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A 50 años de su muerte el mito de Jim Morrison continúa más vivo que nunca

A 50 años de su muerte el mito de Jim Morrison continúa más vivo que nunca

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Jim Morrison, músico, poeta y uno de los referentes malditos del rock, murió hace cincuenta años en París y desde entonces se ha convertido en un mito perfecto, una leyenda creada en buena parte gracias a la influencia del cine.

El aniversario se cumple mañana, sábado. Morrison murió a los 27 años en un piso del entonces barrio bohemio del Marais, en París, adonde se había trasladado para intentar dejar atrás su alcoholismo e insuflarse del espíritu artístico de la ciudad.

Morrison fue uno de los grandes en la historia del rock, por el volumen y por la calidad de su obra.

Con seis álbumes en solo cinco años, The Doors se convirtió en un grupo de primera línea, conjugando canciones perfectas, como “Light my Fire”, o mucho más oscuras, como la edípica “The End” o la violenta “Riders on the Storm”.

Morrison, letrista, cantante y líder del grupo, llevó al extremo esos temas con interpretaciones dramáticas sobre el escenario.

Familiarizado con las teorías del “teatro de la crueldad” del francés Antonin Artaud, su personaje del “Rey Lagarto” lanzaba largas peroratas y provocaciones al público y a la policía que con frecuencia vigilaba sus conciertos.

Diego Manrique, autor del libro sobre el grupo “Jinetes en la tormenta”, recuerda que los cuatro componentes de The Doors eran “chicos cultos” metidos en movimientos de vanguardia y sus canciones no tenían nada que ver con lo que se hacía entonces.

Todo eso no quita que Morrison, con sus apariciones salvajes y dramáticas en el escenario, vestido de cuero negro y a veces con el torso desnudo, se convirtiera en un auténtico “sex symbol”.

Musicalmente, hacían rock, pop y mucho blues-rock incisivo (“Roadhouse blues”, por ejemplo), pero con otras influencias. El teclista Ray Manzarek venía del jazz y el guitarrista Robby Krieger era muy aficionado a la guitarra clásica española.

Tras unos años de éxito y desenfreno, Morrison llegó a París en marzo de 1971 y apenas cuatro meses después fue encontrado muerto en el apartamento que tenía alquilado. El médico que acudió certificó una muerte por un fallo cardíaco y no se le realizó una autopsia.

Según varios conocidos y testigos, la causa más probable fue una sobredosis de heroína, pero jamás se investigó.

Fue enterrado en el cercano cementerio de Père Lachaise. Y aquí se cierra el círculo del “mito perfecto”, según Manrique. Una gran estrella americana, adorada por sus fans, un sex symbol, que muere joven en París y termina en el cementerio más famoso.

Añade que el mito de Morrison se asentó definitivamente tiempo después, gracias al cine, con el uso de “The End” en “Apocalypse Now” (1979), de Francis Ford Coppola, y con la biográfica “The Doors” (1991), de Oliver Stone, que han inspirado a los fans más jóvenes.

Jim Morrison en Père Lachaise

La sepultura de Morrison en Père Lachaise es una de las más famosas y más visitadas de este cementario. Y eso que éste es posiblemente el cementerio más célebre del mundo por el renombre de quienes aquí reposan, especialmente artistas, entre las 70.000 tumbas y 27.000 urnas con cenizas.

Flores y varios objetos se muestran en la tumba del cantante y compositor estadounidense Jim Morrison en el cementerio de Pere Lachaise en París, Francia, el 1 de julio de 2021 (publicado el 2 de julio de 2021). James Douglas Morrison, también conocido como Jim Morrison, vocalista de la banda de rock The Doors, murió el 3 de julio de 1971 en París por causas desconocidas. El sábado 3 de julio de 2021 se cumplirá el 50º aniversario de su muerte. (EFE)

Oscar Wilde; Frédéric Chopin; Yves Montand; Edith Piaf; Marcel Proust, Miguel Ángel Asturias o Georges Bizet son solo algunos de los ilustres vecinos del rockero, en cuya tumba nunca faltan una foto enmarcada, flores o conchas de peregrino.

Antes de la pandemia, los cementerios parisinos recibían cinco millones de turistas anuales, de los que tres millones visitaban Père Lachaise.

La tumba de Morrison y las situadas a su alrededor están rodeadas por una valla que, explica Sylvain Ecole, director del Servicio de Cementerios de París, busca proteger la intimidad del lugar y “evitar que la gente se acerque demasiado a la sepultura”.

Hace un tiempo robaron de la tumba un busto de mármol y una placa. Después, el padre del músico colocó otra placa que dice en griego “Fiel a sus propios demonios”. Ecole insiste en pedir a los admiradores del cantante “respeto al lugar, a las sepulturas”.

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