorpeciendo sus negocios; en ese sentido, la afinidad de los latinos con los republicanos no se da solo en el ámbito cultural y religioso, sino también en el económico, lo que a su vez nos lleva a sacar una conclusión: la única razón para el divorcio histórico entre la comunidad latina y los republicanos es por el discurso tonto de ciertos representantes conservadores, además de la constante manipulación de los medios progresistas para la comunidad latina —Univisión y Telemundo—, más allá de ello, el latino tiene todas las condiciones para ser un votante del GOP.

Ciertamente los republicanos han sido mucho más verbo que acciones contra los inmigrantes, por tanto, para cambiar esta historia no hacen falta muchos cambios en las políticas migratorias del Partido Republicano, lo único que deben hacer es ser más asertivos con el discurso hacia la comunidad minoritaria más grande del país, afianzar y explicar que la batalla es contra la inmigración ILEGAL, y no contra la inmigración, y demostrarle a los latinos que para que puedan seguir disfrutando de un país que les ofrece libertades individuales, políticas, religiosas y económicas, y que sus hijos puedan tener un futuro mejor, lo mejor es votar por el partido que busca defender las bases fundacionales de los Estados Unidos de América, y no transformar a la nación de las libertades en el nuevo paraíso socialista del mundo.

Emmanuel Rincón is a lawyer, writer, novelist and essayist. He has won several international literary awards. He is Editor-at-large at El American // Emmanuel Rincón es abogado, escritor, novelista y ensayista. Ganador de diversos premios literarios internacionales. Es editor-at-large en El American

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