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A los 30 años de Desert Storm

Tal día como hoy, hace 30 años, el presidente George H. W. Bush anuncia el comienzo de la Operación Desert Storm. Una operación militar que tuvo como objetivo desplazar de Kuwait la invasión iraquí que había anexado el pequeño país del golfo (pero con altas reservas de petróleo) meses atrás. Bajo el mandato de USA, una coalición de países, con apoyo de las Naciones Unidas y en menos de dos meses, establecieron orden en la región. Este evento marcó la pauta en una nueva realidad mundial. USA pasó a determinar la estructura internacional, siendo líder en un mundo donde ganaba la democracia, el capitalismo y la estabilidad.

Décadas antes, a principios de los años 60, la realidad era distinta. La Guerra Fría había escalado a su momento más tenso. Una serie de eventos desde 1959 a 1961 también fijaron el rumbo del mundo: la fallida Invasión de Bahía de Cochinos, el levantamiento del Muro de Berlín y la crisis de los Misiles Nucleares en Cuba, culminaron en la política de Détente o distención entre USA y la Unión Soviética. Durante tres décadas, se limitaron a guerras subsidiarias, con bipolaridad de poder, en la cual cada potencia tenía su zona de influencia política, y trataba de demostrar poderío económico y militar.

USA buscó expandir su poderío a través del comercio, de manera exitosa. La Unión Soviética trató de demostrar el dominio del sistema comunista, pero por consecuente, quedando corto en poder económico con respecto a su rival americano. Con un sistema comunista, que se sostenía de recursos naturales, nunca llegó a ser más del 60 % de la economía americana entre el año 1960 y 1990. En su sistema comunista, quisieron demostrar ser auto suficientes, aislados del comercio internacional y fallaron. Siempre tuvieron influencia militar y política, en gran parte debido al poder de las armas nucleares, pero siempre estuvieron fallos en lo económico.

Esta era culminó a principio de los años 90. La caída del comunismo en el este de Europa en 1989; la aparición de distintos tratados de libre comercio en Asia, Europa y Norteamérica; la caída del Muro de Berlín en el año 1990 y la eventual disolución de la Unión Soviética representaron el fin de una era. Sin embargo, es la Operación Desert Storm la que podría argumentarse que es la marca inicial de la nueva época: USA desde entonces pasa a ser la única superpotencia en un sistema unipolar, donde la nación americana es la dominante en lo económico, lo militar y lo diplomático.

En era 1990-2020 USA dominó cómodamente el espacio económico. En un mundo globalizado e interconectado, los Estados Unidos dominaron. Pero en la realidad comercial, junto al libre comercio, que ayudó a millones de personas a salir de la pobreza, también cambió la dinámica internacional. Al momento del fin de la Guerra Fría, China apenas representaba el 5 % del tamaño de la economía de USA. Treinta años más tarde, ya es más de tres cuartos de la economía americana. Para el 2028, se estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de China sea mayor que el de USA.

China es un país con un gobierno autoritario, pero a diferencia de la Unión Soviética, abandonó el orden comunista en significantes componentes de la economía, entendiendo el poder del capitalismo para acumular riqueza y por ende poder. Con una población de mas de mil millones de ciudadanos, el incremento marginal económico de cada uno de ellos ha tenido un impacto portentoso en su crecimiento. Y es en esta realidad que llegamos a la presente dinámica internacional que pareciera estar cambiando.

El COVID-19 pareciera haber acelerado el proceso de cambio. China sigue creciendo, mientras el mundo occidental entró en recesión. Después de años de tensiones entre USA y China que se limitaban al libre comercio, pareciera ahora incluye disputas en los político y militar. A medida que China se acerca a convertirse en la economía más grande del mundo, empieza a influir en el comportamiento del resto de las naciones, a poner presión en el comercio internacional, y a dictar las normas de política diplomática. La crisis institucional en USA tampoco ha ayudado. El mundo tiende a seguir ejemplos, y los Estados Unidos ha dejado mucho que desear en los últimos meses. USA debe reencontrarse en su rol de liderazgo. Debe apoyarse en los logros. La invención de la vacuna contra el COVID-19 en tan solo meses, muestra lo mejor de la eficiencia del mundo libre. Esperemos que USA se apoye en sus logros y no sus fallas.

Pero Estados Unidos no está solo.

USA debe volver a extender la mano a sus aliados comerciales (y democráticos). El G7 (Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón, el Reino Unido y USA) representan a más de 750 millones de personas, y casi $38 Billones (Trillions en inglés) en PIB, o más del doble de la economía China.

Considerando que el PIB per cápita del G7 está en 43 mil dólares, mientras que el de USA está en 65 mil dólares, existe una diferencia importante del resto de los miembros del G7, que podrían acortar. Es deseable que USA se concentre en los próximos años en reestablecerse como aliados inquebrantables, y al resto del G7 copiar la política económica de los Estados Unidos. Es notable, que desde el 2010, el único miembro del G7 que ha incrementado el PIB per cápita, es USA. Solo en cooperación continua, podrán dominar los gobiernos libres en al ambiente político y económico.

Y así arranca un nuevo período. ¿Qué será de las próximas tres décadas? Difícil predecir. Hace treinta años, después del Desert Storm, era claro el liderazgo de USA para la cooperación internacional, marcando la pauta hasta el día de hoy. Esperemos, que luego los eventos del COVID-19, las próximas tres décadas resalten lo mejor de las soluciones que ha dado mundo libre ante la presente crisis, donde prevalezca la cooperación, el crecimiento, y la institucionalidad de los países libres.

Carlos is an economist with studies in business and political science. He currently lives in Canada, where he is a portfolio analyst for the oil sector // Carlos es un economista con estudios en negocios y ciencias políticas. En la actualidad vive en Canadá, donde es analista de portafolios del sector petrolero

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