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Rusia ha lanzado un ataque masivo contra el territorio ucraniano, después de semanas de tensiones, esfuerzos diplomáticos fallidos y un enorme despliegue militar ruso.
Las principales operaciones militares comenzaron el 24 de febrero de 2022, por la noche, dos días después de que el Kremlin enviara tropas rusas a las regiones separatistas de Donetsk y Luhansk. En plena noche, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció en un discurso televisado que autorizaba una “operación militar especial” en la región de Donbás, marcando el inicio oficial de un conflicto armado directo entre Kiev y Moscú.
Mientras comenzaba el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el presidente Putin anunció una declaración de guerra efectiva a Kiev, diciendo que el objetivo de la operación militar autorizada es “la desmilitarización de Ucrania y el castigo de los nazis y los criminales”, pidiendo al ejército y a los soldados ucranianos que depongan las armas.
Putin también amenazó a cualquier actor que pudiera defender a Ucrania, diciendo que “aquellos que traten de impedírnoslo recibirán una respuesta militar, esta respuesta llevará a consecuencias que no conocen. Estamos preparados para todo”. Pocos minutos después del discurso, los medios de comunicación y los periodistas comenzaron a informar de explosiones en Kiev, la capital ucraniana.
El martes, las señales de guerra en Ucrania se volvieron más inquietantes a medida que pasaba el tiempo. La concentración militar rusa seguía aumentando, las regiones separatistas del este de Ucrania pedían ayuda militar a Moscú, el presidente ucraniano Volodymyr Zelinsky pronunció un apasionado discurso en el que reunía al pueblo ucraniano y confirmaba que el Kremlin había dado la orden de invadir Ucrania. Por la noche, se cerró todo el espacio aéreo ucraniano, se declaró a Kiev bajo la ley marcial y pocas horas después las fuerzas militares rusas iniciaron su ataque anticipado.
Ucrania ha estado en una guerra efectiva con las fuerzas separatistas pro-rusas en la región de Donbas, sin embargo, este anuncio marca el comienzo de un estado de guerra directo entre el estado de Rusia y Ucrania.
