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Se desmorona el sueño socialista de Chile: millones repudian Constitución comunista de Gabriel Boric

Este domingo 4 de septiembre millones de chilenos votaron en un plebiscito sobre si aprobar o rechazar una nueva Constitución elaborada por izquierdistas extremos. Con el voto de una abrumadora y rotunda mayoría, los chilenos repudiaron la Constitución socialista, lo que significa un fracaso dramático para el presidente Gabriel Boric y las fuerzas más extremistas de Chile.

De acuerdo con las cifras de la autoridad electoral, casi el 62% de los chilenos votó en contra de la nueva Constitución; mientras que un 38% votó a favor. Lo notable, también, fue la participación: altísima, de un 85%. En concreto, votaron más de 12 millones de personas, con casi 8 millones repudiando la propuesta izquierdista y solo 4 millones respaldándola.

El nuevo texto Constitucional pretendía reformar al Estado chileno y dilapidar todo aquello que convirtió al país en uno de los más libres y prósperos del mundo. A diferencia de la Constitución de 1980 —que blindaba la libertad económica, la propiedad privada y garantizaba el funcionamiento de un modelo de economía de mercado—, la nueva Constitución derogaba esos principios y abría el camino a mayor intervención estatal, limitaba la separación de poderes (suprimiendo el Senado) y desmontaba el principio de igualdad ante la Ley.

Esto último, siendo uno de los puntos más controvertidos: la nueva Constitución le brindaba derechos y privilegios especiales a los indígenas, que automáticamente los separaba del resto de la sociedad. 

Gabriel Boric aceptó su fracaso, pero aseguró que el proceso de consolidar una nueva Constitución no ha terminado. Sin embargo, el horizonte no luce nada bien para el presidente de izquierda, uno de los más jóvenes del mundo.

En 2020, el 80% de los chilenos votó a favor de una nueva Constitución. En diciembre de 2021, el 56% de los chilenos votó por Gabriel Boric, hasta el momento el presidente más izquierdista que ha tenido el país. Entonces, parecía imparable el proceso socialista de Chile, que amenazaba con acabar con la economía de mercado de uno de los países más libres del mundo. Sin embargo, todo cambió.

La luna de miel con Boric duró menos de un semestre, y hoy su aprobación es de apenas un 39% —afectada dramáticamente por una fuerte crisis económica y el aumento de la delincuencia—. Aunado a ello, millones de chilenos repudiaron su propuesta constitucional, urdida por militantes extremistas que ni siquiera se esforzaron en camuflar su dogmatismo ideológico.

Parece que Chile está despertando y corrigiendo su rumbo, que hasta hace pocos meses parecía en vía a un acantilado. El país más próspero de la región, con la clase media más robusta y preparada, debe demostrar que la libertad siempre es más valiosa y que el socialismo es simplemente un espejismo. Todavía están a tiempo.

Orlando Avendaño is the co-editor-in-chief of El American. He is a Venezuelan journalist and has studies in the History of Venezuela. He is the author of the book Days of submission // Orlando Avendaño es el co-editor en Jefe de El American. Es periodista venezolano y cuenta con estudios en Historia de Venezuela. Es autor del libro Días de sumisión.

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