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Alejandro Mayorkas debe ser destituido

Alejandro Mayorkas Must Be Impeached

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COMO UNA compañía de medios orientada hacia un grupo demográfico específico, El American siempre buscará promover a los hispanos a puestos de poder, ya sea desde líder de una junta escolar local hasta ocupar la Oficina Oval. Aunque nuestra posición editorial es conservadora, nuestro deseo de ver triunfar a los hispanos trasciende las líneas personales y partidistas.

Por lo tanto, para nosotros no es placentero exigir la destitución de uno de los líderes hispanos más poderosos del país, aunque sea bajo una administración demócrata. Sin embargo, las fallas del actual secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas, son tan inmensas que ya no pueden ignorarse.

Como inmigrante cubano cuya familia huyó del régimen comunista de Fidel Castro, uno esperaría que Mayorkas aprecie las incomparables libertades que ofrece la vida en los Estados Unidos y por qué su integridad sigue siendo de suma importancia. Sin embargo, desde su nombramiento en enero de 2021, ha mostrado tanto su grave incompetencia como su desdén por proteger la frontera sur de Estados Unidos.

Los hechos hablan por sí mismos. Más de 3.1 millones de inmigrantes ilegales han sido detenidos por las autoridades fronterizas desde que Biden asumió el cargo, y más de 800,000 han evadido la captura; un número considerablemente más alto que el de detenciones durante toda la administración Trump. Mientras tanto, los dos millones de cruces ilegales en 2021 representan un récord, más de cinco veces el número que cruzó en el año anterior.

Bajo la supervisión de Alejandro Mayorkas también ha habido al menos 1,000 muertes reportadas a lo largo de la frontera sur. El mes pasado, 53 migrantes, incluidas docenas de mujeres y niños, murieron bajo una exposición extrema al calor cuando fueron encerrados por los traficantes de personas en un camión sin aire acondicionado.

Los violentos carteles mexicanos arman la inmigración ilegal como una táctica de distracción para transportar miles de kilos de drogas a través de la frontera, obteniendo decenas de millones en ganancias. Esto ha contribuido a la epidemia de opioides en curso, con al menos 108,000 americanos muertos por sobredosis en 2021. Para poner ese número en perspectiva, es lo mismo que toda la población de Green Bay, Wisconsin, muriendo debido al abuso de sustancias.

La situación en la frontera sur es una crisis humanitaria, sin embargo, Mayorkas y el Gobierno Biden no muestran absolutamente ninguna señal por tratar de detener el flujo de personas. En cambio, la administración está avanzando en un plan para entregar tarjetas de identidad a quienes crucen ilegalmente la frontera, permitiéndoles tener acceso a los beneficios y sacar dinero de la cartera pública en un momento en que el país está en recesión económica.

Al exacerbar deliberadamente la crisis, Mayorkas está traicionando su juramento. En mayo, rechazó la amenaza de juicio político de los republicanos de la Cámara, insistiendo en que está “increíblemente orgulloso” del trabajo que ha realizado en el DHS. Sin embargo, el apoyo a su juicio político merece respaldo bipartidista. Justo esta semana, la alcalde demócrata de Washington DC, Muriel Bowser, solicitó el apoyo de la Guardia Nacional para hacerle frente a las cargas de autobuses de los migrantes que llegan a la capital de la nación, llamándolo un “punto de inflexión”. Mayorkas permanece en silencio.

Aunque Biden debe compartir la culpa de esta tragedia, la responsabilidad recae directamente en el liderazgo del DHS. Los republicanos podrán hacerle el #ImpeachMayorkas si recuperan el control del Congreso a finales de este año, pero eso es demasiado tiempo para esperar. En este momento, el Congreso tiene la responsabilidad de actuar contra este cínico, incompetente y deshonesto actor político.

The Editorial Board

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