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12 políticos fueron sorprendidos violando sus propias reglas contra el COVID, todos demócratas

Por Brad Polumbo

En medio del pánico y el alarmismo generalizados por la “variante delta” del COVID-19, la alcaldesa Muriel Bowser acaba de restablecer la obligación de utilizar mascarillas en interiores en Washington, DC. Lo ha hecho a pesar de que en la capital sólo hubo cuatro muertes por COVID en julio, lo que ha llevado a muchos a calificar las nuevas restricciones de mero teatro de seguridad. El caso de la alcaldesa no se ve favorecido por la incoherencia de su propio comportamiento.

Bowser ofició una boda el fin de semana con cientos de asistentes sin máscara, informa en exclusiva Tiana Lowe, del Washington Examiner. El evento se celebró en un hotel de 4 estrellas y la alcaldesa no llevó máscara, a pesar de que su mandato de máscaras para interiores en toda la ciudad había entrado en vigor unas horas antes. 

Por desgracia, la alcaldesa Bowser no es la primera política cuya hipocresía ha quedado al descubierto. He aquí 12 ejemplos de políticos de alto nivel a los que se ha sorprendido incumpliendo las normas sobre la pandemia impuestas por su propio gobierno, catalogados por el rastreador de hipocresía COVID de la Heritage Foundation.

El alcalde de la ciudad de Nueva York supuestamente fue al gimnasio y a un YMCA local en marzo de 2020 al mismo tiempo que el gobierno estatal ordenaba a los neoyorquinos que evitaran los asuntos “no esenciales”. 

La alcaldesa de Chicago supuestamente se cortó el cabello en abril de 2020, mientras las órdenes de permanencia en casa —de su ciudad— dejaban en claro que hacerlo fuera ilegal para la mayoría de los residentes.

El gobernador de Virginia supuestamente socializó en lugares cerrados, sin una máscara, a pesar de instar a los virginianos a usar máscaras en entornos similares y practicar el distanciamiento social. 

El gobernador de Nueva York supuestamente viajó a Georgia en julio de 2020 lo que los críticos llamaron una movida de relaciones públicas, mientras desalentaba a los neoyorquinos a realizar viajes “no esenciales”.

La congresista californiana ha sido una firme defensora de los mandatos de máscarillas y de las órdenes de distanciamiento social. Sin embargo, se cortó el cabello en San Francisco en una peluquería abierta, especialmente para ella, mientras que las demás peluquerías estaban cerradas debido a esas restricciones. Y esta misma semana se hizo viral un video en el que se ve a Pelosi quitándose la máscara para tomarse una foto con un compañero del Congreso, violando así su recién restablecido mandato de máscaras en el Congreso.

El gobernador de California cenó sin mascarilla en un lujoso restaurante, el French Laundry, violando sus propios protocolos COVID-19.

La senadora californiana fue fotografiada sin mascarilla en los pasillos del Congreso, conversando con sus ayudantes, a pesar de haber pedido que se impusiera el uso de máscarillas en todo el país y que sea obligatorio llevarlas en público. 

La exgobernadora de Rhode Island cerró bares en su estado, pero al parecer asistió a una noche de “vinos y pintura” sin mascarilla en un bar de todos modos. 

El gobernador de Nueva Jersey habría asistido a la toma de posesión del presidente Biden en enero, a pesar de que el gobierno de su estado desaconsejaba los viajes no esenciales y prohibía las grandes concentraciones. 

El congresista fue captado en video hablando en el pleno del Congreso sin máscara, a pesar de haber defendido la medida que se multaran a los miembros que no llevaran mascarillas.  

En mayo, la gobernadora de Michigan visitó bares con amigos violando sus propias restricciones. También admitió haber viajado a Florida para visitar a su padre enfermo, a pesar de que el estado desaconseja a los habitantes de Michigan realizar viajes similares. La gobernadora también prohibió las grandes reuniones y, sin embargo, decidió asistir a la toma de posesión del presidente Biden.

El mencionado escándalo de la boda sin mascarilla no es el único roce de la alcaldesa de DC respecto a su hipocresía pandémica. Al parecer, también asistió a una fiesta sin mascarilla pocas horas antes de que entrara en vigor su nuevo mandato. Y Bowser asistió a una fiesta de la victoria electoral del presidente Biden, incluso cuando desaconsejaba a los residentes de Washington los viajes “no esenciales”.  

Los 12 ejemplos anteriores de políticos atrapados en su hipocresía respecto al COVID son sólo unos pocos casos seleccionados de entre docenas y docenas más catalogadas por la Fundación Heritage. Y sin duda hubo muchos más que participaron en actos similares y no fueron descubiertos.

El evidente enfoque de “reglas para tí, pero no para mí” de nuestra clase política durante la pandemia hasta la fecha es una confirmación más de que la desigualdad y la aplicación selectiva son inherentes a los sistemas de gran gobierno. Como explicó el Editor Ejecutivo de la Fundación para la Educación Económica (FEE), Jon Miltimore, “a medida que el control del gobierno sobre la economía se expande y el libre mercado retrocede, los privilegios se convierten cada vez más en la especialidad de los que están en el poder o de los que tienen proximidad al poder“.

Al haber recibido el enorme poder de calificar de “esenciales” algunos negocios y cerrar otros, de prohibir algunos medios de subsistencia y no otros, y más, los políticos ebrios de poder pandémico iban a abusar inevitablemente de esta autoridad salvaje. Así pues, los numerosos ejemplos de hipocresía respecto al COVID, de nuestros funcionarios públicos, tienen graves ramificaciones que van más allá de los titulares individuales de los cargos y de su integridad personal. Asestan un duro golpe a los argumentos de quienes piensan que un gobierno grande y benévolo nos levantará en lugar de aplastarnos.

Foundation for Economic Education (FEE)

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