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La ambigua respuesta de Biden hacia los migrantes venezolanos está costando vidas

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LA PRINCIPAL propuesta de Biden para los migrantes venezolanos en su campaña de 2020 fue el temporary protected status (TPS). Y lo cumplió… más o menos.

Han pasado dos años y más de ¾ de las solicitudes aún no han sido procesadas, dejando a miles de venezolanos sin permiso de trabajo ni autorización de viaje para ver a sus familias. Esto, por supuesto, los condena a la pobreza, ya que solo pueden trabajar ilegalmente.

Un buen amigo, que prefirió permanecer en el anonimato, trabaja en una fábrica en el norte del estado de New York. Gana 15 dólares por hora, pero su empleador le retiene 100 dólares semanales de su sueldo porque no tiene permiso de trabajo. Lo solicitó hace más de un año. Ahora está perdiendo 5,200 dólares al año.

Y es uno de los afortunados.

Miles de venezolanos llevan más de 4 o incluso 5 años esperando su entrevista de asilo. Entre ellos, mi padre, taxista en Houston.

Hay quienes están lo suficientemente desesperados como para cruzar el mortífero Tapón del Darién, una gran selva en la frontera colombo-panameña. Después de que el Gobierno mexicano exigiera a los venezolanos un visado para entrar en su país —bajo la presión de la administración Biden—, volar a México para cruzar la frontera dejó de ser una opción. El Gobierno Biden pensó que esto debería ser suficiente para desincentivar a los venezolanos a cruzar la frontera.

Como de costumbre, se equivocó. La semana pasada, las redes sociales se inundaron de videos de venezolanos que iniciaban su viaje en una de las selvas más mortíferas de América Latina. Algunos de ellos se rompieron un hueso y no pudieron continuar el viaje y los dejaron morir. Hubo noticias de una pareja que se ahorcó después de ver a su hijo ahogarse en los peligrosos ríos del Darién.

13,194 venezolanos cruzaron la frontera sur en junio, la cifra más alta desde enero. Y la cifra no bajará tan fácilmente.


Este artículo apareció originalmente en el boletín de El American el 20 de julio de 2022. ¡Suscríbete gratis aquí!

Edgar is political scientist and philosopher. He defends the Catholic intellectual tradition. Edgar writes about religion, ideology, culture, US politics, abortion, and the Supreme Court. Twitter: @edgarjbb_ // Edgar es politólogo y filósofo. Defiende la tradición intelectual católica. Edgar escribe sobre religión, ideología, cultura, política doméstica, aborto y la Corte Suprema. Twitter: @edgarjbb_

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