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LAS NUEVAS supuestas filtraciones relacionadas a Hunter Biden fueron tendencia en Internet y recorrieron el mundo a través de apps como Telegram. Sin embargo, los medios de comunicación masivos prácticamente no cubrieron el escándalo e ignoraron casi por completo el contenido —no verificado— que podría vincular al hijo del presidente de los Estados Unidos con algunas actividades ilegales como la posesión de drogas.
Pasó casi una semana desde la supuesta filtración en la plataforma ‘4Chan’ —un pequeño foro de anuncios en el que los usuarios pueden publicar comentarios y compartir imágenes—, y son contados los medios que han hablado o cubierto de alguna forma el contenido atribuido al hackeo de la cuenta personal de iCloud de Hunter Biden.
A pesar de que casi ningún medio mencionó el polémico contenido, que incluye vídeos, fotos y screenshots de supuestos mensajes de texto atribuidos al hijo del presidente, la prensa progresista empezó a desmeritar toda la filtración y ha atacado con severidad a ‘4Chan’ y, sobre todo, a Tucker Carlson, el único presentador de noticias de gran alcance que hasta ahora se pronunció sobre la polémica vinculada a Hunter y a su cuenta en iCloud.
Rolling Stone y la vieja táctica de matar al mensajero
Cuando llega una mala noticia es común que, en lugar de criticar a su protagonista, toda la atención se vuelque contra quien trajo la mala nueva.
En este caso, para los demócratas y sus medios afines, Hunter Biden representa un sinfín de malas noticias desde hace mucho tiempo, especialmente desde aquella exclusiva del New York Post en octubre de 2020 que aparentemente vinculaba al entonces candidato presidencial Joe Biden con los turbios negocios de su hijo en Ucrania. Desde ese momento, gran parte de la prensa progresista ha multiplicado esfuerzos para ignorar o, en su defecto, desacreditar la información que vincule a Hunter Biden con polémicos negocios en el extranjero o una problemática vida privada.
Un claro ejemplo de lo anterior lo representa a la perfección la revista Rolling Stone que, en su afán por defender a Hunter Biden, desacreditó la más reciente filtración atacando a ‘4Chan’, a Tucker Carlson y a los conservadores que se atreven a criticar e investigar al hijo del presidente Biden.
Según Kat Bouza, quien escribió la pieza contra Tucker y la plataforma, ‘4Chan’ es una red que promueve violencia, racismo y la misoginia que fue enaltecida por el presentador de Fox News como un baluarte de la libertad de expresión.
Sin embargo, lo que Tucker dijo sobre ‘4Chan’ está lejos de ese enfoque. El presentador solo comentó que la plataforma es “una especie de sitio web que básicamente no está muy moderado, y es una especie de sitio web de último recurso para la gente que quiere sacar información, pero no puede porque todo está completamente censurado en este momento”.
La afirmación está lejos de ser un gran halago, como lo enfoca Bouza en su ataque, sin embargo, contiene mucha base fáctica, pues casi ningún medio se atrevió a publicar artículos o reseñas relacionadas con la filtración. Algo similar a lo ocurrido en octubre del 2020, cuando el New York Post reveló parte del contenido de la laptop abandonada por Hunter Biden en Delaware. Toda esa exclusiva fue sistemáticamente ignorada por la prensa nacional. Incluso fue censurada por Twitter y Facebook.
De hecho, la historia del tabloide neoyorquino no solamente fue sepultada por la mainstream media en plena época electoral, sino también “desmentida” y cuestionada por la propia prensa liberal, hasta que finalmente tuvieron que reconocer la veracidad del ordenador y su contenido.
El artículo de Bouza en Rolling Stone, además de evitar deliberadamente analizar el nuevo supuesto contenido vinculado a Hunter Biden, también busca restarle importancia a toda la polémica relacionada al portátil abandonado en Delaware: “El portátil del menor de los Biden se ha convertido en los últimos años en un cierto revulsivo conservador: un ‘¡pero sus correos electrónicos!’ para la era posterior a las elecciones de 2016”.
Es decir, para Rolling Stone los negocios turbios de Hunter Biden en China, Ucrania y la problemática vida privada del hijo del presidente no tiene relevancia periodística ni interés nacional. Es solamente caldo de cultivo para el relato republicano.
VICE emulando a Rolling Stone
Siguiendo los pasos de Kat Bouza en Rolling Stone, el reportero de VICE David Gilbert —quien dice escribir “sobre Internet, la desinformación, las teorías de la conspiración y cómo todo eso influye cada vez más en nuestro día a día”— también tergiversó las afirmaciones de Tucker sobre ‘4Chan’ al tiempo que demonizaba a la plataforma.
“El tablero de mensajes marginales 4Chan ha sido llamado muchas cosas a lo largo de los años: el lugar de nacimiento de QAnon. Un conducto de radicalización para los tiradores de masas. Un pozo negro de supremacía blanca, racismo y porno de venganza”, escribió Gilbert, un día después que Bouza.
“Lo que no ha sido conocido como un bastión de la libertad de expresión que está salvando al mundo de la supuesta censura anticonservadora de Big Tech”, añadió reportero, haciendo referencia a los comentarios de Tucker Carlson.
Al igual que en Rolling Stone, la pieza publicada en VICE no busca en absoluto informar sobre la nueva filtración que salpica a Hunter Biden, sino que tiene como objetivo estigmatizar a quiénes comparten o hablan del contenido asociándolos con “los seguidores de QAnon y los extremistas de extrema derecha” que han aprovechado el supuesto hackeo para criticar a la familia Biden.
En definitiva, la prensa progresista ya no solo ignora los escándalos de Hunter Biden, sino que ataca a los pocos que se animan a exponerlos en la esfera pública.
Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.
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