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Por Victoria Coates*
Recientes encuestas de TIPP Insights muestran que mayorías significativas y bipartidistas de estadounidenses esperan que el 118º Congreso desempeñe un papel más significativo en los principales retos de seguridad nacional, especialmente en la financiación de Ucrania, la seguridad energética y la República Popular China. Estos resultados sugieren un interés general y significativo en una mayor supervisión del Congreso sobre la política de seguridad nacional de lo que ha sido tradicionalmente el caso. Los encuestados de más edad y más ricos son los que tienden a pensar así con más fuerza.
El Presidente Biden ha estado intentando enmarcar los resultados de las elecciones de mitad de mandato de 2022 como una indicación de la aprobación general de sus dos primeros años en el cargo; los nuevos datos sugieren que, al menos en cuestiones de seguridad nacional, puede que no sea así, y que a los votantes les gustaría que el Congreso ejerciera más influencia.
En anteriores encuestas del TIPP, un gran número de encuestados mostraron una gran preocupación por cuestiones como Ucrania, energía y China. Este verano, por ejemplo, una encuesta encontró un amplio apoyo tanto para contribuir a la defensa de Ucrania contra Rusia como para que el Congreso supervise cómo se administra esta ayuda.
Los datos actuales del TIPP sugieren que este sentimiento puede estar creciendo, incluso cuando el Presidente Biden ha redoblado su promesa de hacer “todo lo que haga falta durante todo el tiempo que haga falta” para ayudar a Ucrania.
A la pregunta de si el Congreso debería desempeñar un papel más importante a la hora de dirigir la ayuda a Ucrania, los demócratas fueron, sorprendentemente, más proclives a responder afirmativamente (78%) que los republicanos (64%) o los independientes (60%). Estas cifras sugieren que, cuando el Presidente Biden presente futuras solicitudes de financiación para Ucrania, tendrá que ser más comunicativo con una estrategia para concluir con éxito la guerra.
Mayorías aún mayores de los tres partidos quieren que el nuevo Congreso sea más activo a la hora de garantizar la seguridad energética de la nación. A esta pregunta, el 88% de los demócratas, el 87% de los republicanos y el 86% de los independientes respondieron afirmativamente.
Por supuesto, estas respuestas podrían deberse a distintos factores. Sería útil realizar encuestas de seguimiento para determinar hasta qué punto estas respuestas reflejan, por ejemplo, la preocupación por el aumento de los precios de la energía o el deseo de una mayor acción en cuestiones climáticas. Si efectivamente hay motivaciones divididas, estos datos sugieren que ambas partes van a tener dificultades para hacer avanzar sus intereses energéticos en el próximo Congreso.
El 83% de los republicanos, el 81% de los demócratas y el 76% de los independientes respondieron afirmativamente. Es notable ver este nivel de acuerdo entre partidos sobre cualquier tema, dada la naturaleza cada vez más polarizada de la política americana. Los datos sugieren claramente que China se ha convertido en el tema más difícil de alcanzar: el que une al país en torno a una política que, en gran medida, será coherente independientemente de quién controle el Congreso o el 1600 de Pennsylvania Avenue. La legislación diseñada para contrarrestar a China puede ser la única legislación no esencial capaz de avanzar a través del nuevo Congreso, estrechamente dividido.
En cada una de estas preguntas, la proporción de encuestados que dijeron “no estar seguros” de si el Congreso debería imponerse con más fuerza fue bastante baja: en Ucrania, sólo el 9%; en energía, sólo el 7%; y en China, sólo el 8%. Además, sólo había una discrepancia de 1 a 3 puntos entre partidos políticos. Esto indica que los americanos siguen de cerca estos temas y están notablemente unidos en su creencia de que el Congreso debe desempeñar un papel más importante. Esto, a su vez, sugiere que no están satisfechos con el liderazgo en estos temas del Presidente Biden.
En el próximo Congreso, la Cámara de Representantes estará controlada por los republicanos y el Senado por los demócratas, ambos por márgenes muy estrechos. A pesar de ello, este sondeo sugiere claramente que los votantes desean que el 118º Congreso supere sus diferencias políticas y desempeñe un papel históricamente destacado en la protección de la seguridad nacional.
*Victoria es investigadora principal de asuntos internacionales y seguridad nacional en el Margaret Thatcher Center for Freedom.
Este artículo forma parte de un acuerdo entre El American y The Heritage Foundation.
