Read in English
La organización sin fines de lucro fundada por el exvicepresidente Mike Pence, Advancing American Freedom (AAF), lanzó este miércoles un anuncio publicitario en español que forma parte de su campaña publicitaria a favor de la independencia energética de Estados Unidos.
En el anuncio, una ciudadana venezolana-americana cuenta su experiencia huyendo de la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela y resiente que el presidente Biden ahora acuda al petróleo venezolano “manchado de sangre” para abastecer la demanda en Estados Unidos.
“El petróleo en Venezuela está manchado con sangre, pero Joe Biden quiere que América dependa de él”, dice el spot. “No necesitamos una agenda radical del medio ambiente, América necesita independencia energética”.
El anuncio es un llamado a los americanos para exigir al Congreso que deje de apoyar a “dictadores que odian la libertad” y promuevan la producción de energía en Estados Unidos.
Se trata del cuarto episodio de la campaña publicitaria de $10 millones que el equipo de AAF lanzó en marzo y que está dedicando a promover la producción interna de energía como método para afrontar la inflación en los Estados Unidos de cara a las midterms de noviembre.
Pence contra la “agenda radical” progresista
El exvicepresidente Pence participó este miércoles en un foro en el Instituto Baker de Políticas Públicas de la Rice University, donde ofreció sus consideraciones respecto a la inflación y la escasez de energía.
“Para que Estados Unidos regrese al camino de la independencia energética, necesitamos progresistas en el Congreso que pongan a las familias trabajadoras americanas antes que a su agenda energética radical”, dijo Pence en su discurso. “Es hora de demostrar el liderazgo americano y desbloquear la oportunidad al apoyar la producción de energía americana que reducirá los precios de la gasolina y brindará el alivio financiero que tanto necesita la nación”.
Por su parte, el copresidente de la AAF, Marc Short, agregó: “El asalto total del presidente Biden y la izquierda radical a la energía no solo ha llevado a precios más altos en las gasolineras, sino que ha obligado a Estados Unidos a rogar a los dictadores socialistas en Venezuela para cumplir con nuestros requisitos energéticos nacionales”.
Short estima que los precios de la energía “son el motor número uno de la inflación” y cree que la única forma de aliviar las necesidades financieras de los americanos es “poniendo fin a la guerra contra la energía de los progresistas”.
El último anuncio emerge en medio de una inflación galopante y cuando los precios de la gasolina alcanzan un nuevo récord.
