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Región de China declara guerra a mineros de bitcoin: ¿qué hay detrás del asunto?

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La semana pasada Bloomberg publicó la noticia de que Mongolia Interior, perteneciente a China, prohibió la «criptominería». Una declaración de guerra a los mineros de bitcoin.

De acuerdo con el medio, «La región autónoma, una de las favoritas de la industria debido a su energía barata, también prohibió nuevos proyectos de monedas digitales, según un proyecto de plan publicado en el sitio web de la Comisión de Desarrollo y Reforma de Mongolia Interior el 25 de febrero. El objetivo es limitar el crecimiento del consumo de energía alrededor del 1.9 % en 2021».

El anuncio del proyecto por parte de la región autónoma se da luego de que «el principal planificador económico de China criticara a Mongolia Interior por ser la única provincia que no controló el consumo de energía en 2019».

La restricción está causando nervios a la industria de las criptomonedas, que ya ha «pasado por una campaña china de años para tomar medidas drásticas en medio de la preocupación por las burbujas especulativas, el fraude y el despilfarro de energía».

Si bien causan preocupación las restricciones que el régimen comunista impone a las criptomonedas, estas medidas no deberían sorprender, pues no son nada nuevas.

En guerra contra las criptomonedas y el bitcoin desde 2017

La guerra del país asiático contra las criptomonedas data del 2017, a partir de la prohibición de las Ofertas Iniciales de Moneda (ICO) y el cierre de los intercambios locales.

En aquel año, el bitcoin había alcanzado un máximo de casi 5,000 dólares. Luego de que el régimen prohibiera las ICO el precio de la criptomoneda más famosa cayó hasta los 1,000 dólares.

Con respecto a la «criptominería», desde el 2018 China ya venía pensando métodos para ponerle un stop a esta actividad.

En enero del 2018 Reuters informó que el Banco Central de China puede decirles a los gobiernos locales que regulen el uso de la energía de los mineros de bitcoin y otras criptomonedas.

«La represión local (en Mongolia Interior) está reviviendo viejos temores», explicó el artículo citado de Bloomberg. «Desde 2017, Pekín ha abolido las ofertas iniciales de monedas y ha tomado medidas drásticas contra el comercio de monedas virtuales dentro de sus fronteras, obligando a muchos intercambios al extranjero. El país fue una vez el hogar de alrededor del 90 % de los intercambios, pero la parte del león de la minería y los principales actores como Bitmain Technologies Ltd. han huido desde entonces al extranjero».

Mongolia Interior, de hecho, es una zona atractiva para los mineros de criptomonedas —y otras actividades como fundición de aluminio y ferroaleaciones— por sus económicos costos de energía y mano de obra barata. Esta región representó el 8 % de la potencia informática mundial para la minería de bitcoin, de acuerdo con el Índice de Consumo de Electricidad de Bitcoin elaborado por la Universidad de Cambridge.

«China, en general, tenía más del 65 % del total de la red, con su atractiva combinación de electricidad barata, fábricas locales de fabricación de chips y mano de obra barata», dijo Bloomberg.

Bitcoin, China
(EFE)
¿Qué es la minería de criptomonedas, por qué es polémica y por qué China quiere prohibirla?

La minería de criptomonedas es el proceso de computación que hace posible las transacciones con monedas virtuales. Su principal problema, y por la que es criticada, es el alto consumo de energía. Seguro muchos ya habrán leído que la criptominería, prácticamente, consume más energía que toda Argentina.

Pero la situación va más allá del dato sin contexto. En un artículo de Nic Carter, socio fundador de Castle Island Ventures, una firma de capital de riesgo enfocada en blockchains públicas, se explicó que cuando se habla sobre el consumo de energía de la criptominería «surgen patrones interesantes».

En síntesis, lo que plantea Cartes es que «parte de la razón por la que bitcoin consume tanta electricidad es porque China bajó el precio de compensación de la energía al construir en exceso la capacidad hidroeléctrica debido a una planificación central descuidada».

El fundador de Castle Island explica que en un mundo sin bitcoin este exceso de energía se habría utilizado para fundir aluminio o, peor, desperdiciado. La explicación de Cartes daría una visión mucho más amplia en el debate sobre el consumo de energía en la criptominería.

Ahora, esta restricción al consumo energético afectará a la comunidad «criptominera» y al propio negocio de las criptomonedas, pues cambiaría de forma radical la forma de producir estas divisas. La situación podría provocar una migración de los principales grupos mineros al exterior.

En 2019 esto ya veía venirse. De acuerdo con un artículo de El Mundo, «China no solo prohibiría la producción de criptomonedas, sino que subiría el precio de la luz para hacerla inviable económicamente».

El Partido Comunista de China (PCCh) argumenta que quiere reducir el consumo de energía, pero probablemente exista otro interés que justifique esta cruzada contra las criptomonedas.

Hace unos cinco meses, China oficializó la emisión de yuanes virtuales como una manera de competir contra las monedas virtuales «privadas».

En un artículo de El Economista titulado «El ‘anti-bitcoin’: China avanza en las pruebas del ‘eYuan’, una criptomoneda para aumentar el control sobre los ciudadanos», se lee que el régimen chino está buscando generar una moneda filosóficamente antípoda al bitcoin para proyectarla a todo el mundo en 2022 en las olimpiadas que se celebrarán en Pekín.

«El principal objetivo del creador del bitcoin, Satoshi Nakamoto, era crear una moneda anónima, sin nadie que controle ni supervise las operaciones, para apoyar una visión libertaria de la economía. Utilizando mecanismos similares, el Gobierno de China está preparando todo lo contrario: el ‘eYuan’, una criptomoneda controlada por el Banco Central que permita a las autoridades del país conocer todas las transacciones de todos sus ciudadanos», se lee en el artículo.

El propio artículo señala que esta especie de revolución monetaria digital «supondría una amenaza existencial para los proveedores de pagos, especialmente para el gran duopolio que domina el mercado chino, WeChat y Alipay».

Más allá de cuál sea la verdadera razón, la realidad es que existen intereses particulares del PCCh para ir contra los mineros de bitcoins. Esta cruzada traerá, sin dudas, consecuencias para las criptomonedas.

Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.

Contacto: [email protected]

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