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YA PASÓ más de una semana desde que el FBI irrumpió en la residencia privada del expresidente Donald Trump en Mar-a-Lago, Florida, y todavía hay varias dudas flotando en el aire sobre por qué la agencia realizó esta acción sin precedentes contra el político opositor más importantes del país.
Si bien no hay demasiados detalles oficiales que aclaren las dudas sobre la redada, parece haber un consenso general sobre un punto: si agentes federales allanan la casa de un expresidente —siendo este la principal figura de uno de los partidos tradicionales— lo mínimo que deben incautar son pruebas contundentes de que se cometió un delito o se va a cometer uno. Y debe haber certezas de que se encontrarán las pruebas.
Sin embargo, mientras los americanos esperan ansiosos respuestas y versiones oficiales que despejen sus dudas, algunas pequeñas revelaciones en la prensa solo acrecientan la preocupación de que el allanamiento contra Trump, lejos de ser una acción de aplicación de la ley, forme parte de una jugada política y demostración de poder por parte de las agencias de seguridad y justicia. Algo que indudablemente crearía un malestar político sin precedentes en un ambiente delicadamente polarizado a nivel nacional. Por ello, hay que repesar las preguntas que todavía, luego de una semana, no se han contestado.
1. ¿Por qué el FBI tardó 72 horas en llevar adelante la redada?
Tres días tardó el fiscal general Merrick Garland para dar sus primeras declaraciones públicas sobre la redada en Mar-a-Lago. Lo único destacable de esa declaración fue la revelación de que él mismo había aprobado el allanamiento, porque ni siquiera aceptó preguntas de la prensa y tampoco dio mayores detalles sobre la incursión.
Así como Garland se tardó tres días en dar la cara por unos minutos, el FBI y el DOJ también se tardaron tres días en hacer efectiva la orden de registro que, según reveló Breitbart, fue firmada por el juez magistrado de los Estados Unidos Bruce Reinhart el viernes 5 de agosto de 2022, a las 12:12 p. m.
A falta de versiones oficiales, la prensa nacional empezó a especular sobre cuáles son o qué contienen los documentos que supuestamente guardaba Trump en su residencia floridana. Diversos analistas, sin saber qué incautó con precisión el FBI, dieron sus teorías alarmistas sobre que los documentos que guardaba Trump podrían poner en riesgo la seguridad del país si caían en manos de los enemigos de Estados Unidos. Otros medios, como The Washington Post, recibieron filtraciones anónimas que los documentos que guardaba el expresidente podrían contener secretos relacionadas a armas nucleares.
Luego llegó la orden de registro y, aunque contiene algunos detalles importantes sobre qué tipo de documentos incautó el FBI, las dudas sobre su contenido quedan al aire.
Sin embargo, esto se leía en el reporte de Politico: “Los documentos, desvelados después de que el Departamento de Justicia solicitara su divulgación pública en medio de los implacables ataques de Trump y sus aliados del Partido Republicano, subrayan la extraordinaria amenaza para la seguridad nacional que los investigadores federales creían que presentaban los documentos desaparecidos. La preocupación llegó a ser tan aguda que el fiscal general Merrick Garland aprobó el registro sin precedentes de la finca de Trump la semana pasada”.
El fiscal general, Merrick Garland, habla sobre la redada del FBI en Mar-a-Lago. (EFE)
Entonces, la prensa liberal, aunque sin evidencias claras, insinuaba que este allanamiento sin precedentes correspondía porque las agencias investigaban una gran amenaza para la seguridad nacional. Además, según medios como CNN y The New York Times, desde febrero el DOJ está investigando “el manejo de los registros de la Casa Blanca por parte de Trump y si violó la Ley de Registros Presidenciales y otras leyes relacionadas con la información clasificada”.
Pero si la amenaza para Estados Unidos era tan grande, y esto llevaba seis meses siendo investigado, ¿por qué el FBI tardó 72 horas en lleva adelante su allanamiento tras emitida la orden? ¿Querían los agentes disfrutar del fin de semana libre?
2. ¿Por qué la orden de registro es tan amplia?
Partiendo de la premisa lógica de que el FBI y el DOJ están buscando documentos específicos que pueden poner en riesgo la seguridad nacional, hay un par de detalles que generan mucho ruido dentro de la orden de registro.
