fbpx
Saltar al contenido

Alexandria Ocasio-Cortez, yonqui de los impuestos

alexandria ocasio-cortez

Read in English

La familia de Alexandria Ocasio-Cortez ha rechazado los más de $100,000 recaudados mediante GoFundMe para ayudar a su abuela en Puerto Rico. Su actitud pone de manifiesto en la práctica uno de los fallos conceptuales fundamentales del socialismo.

En un tweet publicado el pasado 2 de junio, Alexandria Ocasio-Cortez se quejaba amargamente de las condiciones en las que se había encontrado el hogar de su abuela en Puerto Rico, después del paso del huracán María.

Después de más de una año sin haberla ido a visitar por culpa de la pandemia, y una semana después de que su abuela hubiera enfermado, Alexandria Ocasio-Cortez publicó unas fotos en las que se apreciaba la precariedad en la que se encontraba la casa de su abuela y, cómo no, AOC culpó a Trump por haber bloqueado la ayuda gubernamental.

Por supuesto, la mayoría de sus abducidos seguidores picaron en el sentimentalismo de Alexandria. No es de extrañar. Sin embargo, otras personas se han dado cuenta de la hipocresía y manipulación de la demócrata, criticándola por no ayudar a su propia abuela mientras ella conduce un Tesla y vive de lujo en New York.

Tras la maniobra publicitaria de Alexandria Ocasio-Cortez, el comentarista conservador Matt Walsh trató de poner de manifiesto la hipocresía de Alexandria, organizando una campaña en GoFundMe con la que recaudar fondos para ayudar a la pobre abuelita de AOC. En pocos días consiguió recaudar más de $100,000, que la familia de Alexandria Ocasio-Cortez se ha apresurado a rechazar.

Ante las abrumadoras críticas, Alexandria Ocasio-Cortez trató de defenderse explicando que sí había ayudado a su abuela y que ya llevaba tiempo sin vivir en donde las fotos mostraban, pero que tuiteó para poner de relieve un problema sistémico. O sea, que aparentemente mintió sobre la situación de su propia abuela para dar pena, pero según ella lo hizo para denunciar lo fallido del sistema en general.

Alexandria Ocasio-Cortez no quiere solucionar problemas, quiere vivir de denunciarlos

El motivo por el que una socialista como AOC rechaza las donaciones y exige que se paguen impuestos para ayudar a los pobres, es el mismo motivo por el que un mendigo yonqui rechaza que le des comida cuando lo que te ha pedido es “dinero para comer”.

No estamos diciendo que Alexandria Ocasio-Cortez ni los socialistas estén enganchados a las sustancias psicotrópicas – aunque eso explicaría muchas cosas -, sino que los socialistas como Alexandria Ocasio-Cortez son adictos a manejar el dinero de los impuestos, y es por ello que fomentan el asistencialismo por parte del gobierno.

alexandria ocasio-cortez
Alexandria Ocasio-Cortez. Fuente: EFE

El drogadicto que pide limosna aduciendo tener hambre, prefiere el dinero en efectivo antes que la donación de comida, para así poder gastarlo en sus vicios. El socialista, en supuesta representación de los hambrientos, rechaza la caridad privada y exige el pago de impuestos, para así poder gastarlo en perpetuar el sistema de “redistribución de riqueza”. Quieren que el gobierno sea el monopolista de la ayuda a los desfavorecidos.

Cuando la dejan, la sociedad civil se organiza por su cuenta para resolver los problemas de forma mucho más efectiva que cuando se encarga el gobierno. Por eso los socialistas desprecian la caridad privada y pretenden erigirse en los únicos representantes autorizados de los pobres. Sin esa consideración, se quedarían sin la excusa perfecta para poder tener acceso al dinero de los contribuyentes.

En realidad no es una cuestión de dinero, sino de poder. No es que el socialista desee el dinero de los contribuyentes para robarlo en beneficio propio – aunque algunos políticos corruptos lo hagan -, sino que pretenden que el gobierno sea el único que gestione la caridad para así perpetuarse en el poder.

Los socialistas aparentan ser los únicos interesados en los desfavorecidos, cuando su interés por el bienestar de los pobres es el mismo que muestran las garrapatas por el bienestar de los perros.

Porque si algo hacen las políticas socialistas es acentuar los problemas contra los que dicen luchar, generando millones de personas que creen necesitar del socialismo para resolver dichos problemas. Es una serpiente que se muerde la cola en un bucle sin fin de miseria. Es como un borracho que desayuna cerveza para mitigar la resaca de la noche anterior; o como el drogadicto que pide “dinero para comer” porque las drogas – y no él – tienen la culpa de que esté pasando hambre.

Ignacio Manuel García Medina, Business Management teacher. Artist and lecturer specialized in Popular Culture for various platforms. Presenter of the program "Pop Libertario" for the Juan de Mariana Institute. Lives in the Canary Islands, Spain // Ignacio M. García Medina es profesor de Gestión de Empresas. Es miembro del Instituto Juan de Mariana y conferenciante especializado en Cultura Popular e ideas de la Libertad.

Social Networks: @ignaciomgm

Deja una respuesta

Total
0
Share