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2021 no hubiera sido lo que fue sin estos 4 temas

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El acontecer mundial a lo largo del año 2021, a nuestro juicio, estuvo marcado por cuatro grandes temas: la pandemia/sindemia/parapandemia del virus de Wuhan o COVID-19; la humillación de USA tras su desastrosa retirada de Afganistán; la escalada agresiva de China contra India y Taiwán y; finalmente las fuertes fricciones experimentadas por Rusia y la Unión Europea.

En lo que respecta al primer punto, son múltiples los aspectos a analizar, comenzando porque Bill Gates, el flamante Dr. Anthony Fauci, el nefasto director ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud y buen servil del régimen chino, Dr. Tedros Adhanom, además de la Rochelle Walensky directora del Centro de Control de Enfermedades (CDC), y por supuesto, los voceros de los diferentes laboratorios fabricantes de las vacunas contra el precitado virus, prometieron desde el 2019 que tras su producción y su masiva aplicación se cortaría la transmisión, disminuirían notablemente los casos y gradualmente la crisis se disiparía.

Paradójicamente, el 2020 se evidenció el gran fiasco de todas las vacunas, independientemente de su origen, es decir, las chinas (Sinopharm, Sinovac y CanSino Biologics), las americanas (Johnson & Johnson, Pfizer y Moderna), la inglesa (AstraZeneca), la rusa (Sputnik V), las cubanas (la Abdala y la Soberana), entre otras. Simplemente, fracasaron en impedir el contagio y peor aún, la transmisibilidad, por lo que el mundo experimentó oleadas tras oleadas de brotes del virus, que a su vez implicó la implementación de más medidas restrictivas a la movilidad de las personas a escala nacional e internacional, afectando nuevamente de modo muy negativo la economía a escala individual, familiar y lógicamente mundial. 

Sin contar las absurdas medidas como los llamados “refuerzos”, “boosters” o tercera y hasta cuarta dosis, en caóticos programas de vacunación que han llegado al extremo de mezclar diferentes tipos de vacunas a las personas, cierres de vuelos internacionales y de lo que los burócratas llaman “actividades no esenciales” y hasta el altamente cuestionable “pase verde” o “pasaporte sanitario”. 

Pese a todo ello, el resultado ha sido el mismo, el virus chino abre el 2022 casi de la misma manera que irrumpió el 2019, con la gran diferencia que nuestra libertad ha sido grandemente expoliada por los distintos gobiernos, los Estados han gastado enormes cantidades de dinero en una vacunación infructífera, pero que si elevó notablemente las ganancias de los laboratorios implicados en la producción y venta de las vacunas antes citadas. Por todo ello, tenemos la base fáctica para sostener que esta historia continuará sin mayor variación a lo largo de este 2022.

El segundo tema en nuestro orden del balance 2021, resulta casi obligatorio repasar brevemente lo concerniente a la humillación autoinfligida por el propio presidente Joe Biden al poder militar y político de los Estados Unidos quien desoyó tercamente sus asesores y ordenó una retirada totalmente apresurada lo que suscitó el desorden, desorden que abrió peligrosamente las brechas para el rápido colapso del gobierno constituido de Ashraf Ghani, la toma del control por parte del talibán, sin contar con varios atentados terroristas que cobraron la vida de civiles e incluso de efectivos de las Fuerzas Armadas americanas. Este hecho demostró una enorme debilidad de Estados Unidos en la liza internacional, a la vez, evidenció el desconcierto total reinante en la Casa Blanca en lo referido a la sensible materia de la política exterior y la seguridad.

Esta evidente y acertada lectura geopolítica, rápidamente la tomaron los enemigos de Estados Unidos, vale decir, Vladimir Putin presidente de la potencia rusa y Xi Jinping líder del gigante comunista chino. Que, a juzgar en términos de política internacional, obraron como lógica e históricamente corresponde, es decir, el vacío auto-generado por la administración del demócrata Biden, rápidamente es ocupado por otros Estados, vale decir, sus potencias rivales.

Ello nos lleva a nuestro tercer y cuarto punto, las expresiones de poder a escala regional, aunque con claro tinte de influencia global, nos referimos, por una parte, a la escalada agresiva de Rusia contra Ucrania, a quien en el 2014 le robó Crimea y el último tercio del año que recién feneció, apostó un gran contingente de tropas en la frontera con su pequeño vecino. 

La débil reacción de la Unión Europea se limitó a la diplomacia, pero es una Europa técnicamente de rodillas, pues, el mayor proveedor de gas a la región es justamente Rusia, situación que se agudiza cuando la región padece un déficit de dicho producto en al menos 13,000 millones de metros cúbicos en pleno invierno y en un contexto de limitación de mercado por proveer de este producto a la región, pues, Noruega y Argelia si bien es cierto que aumentaron ya sus producciones de gas, será hasta dentro de 12 meses que podrán abastecer la región, por lo que Putin tiene el viento a favor en la gestión de estas crisis en la que Europa no expondrá en pleno invierno a colocar en riesgo su abastecimiento de gas.

Finalmente, China, al igual que Rusia, incrementó su presencia hostil en la región, primero contra Taiwán y luego contra India. En cuanto a la isla asiática fueron múltiples los episodios de tensión por el sobrevuelo de naves de combate chinas que se aproximaron al espacio aéreo taiwanés, mientras que contra India, la tensión se centra en la cordillera del Himalaya donde existe un histórico diferendo limítrofe desde 1914. En todo caso, China ha apostado de manera permanente tropas en su lado de la cordillera, por lo que la respuesta de India será recíproca.

Si bien es cierto, que hubo algunos intentos de diálogos, el mismo fracasó tras acusaciones mutuas de falta de cooperación y estancamiento. Esto motivó a que Japón, Taiwán e India formen una suerte de bloque de cooperación estratégico y militar ante una eventual agresión por parte de China, a la que nuevamente, la débil administración de Biden-Harris asomó la posibilidad de cooperación en ese sentido, aunque queda la enorme duda si cumplirá.

Nahem Reyes is a PhD in history from the Andrés Bello Catholix University and associate member of the American Studies Center of the Central University of Venezuela. // Nahem Reyes es doctor en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello y miembro asociado del Centro de Estudios de América de la Universidad Central de Venezuela.

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