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Beijing planea un nuevo tipo de guerra para la que Washington y sus aliados deben prepararse

Beijing, El American

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En su Informe anual al Congreso de 2019 Military and Security Developments Involving the People’s Republic of China, la Oficina del secretario de Defensa explicaba que Beijing explora la próxima generación de guerra inteligente, incluyendo:

  • Guerra de desgaste con drones autónomos de Inteligencia Artificial (IA) con inteligencia de enjambre, como la de colonias de hormigas o termitas, cardúmenes de peces y bandadas de pájaros, para abrumar los sistemas de seguridad y respuesta enemigos.
  • Guerra móvil entre dominios mediante dispositivos y sistemas de guerra electrónica para los seis dominios operativos de las organizaciones militares: aire, tierra, espacio, mar, humano-cibernético y espectro electromagnético.
  • Confrontación espacial mediante IA de selección de objetivos, comunicación por satélite y prevención de colisiones.
  • Operaciones de control mental mediante Inteligencia de Vigilancia y Reconocimiento ISR desagregados por IA para dominar la mente del enemigo.

Beijing también busca mayor autonomía de vehículos aéreos, de superficie y submarinos no tripulados para formaciones híbridas, tripuladas y no tripuladas, e investiga la combinación directa de capacidades de IA, cerebros humanos mediante interfaces neuronales. Y empleará la IA para identificar, evaluar y usar velozmente en paralelo información múltiples voluntades interrelacionadas partiendo de masivas cantidades de data.

El Ejército, la Fuerza Aérea, la Marina y el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos investigan enjambres de drones inteligentes, pero no tanto los aspectos cognitivos de la guerra inteligente como los chinos. Koichiro Takagi, miembro senior del Comando de Investigación y Desarrollo de Evaluación de Capacitación de la Fuerza Terrestre de Autodefensa de Japón, señaló que los militares chinos piensan que el concepto operativo central de la guerra inteligente será controlar la voluntad del enemigo, utilizando la IA para dominar la voluntad enemiga, desde el jefe del ejecutivo, los miembros del Congreso y los comandantes militares, hasta los ciudadanos comunes. 

Beijing planea usos de la IA diferentes de los que Washington y sus aliados prevén, porque el tecno-totalitarismo chino busca formas de emplear contra el enemigo su amplia experiencia en tecnologías de control social de la población china. Como Takagi explica, los teóricos militares chinos piensan que la guerra cambiará radicalmente en el futuro cercano porque:

“Creen que el desarrollo de la tecnología de información ha llegado a sus límites y las guerras futuras ocurrirán en el dominio cognitivo”, y “China pretende explotar una vía de ataque directo contra la cognición humana, usando IA y armas no tripuladas. Los constructores franceses de la Línea Maginot no podían imaginar el asalto de fuerzas blindadas alemanas desde el Bosque de las Ardenas (…) y quienes se han acostumbrado a casi tres décadas de guerra en la era de la información desde la Guerra del Golfo, la guerra inteligente o cognitiva parece una forma de pensar extraña y poco realista”.

Tres informes del ejército chino de 2019 obtenidos por el Washington Times a finales de 2021 revelaron que Beijing ha investigado por años el control cerebral como parte clave de una guerra inteligente y ha robado masivas cantidades de información aquí, aquí, aquí y aquí e infinidad de otros casos y como Takagi señala, para sus planes Beijing ya acumula: 

“(…) gran cantidad de información personal de funcionarios gubernamentales y ciudadanos americanos comunes, que garantice una base para influir en el pensamiento de las personas. Esto incluye los datos confidenciales de 21 millones y medio de personas de la Oficina de Administración de Personal de los Estados Unidos, la información personal de 383 millones de personas de un hotel importante y datos confidenciales sobre más de 100,000 miembros del personal de la Armada de los Estados Unidos. Y el gobierno chino usó a las grandes tecnológicas chinas para procesar esta enorme cantidad de datos, haciéndolos útiles para actividades de inteligencia. Por esta vía (…) China incluso ha logrado identificar Agentes de la CIA operando en países extranjeros mediante la data procesada”.

No es ciencia ficción y como advierte Takagi “Los Estados Unidos y sus aliados deben analizar más la guerra inteligente para evitar ataques sorpresa en futuras guerras”. Un Pentágono tecnológicamente retrasado ante las empresas tecnológicas americanas necesita aprovechar eficazmente esas capacidades privadas. 

Guillermo Rodríguez is a professor of Political Economy in the extension area of the Faculty of Economic and Administrative Sciences at Universidad Monteávila, in Caracas. A researcher at the Juan de Mariana Center and author of several books // Guillermo es profesor de Economía Política en el área de extensión de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Monteávila, en Caracas, investigador en el Centro Juan de Mariana y autor de varios libros

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