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El arzobispo de los Servicios Militares de Estados Unidos, Timothy Broglio, emitió un comunicado este martes en el que dijo que, aunque la vacunación es “moralmente permisible” según la Conferencia de Obispos Católicos, se debe permitir a las tropas católicas americanas que se nieguen a vacunarse si así lo prefieren y que la vacunación no debe ser obligatoria.
Broglio alentó a las tropas a recibir la vacuna, pero reconoció que algunas personas han cuestionado si la posición de la iglesia que alienta la inyección “impide que una persona forme una creencia religiosa sincera de que recibir la vacuna violaría su conciencia”.
En respuesta, la afirmación de Broglio es breve: “no es así”.
Según explica en su comunicado, “las vacunas Pfizer y Moderna Covid-19 se probaron utilizando una línea celular derivada del aborto”, por lo que su uso se considera una “cooperación material remota con el mal”. Sin embargo, el arzobispo aclara que este vínculo “nunca es pecaminoso”.
“La Congregación para la Doctrina de la Fe examinó estas preocupaciones morales y juzgó que recibir estas vacunas no constituye una cooperación formal con el aborto, y por lo tanto no es un pecado”, lee el texto.
En ese sentido, el arzobispo dice que la conciencia humana es “el núcleo y santuario más secreto de un hombre”, y por lo tanto “nadie debe ser obligado a recibir una vacuna Covid-19 si viola la santidad de su conciencia”.
Además, el texto indica que cualquier castigo que se imponga “contra aquellos que plantean objeciones serias y basadas en la conciencia, sería contraria a la ley federal y moralmente reprobable”.
El Pentágono ordenó la vacunación obligatoria para las tropas en agosto. El portavoz de la institución, John Kirby, dijo entonces que “en la fuerza en servicio activo, el 68% está completamente vacunado y estimamos que poco más del 76% tiene al menos una dosis”.
