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A los panistas cobardes, con cariño

Los panistas cobardes huyen ante Abascal. Imagen: Unsplash

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Estimados panistas cobardes, mis amigos. Saben que los aprecio y que me caen bien. Saben que son buenas bestias, aunque a veces sería bueno que fueran un poco menos bestias. Sé también que no les gusta ser cobardes, pero les da miedo dejar de serlo. Comprendo además que la visita de Santiago Abascal (presidente de Vox) al senado mexicano, invitado por el senador panista Julen Rementería, haya despertado sus más agudos temores.

Sin embargo, Abascal ya está de regreso en España, así que ustedes ya pueden respirar y salir de donde se escondieron. Vamos a platicar, con toda caridad.

Empiezo yo: los entiendo, de verdad.

Vieron a Santiago Abascal a Eduardo Verástegui, Agustín Laje y a buena parte de la derecha valiente haciendo presencia en un espacio político que hasta ahora le había pertenecido casi por completo a ustedes, y sintieron temor.

Se dieron cuenta que Abascal tiene en uno solo de sus discursos más personalidad, credibilidad y fortaleza de la que han mostrado los últimos 10 dirigentes del PAN en toda su carrera política, y sintieron pánico.

Entonces voltearon a Twitter y vieron que la izquierda estaba haciendo su papel tradicional de fingir indignación por el supuesto “fascismo” de Vox, en un ejercicio de difamación que es costumbre de los zurdos, y entonces sintieron terror.

Por eso, presas de la cobardía se lanzaron contra sus compañeros panistas y contra Vox, por medio de mensajes torpemente planteados en las redes sociales, donde acusaron a Santiago Abascal y a su partido de ser “totalitarios”, “extremistas”, “violentos” y “fascistas”, repitiendo como loros un discurso que ni siquiera entendían, contra un partido al que en realidad no conocen.

Eso explica por qué, cuando desde la propia derecha vino la réplica y les exigimos que nos explicaran en qué argumentos basaban sus acusaciones contra Vox, o borraron su tuit o de plano escondieron el celular.

Aquella tarde del jueves 2 de septiembre les pregunté en Twitter si es que en serio son felices portando los logos socialistas del PRI y el PRD, pero les arde tanto que venga Santiago Abascal. Bueno, pues ahora ya con los ánimos más calmados, les repito la pregunta:

¿En serio se sienten tan contentos y felices de compartir logotipos con el PRI y el PRD, 2 partidos de la Internacional Socialista e históricamente enfrentados al PAN, pero les duele hasta el punto de una condena pública la mera visita del dirigente de Vox que (ustedes lo saben y yo también) es mucho más cercano a Acción Nacional?

Y sí, se lo que responderán: “Es que la alianza con el PRI y el PRD es necesaria para derrotar a López Obrador”. Y no lo discuto, podrán no gustarme muchas cosas de Va por México y podría cuestionar (cómo lo he hecho y lo seguiré haciendo) sus estrategias de comunicación en campaña, pero en las circunstancias actuales la necesidad de esa alianza es evidente, como lo conversábamos en la entrevista que Gustavo de Hoyos, líder de Sí por México, nos concedió en exclusiva para El American.

 La visita de Vox a México puso en pánico a los panistas cobardes. Imagen: EFE/Kiko Huesca
La visita de Vox a México puso en pánico a los panistas cobardes. (EFE)

Bueno, pues igualmente respetable debería ser para ustedes, mis queridos panistas cobardes, el que visite México el dirigente nacional de un partido legal y democrático, que participa en la lucha electoral con pleno respeto a las leyes españolas y a los principios de la democracia liberal.

Sí, también entiendo que les dio miedo la reacción negativa de la izquierda ante la visita de Santiago Abascal, pero al correr como pollitos espantados para deslindarse de Voxsin un argumento medianamente sólido, ustedes han enviado un profundo mensaje de debilidad.

Quedaron como sus mascotas de la izquierda. Cada uno de sus tuits condenando a la reunión con Abascal y difamando a Vox fue el un reflejo pavloviano de una derecha cobarde, que está tan acostumbrada a pedir la misericordia de la izquierda que ya lo hace en forma automática, como reflejo. Sin pensar.

Es básicamente lo mismo que había explicado hace algunos meses. Cuando la izquierda los acusa de retrógradas o fascistas, bajan la cabeza, esperando que no los critiquen mucho, y si hablan es para alegar que ustedes están en onda y son moderno, pero nada más un poquito menos que los progres. Básicamente le piden a la izquierda que les de permiso de ser tantito conservadores y se agachan cuando los progres les niegan ese permiso y los humillan una vez más.

Se las volvieron a aplicar. Ustedes quisieron posicionarse como moderados y modernos, pero terminaron como cobardes y caóticos, corriendo de un lado al otro en un intento por demostrarle a la progresía que ustedes no son peligrosos, que son chiquitos y obedientes.

Finalmente, mis estimados panistas cobardes

Me resulta muy curioso como usaron en contra de Vox las mismas mentiras que la izquierda utiliza cotidianamente para difamarlos a ustedes. Ya saben, el cuento de que son “fascistas y ultraderechistas”. Al hacerlo, cumplieron el estereotipo del nerd que se lanza contra el resto del club de matemáticas, acusándolos de ser nerds, con la esperanza de que las chicas populares de la prepa lo dejen sentarse en la mesa con ellas. Y sabemos que nunca lo van a juntar.

Ni modo, mis estimados panistas cobardes. Esta semana no sólo enseñaron el cobre, lo fundieron para forjarse sus cadenas de esclavos de la progresía, pero todavía pueden cambiar.

Entiendo que Santiago Abascal los asustó y que le tienen envidia. Comprendo también que no es perfecto y que Vox no es el cielo en la tierra, son políticos; pero mucho más valientes y carismáticos que ustedes. Eso sí, el ejemplo de Vox está sembrándose en México así que, o aprenden y se vuelven un poquito menos miedosos, o se quedarán siendo cobardes…y haciendo corajes.

Gerardo Garibay Camarena, is a doctor of law, writer and political analyst with experience in the public and private sectors. His new book is "How to Play Chess Without Craps: A Guide to Reading Politics and Understanding Politicians" // Gerardo Garibay Camarena es doctor en derecho, escritor y analista político con experiencia en el sector público y privado. Su nuevo libro es “Cómo jugar al ajedrez Sin dados: Una guía para leer la política y entender a los políticos”

1 comentario en «A los panistas cobardes, con cariño»

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