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¿Por qué los americanos cada vez creen menos en la prensa liberal?

¿Por qué los americanos cada vez creen menos en la prensa liberal?

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LOS AMERICANOS están dejando de creer en la gran prensa liberal. Y no es por “campañas de desinformación” de “la derecha, sino por las acciones políticas de la izquierda. Veamos tres buenos ejemplos:

1) Premios por difundir información falsa

Cuando Donald Trump impugnó la concesión de los premios Pulitzer a The New York Times y a The Washington Post por sus reportajes de investigación sobre la supuesta colusión entre la campaña de Trump de 2016 y Rusia, había quedado claro que el mal llamado “reportaje de investigación” del NYT y el WP fue una descarada campaña de desinformación que hoy está completamente desacreditada. Pero el Comité Pulitzer todavía se niega a admitir realmente que esos reportajes de “investigación” se limitaron a difundir falsificaciones con propósitos de campaña.

Aquella campaña de descredito contra Trump siguió adelante con el “Dossier Steele”, un montaje del exagente de inteligencia británico Christopher Steele, financiado por la firma de investigación FusionGPS vinculada a la campaña de Hilary Clinton y promovido en medios afines al Partido Demócrata por el abogado de la campaña, Michael Sussman. Se filtró a la prensa a principios de 2017, poco antes de que Trump jurara como presidente, y permitió a los demócratas lanzar la “investigación” Russiagate de Mueller. Entre los involucrados habrían estado el director de la CIA John Brennan, () y el director del FBI James Comey, quienes dieron credibilidad a la supuesta autenticidad de las falsificaciones de Steele.

2) Encubrimiento laptop de Hunter Biden

Cómo olvidar el encubrimiento del escándalo de la computadora de Hunter Biden. El 14 de octubre de 2020, semanas antes de las elecciones presidenciales, la computadora sale a la luz en un reportaje del New York Post sobre un posible tráfico de influencias con altos funcionarios de inteligencia de China, Rusia y Ucrania, del hijo del candidato presidencial Joe Biden.

La computadora de Hunter Biden con su información presuntamente incriminatoria sobre los tratos comerciales con Beijing y Moscú fue “descreditada” por 51 exagentes de inteligencia en una carta en la que afirmaron que tenía las características clásicas de una operación de desinformación rusa. Pero la computadora y su contenido eran reales y esos “expertos” lo sabían. El reportaje de investigación de New York Post fue temporalmente desacreditado y su difusión en internet censurada por los grandes plataformas de redes sociales. Año y medio después de las elecciones, los hechos finalmente fueron aceptados. La computadora sí es de Hunter Biden y la información sí es real.

3) Comité del 6 de enero

Ahora tenemos al Comité del 6 de enero, un esfuerzo de “investigación” que no es otra cosa que un montaje del “tercer intento de juicio político”. El propósito sería evitar que Trump vuelva a postularse a la Presidencia. Y el resultado predeterminado sería que Trump sea declarado “culpable” de cualquier cosa. Para conformar un comité 100 % anti-Trump, la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, vetó los nombramientos al comité de los representantes Jim Banks y Jim Jordan. Por ello el líder de la minoría de la Cámara, Kevin McCarthy, retiró a sus cinco candidatos republicanos al Comité. Y durante las audiencias del 6 de enero no se permitió ningún testigo en defensa de Trump, ningún contrainterrogatorio y ninguna prueba exculpatoria.

La gran “noticia” de la prensa liberal americana ha sido la “investigación” de un comité que prefiere no ver el tuit del 29 de julio de 2022 del general Keith Kellogg, afirmando que el 3 de enero de 2021, Trump, frente a testigos, ya había pedido las “tropas necesarias” para el 6 de enero en presencia del propio Kellogg.

Un comité que se niega a revisar por qué Pelosi habría rechazado las solicitudes de mayor seguridad para el Capitolio. Y, sobre todo, como explica el abogado Mark Levin, un comité que pretende aparentar un juicio sin derecho a la defensa en un Congreso que carece autoridad –limitada constitucionalmente al Poder Judicial para una investigación criminal–. Pero para esa “prensa” Trump tiene que ser “culpable” del 6 de enero mediante “pruebas” como las premiadas “investigaciones” del NYT y el WP, o las mentiras de “51 expertos en inteligencia” sobre la computadora de Hunter Biden.

Guillermo Rodríguez is a professor of Political Economy in the extension area of the Faculty of Economic and Administrative Sciences at Universidad Monteávila, in Caracas. A researcher at the Juan de Mariana Center and author of several books // Guillermo es profesor de Economía Política en el área de extensión de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Monteávila, en Caracas, investigador en el Centro Juan de Mariana y autor de varios libros

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