Lo primero que revela la orden de registro es que el FBI se llevó documentos clasificados. ¿Cuáles eran esos documentos? Si se lee atentamente la orden, se estipula que Trump tenía bajo su poder una nota manuscrita; documentos marcados con “TS/SCI” —un alto nivel de clasificación gubernamental— y también un artículo etiquetado como “Info re: Presidente de Francia”.
Hay más. Se incautó una “concesión ejecutiva de clemencia re: Roger Jason Stone, Jr.”, cajas etiquetadas como A-1, A-12 y A-15 y, según denunció el expresidente Trump, incluso se llevaron tres de sus pasaportes, que luego fueron devueltos, según Fox News.
“DOJ más FBI es igual a corrupto”. Manifestantes salen en apoyo al expresidente Trump tras redada del FBI en Mar-a-Lago. (EFE)
Tal y como comentó Ben Shapiro, presentador del Daily Wire, “Cuando la gente dice que esto parece un objetivo político, lo es. Parece una acción en busca de un delito… Se supone que primero debes identificar el delito. En la orden de allanamiento no especifica cuál fue el crimen”.
Shapiro también dijo que el enfoque de investigación por parte del DOJ contra Trump no luce “muy específico, dirigido, como un láser para encontrar documentos específicos que son una amenaza para la seguridad nacional, eso no es lo que parece de ninguna forma o modo. Es mucho más amplio que eso”.
Ciertamente, si las agencias de seguridad y justicia no dicen específicamente qué están buscando, y solo se llevaron documentos de todo tipo buscando, con suerte, algo que puedan usar para sacar a Donald Trump del juego, las consecuencias político-sociales para el país pueden ser gravísimas. Sobre todo considerando los antecedentes de la trama rusa y la poca confianza de los americanos en las instituciones de justicia.
3. ¿Por qué el DOJ no quiere revelar el documento que motivó el allanamiento?
Este punto es fundamental. El Departamento de Justicia pidió mantener en secreto la declaración jurada que, básicamente, justificó la petición de registro de la casa del expresidente. La petición la hizo el fiscal Juan Antonio González el 15 de agosto, en un documento de trece páginas, donde se arguye que la revelación del documento puede traer consecuencias para la investigación y para los agentes implicados en las acciones tomadas por las agencias de seguridad y justicia contra Trump.
Sin embargo, casi nadie, ni siquiera los medios de comunicación tradicionales, están de acuerdo con la petición del Departamento de Justicia. “La presentación judicial del lunes se hizo en respuesta a las solicitudes de múltiples medios de comunicación, incluido The Washington Post, que buscaban la divulgación de la declaración jurada”, se lee en un reporte del WaPo.
A última hora del lunes 15 de agosto, el propio Trump pidió la publicación sin editar de la declaración jurada “en interés de la TRANSPARENCIA”.
“Pido la publicación inmediata de la declaración jurada completamente sin editar relativa a esta horrible y escandalosa irrupción”, escribió el expresidente en Truth Social.
Hay que estar atentos, porque se espera que el próximo jueves el juez Bruce Reinhart dictamine sobre la petición del Departamento de Justicia para que la declaración jurada siga sellada o no.
Las autoridades permanecen en el exterior de Mar-a-Lago, la residencia del expresidente Donald Trump, en medio de las informaciones sobre la ejecución de una orden de registro por parte del FBI como parte de una investigación de documentos, en Palm Beach, Florida, 09 de agosto de 2022. (EFE)
4. ¿Eran documentos desclasificados?
El 13 de agosto, el exfuncionario de seguridad nacional, Kash Patel, conversó con Martha MacCallum, de Fox News, y dijo que los documentos que Trump tenía en Mar-a-Lago pudieron ser desclasificados. De hecho, según diversos medios nacionales, la disputa entre el equipo legal de Trump y los funcionarios del DOJ es sobre si estos documentos incautados fueron o no desclasificados antes de que el expresidente republicano dejara la Casa Blanca, en un momento donde el propio Trump desclasificó centenares de documentos.
Patel también dijo que la forma de recuperar los documentos por parte del DOJ fue innecesaria, pues el propio expresidente había mostrado predisposición voluntaria para devolverlos. Dijo que, particularmente, la Administración de Servicios Públicos y el DOJ pudieron haber trabajado juntos para buscar esos archivos.
Si Patel tiene razón, y el expresidente desclasificó estos documentos, el allanamiento quedaría completamente fuera de lugar y en evidencia. Sin embargo, si el DOJ no es transparente, será imposible saberlo y las preguntas que los americanos se siguen haciendo quedarán sin respuesta.
Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.
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