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VÍDEO: Kevin McCarthy se reunirá con Biden para hablar del techo de deuda

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El techo de la deuda federal se elevará manteniendo el gasto público bajo control, según el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (republicano de California), quien dijo que se reunirá con el presidente Joe Biden el miércoles.

En una aparición en el programa Face the Nation de la CBS, McCarthy descartó la idea de que Estados Unidos vaya a incurrir en un impago de la deuda.

McCarthy dijo que “esto no fructificará hasta algún momento de junio”. Los demócratas fueron el blanco de sus críticas por sus intenciones de aumentar el techo de la deuda.

Además, el republicano declaró que durante las conversaciones con Biden, cualquier recorte a la Seguridad Social y Medicare estaría fuera de la mesa.

McCarthy, sin embargo, afirmó que los republicanos están dispuestos a “reforzar” los caros programas de jubilación y prestaciones sanitarias para mayores, lo que, según la administración de Biden, era simplemente otra forma de afirmar que pretenden reducir los programas.

“Sé que el presidente dijo que no quería tener ninguna discusión […] Quiero encontrar una manera razonable y responsable de que podamos levantar el techo de la deuda (y) tomar el control de este gasto desbocado”.

McCarthy

Estados Unidos alcanzó su límite de endeudamiento de 31,4 billones de dólares a principios de este mes, pero McCarthy insistió en que el Tesoro podría hacer frente a los pagos hasta junio. Esto aumentaría el riesgo de impago al nivel más alto visto desde un estancamiento del techo de deuda en 2011.

Republicanos y demócratas se encuentran en una encrucijada, cada uno quiere algo diferente. Antes de llegar a un acuerdo sobre el límite de endeudamiento, los republicanos quieren que la Casa Blanca se comprometa a reducir gastos; los demócratas quieren que se eleve el techo de deuda sin condiciones.

Cuando se le preguntó si apoyaría ampliar temporalmente el techo de deuda hasta septiembre, lo que algunos políticos creen que les daría más tiempo para completar acuerdos presupuestarios, McCarthy respondió: “No quiero sentarme a negociar aquí. Prefiero sentarme con el presidente y tener esas discusiones”.

¿Cómo afecta a los americanos la crisis del techo de deuda?

Todos los años desde 2001, cuando los ingresos fiscales no han sido suficientes para pagar todos los gastos del gobierno, incluidos los militares, los programas sociales y los salarios, el gobierno ha tenido que pedir prestado dinero.

Sin embargo, la cantidad de deuda que puede contraer Estados Unidos tiene un límite. El techo de la deuda fue establecido por el Congreso hace más de un siglo para evitar tener que autorizar cada préstamo adicional, ya que, según la Constitución americana, el Congreso debe aprobar todos los empréstitos. Desde entonces, el Congreso ha aumentado el techo de la deuda en numerosas ocasiones.

Las repercusiones no las verán los americanos hasta junio, según la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, pero el Congreso tiene que trabajar rápidamente para encontrar una solución. Sería una primicia histórica que Estados Unidos dejara de pagar su deuda, pero los analistas advierten de que probablemente provocaría un desastre financiero mundial.

Ahora que hemos alcanzado el límite, el Tesoro adoptará “medidas excepcionales” para mantener el gasto mientras agota su saldo de caja en la Reserva Federal (mediante una contabilidad extravagante que limita algunas inversiones públicas y reduce la cantidad de deuda sujeta al límite). Hay mucha incertidumbre en torno a ese periodo, pero la hipótesis general es que la pasarela durará al menos hasta junio.

El Congreso es el encargado de suspender o aumentar el tope, y durante los próximos meses es probable que miembros de ambos partidos busquen concesiones en un esfuerzo por llegar a un acuerdo.

En 2022, la Seguridad Social y Medicare recibieron más del 13 % y el 20 %, respectivamente, y más de 760.000 millones de dólares y 1 billón de dólares, respectivamente, del presupuesto federal, lo que los convierte en los dos programas más subvencionados por el Gobierno federal. Por el momento, no se prevén interrupciones en estos programas.

Sin embargo, los pagos de programas importantes como las prestaciones a veteranos y la ayuda alimentaria SNAP podrían retrasarse si el Gobierno entra en mora con su deuda, además de los pagos de la Seguridad Social y Medicare.

La temporada de declaración de 2022 del Servicio de Impuestos Internos (IRS) va del 23 de enero al 18 de abril. El IRS predice que los clientes recibirán sus devoluciones de impuestos dentro de los 21 días después de completar electrónicamente sus impuestos. Esta es una excelente noticia para los contribuyentes, ya que es muy probable que cualquier impacto del debate sobre el techo de la deuda se manifieste en junio o más tarde. La presentación de las declaraciones de impuestos debe proceder como de costumbre.

En octubre o noviembre, el IRS anuncia regularmente cambios en los tipos impositivos, así como nuevas leyes fiscales. Las modificaciones para 2023 podrían ser leves o grandes en función de la inflación de este otoño, ya que estas revisiones anuales alteran los impuestos para mantenerse al día con el coste de la vida.

Además, suspender las inversiones en pensiones federales es una posible conclusión sobre cómo el Gobierno seguirá teniendo suficiente dinero para pedir prestado. Para los cerca de dos millones de empleados federales civiles, el Sistema de Jubilación de Empleados Federales es uno de los mejores programas de jubilación disponibles. Tras la resolución del problema del límite de deuda, las inversiones en pensiones deberían recuperarse por completo.

El Gobierno federal estará financiado hasta el 30 de septiembre de 2023, cuando finalice el año fiscal, gracias al acuerdo de gasto de 1,7 billones de dólares que el Congreso acordó tras extensas negociaciones bipartidistas. A partir de entonces, el Gobierno se vería obligado a cerrar hasta que el Congreso apruebe un nuevo paquete presupuestario, lo que podría provocar que miles de trabajadores del Estado sean colocados en permisos no remunerados, similares a los más de 800.000 trabajadores que fueron juzgados innecesarios durante el cierre de 2019.

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