La Cámara Baja del estado de Alabama, controlada por los republicanos, aprobó este jueves una ley que criminaliza los servicios médicos para transición de género en menores.
La ley aprobada, que necesita la firma de la gobernadora Kay Ivey para entrar en vigor, convierte en un delito penalizable con hasta diez años de prisión el suministro de servicios médicos como tratamientos hormonales, bloqueadores de la pubertad y cirugías de cambio de sexo a menores de 18 años.
Si entra en vigor, Alabama se convertiría en el tercer estado que bloquea el acceso a tratamientos de transición de género para menores, después de Arkansas y Tennessee, y en el primer estado que lo criminaliza.
Los representantes del estado tienen pendiente otra ley, que prohíbe a los profesores hablar de sexualidad e identidad de género en las aulas a los niños.