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En una nueva edición de El American Libre, su host, Pablo Kleinman, aborda la situación de cómo el Partido Demócrata quiere expandir la Corte Suprema, más conocido como court-packing.
Kleinman recuerda cómo en el pasado Joe Biden dio un discurso referente al aumento de número de jueces de la Corte, citando el plan del expresidente Franklin Delano Roosevelt de nueve a quince jueces, que le aseguraría una aprobación del New Deal.
Para ese entonces, el mismo Partido Demócrata se mostró en desacuerdo a este intento de power-grab por parte de Roosevelt, puesto que consideraban que la Corte Suprema debía ser independiente y no debía responder a pasiones partidistas o a coacción silenciosa.
Recordó Kleinman cómo desde el pasado, Biden se ha venido mostrando cauteloso de expresar realmente sus ideas sobre la expadir la Corte. Pero ahora, finalmente USA ha sabido que el presidente está de acuerdo con la misma medida que el mismo Partido Demócrata bloqueó en el pasado.
Con el reciente nombramiento de una comisión especial que estudiará la posibilidad de expandir la Corte, a juicio de Kleinman, los demócratas están buscando avanzar en esa propuesta —independientemente del resultado que se obtenga—.
«Estamos siendo testigos de un juego de poder para someter a los débiles jueces nombrados por el Partido Republicano, como es el caso del juez John Roberts, quien profesa por encima de todo una preocupación por la ostensible integridad institucional de la Corte», aseveró Kleinman.
Para el presentador, evitar el nombramiento de jueces marcadamente conservadores fue un error estratégico histórico por parte de los republicanos; error que no cometió Donald Trump. Agregó que esta actitud del expresidente influirá como ejemplo sobre los futuros presidentes republicanos respecto a la Corte Suprema.
«Los demócratas nunca han tenido reparo para nombrar jueces de izquierda a la Corte Suprema siempre que pudieron hacerlo, como el caso de Sotomayor y Kagan», afirmó.
A juicio de Kleinman, los demócratas siguen el modelo de Hugo Chávez para controlar la Corte Suprema. Dicho esfuerzo, dice, va de la mano con otra serie de factores que componen un gran intento de acumulación de poder por parte de la izquierda. Entre las otras medidas apoyadas por los demócratas para este power-grab, cita el intento de transformación de Washington D. C. en estado federal para romper el empate en número de escaños en el Senado.
Su análisis sugiere que Biden está operando como un Caballo de Troya de la extrema izquierda presente en su partido y que, como esta ideología es la regente en las filas demócratas, este las sigue para ganar popularidad.
