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El día miércoles en Pittsbug el presidente Biden reveló el contenido de su plan de infraestructura, bautizado como el “American Jobs Plan”, en el que se espera que destine entre 2 a 3 billones de dólares para su ejecución. Además, cuenta con un segundo plan de gasto destinado a mejorar lo que él llama la “infraestructura humana” del país, lo que implicaría un nuevo programa de transferencias a la educación.
El Plan de Biden busca renovar la infraestructura aeroportuaria, de carreteras y puentes en Estados Unidos. Además, impulsar la adopción de una matriz energética de bajas emisiones de carbono, invertir en el cuidado de personas de la tercera edad o con discapacidad; y, finalmente, potenciar la investigación y desarrollo de sectores claves para la economía americana como la manufactura de semiconductores. Su costó será financiado con un incremento generalizado de los impuestos tanto a corporaciones como a personas naturales.
¿En que consiste el ‘American Jobs Plan’ de Biden?
La gran inversión del plan de infraestructura totalizará los $2,25 billones que serán divididos en 4 segmentos. Cerca de $620,000 millones estarán destinados a invertir en la renovación de carreteras, el mantenimiento de puentes estratégicos, y la restauración del sistema de transporte público, así como el establecimiento de una red de 500,000 estaciones para cargar los autos eléctricos.
El segundo segmento destinará $650,000 millones en la inversión de banda ancha para las comunidades rurales, agua potable, red eléctrica y viviendas públicas. Parte de la renovación de los acueductos que plantea el plan de Biden será sustituir en un 100 % las tuberías de plomo y eliminar la exposición a dicho metal en 400,000 escuelas e instituciones educativas.
Un tercer segmento destinará $400,000 mil millones para el cuidado de personas mayores y personas con discapacidades mediante la contratación de personal de la salud que se dedique a su cuidado.
Finalmente el plan destinará cerca de $580,000 millones para investigación y desarrollo. Entre uno de los objetivos de este cuarto segmento está el impulso a la manufactura de semiconductores en el país y la reducción de la dependencia de las importaciones de China.
En caso de que el plan sea aprobado por el Congreso, según la propia Casa Blanca, el gasto público volverá a los niveles de la década de los ’60, cuando el presidente Lyndon B. Johnson estableció el Economic Opportunity Act. de 1964.
El plan de Biden todavía tiene que enfrentar una férrea oposición por parte del Partido Republicano y convencer a varios escépticos de su propio partido, antes de que sea una realidad. En ese sentido, algunos senadores moderados del Partido Demócrata como Joe Manchin ven con reservas el incremento del gasto fiscal y el tamaño del Gobierno con relación al recaudo tributario, mientras que la deuda pública crece de manera acelerada.
¿Cómo será financiado el plan de infraestructura?
Hay que tener en cuenta que viene luego de una de las mayores expansiones del gobierno federal en la historia, con más de $5 billones destinados a combatir la emergencia por la pandemia. En ese sentido, Biden planea incrementar varios impuestos, entre ellos, el impuesto corporativo del 21 % al 28 %, además del impuesto a las ganancias en el extranjero del 21 % destinado a empresas situadas en Estados Unidos, así como presionar para la implementación de un impuesto mínimo corporativo global.
Las compañías no son las únicas que enfrentarán un incremento en los impuestos. Las personas naturales con ingresos superiores a $400,000 verán un aumento en el impuesto a la renta del 37 % al 39.6 %.
Por si fuera poco, Biden también estaría considerando un nuevo impuesto al recorrido que hagan los automóviles por las carreteras del país como lo mencionó el secretario de Transporte, Pete Buttigieg:
La intención sería compensar la caída recaudatoria que ha tenido el impuesto a la gasolina, tras el creciente aumento de la adquisición de autos eléctricos.
Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica