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La desorganizada respuesta de la administración Biden a la crisis migratoria venezolana

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MILES DE VENEZOLANOS cruzaron la frontera sur durante el mes de junio. Según datos recientes de la CBP, 13,194 ciudadanos del país sudamericano fueron encontrados por las autoridades federales el mes pasado.

El aumento de migrantes venezolanos en junio representa el mayor número de venezolanos que cruzan la frontera desde enero de 2022, cuando más de 22,779 cruzaron la frontera sur para escapar de la crisis humanitaria en su país de origen.

Los datos más recientes muestran que el flujo migratorio de junio duplicó el de mayo, cuando los agentes federales procesaron sólo a 5,089 venezolanos tras cruzar la frontera por el Río Grande.

La información que destaca el creciente número de venezolanos que cruzan la frontera coincide con los informes de periodistas y activistas que están advirtiendo sobre el traicionero viaje emprendido por decenas de venezolanos a través del tapón del Darién una selva inhóspita en la frontera entre Panamá y Colombia donde muchos migrantes han muerto como resultado del peligroso trayecto.

Las cifras también muestran que la crisis humanitaria venezolana es un asunto espinoso no sólo para los países vecinos de Venezuela, sino también para Estados Unidos. El pasado año fiscal, más de 48,000 venezolanos cruzaron la frontera y fueron procesados por la Patrulla Fronteriza, un incremento sustancial respecto a los menos de 3,000 venezolanos que hicieron lo mismo durante 2019. El volumen de la migración venezolana se ha disparado aún más durante el actual año fiscal, con la CBP reportando 110,901 encuentros con venezolanos en la frontera sur. Todavía quedan tres meses del año fiscal 2022.

Le guste o no al presidente Biden, la crisis de los migrantes venezolanos llegó a Estados Unidos, y tendrá que manejar las consecuencias de una de las mayores crisis humanitarias en la historia del hemisferio occidental.

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Millones de venezolanos han abandonado el país sudamericano en los últimos años convirtiéndose en un éxodo masivo sin precedentes para la región. (EFE).

La desorganizada respuesta a la crisis migratoria venezolana

Como resultado de la continua crisis humanitaria que los venezolanos vienen sufriendo durante los últimos años, millones abandonaron el país, con ACNUR informando que una quinta parte de la población (6 millones de personas) huyeron de la nación sudamericana desde 2017. Para poner estas cifras en contexto, esto equivaldría a que 66 millones de americanos abandonen Estados Unidos en seis años.

No es de extrañar que los venezolanos hayan encabezado las listas de solicitantes de asilo desde 2018. Más de 20,000 venezolanos por año hicieron una solicitud de asilo afirmativa en los Estados Unidos en 2018, 2019 y 2020, componiendo una cuarta parte del total de solicitudes de asilo en el país.

El año 2022 no es diferente en este aspecto que los años anteriores, ya que Venezuela se mantuvo como el primer país en solicitudes de asilo afirmativo en el primer trimestre del año fiscal 2022, con 7,419 venezolanos solicitando asilo entre octubre-diciembre de 2021.

La Casa Blanca de Biden ha pregonado su política hacia los migrantes venezolanos como una política marcada por la solidaridad y el apoyo humanitario. Los demócratas han citado la decisión de conceder el Estatus de Protección Temporal a los venezolanos como su política de referencia en sus esfuerzos por ayudar a los refugiados venezolanos. El TPS otorga protecciones legales y permisos de trabajo a unos 200,000 solicitantes que estaban en el país antes de marzo de 2021; el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) decidió la semana pasada renovar la licencia por otros 18 meses.

Sin embargo, la respuesta de Biden a la crisis migratoria venezolana ha sido más tibia de lo que sugieren los titulares. Aunque el DHS renovó el TPS, decidió no aprobar una redistribución de la fecha del TPS para que el estatus de protección pueda incluir a más de 130,000 venezolanos que llegaron a Estados Unidos después de marzo de 2021. Esta decisión significa que las decenas de miles de venezolanos que cruzaron la frontera en los últimos meses no tendrán protección legal ni permiso de trabajo como los que estaban en Estados Unidos antes de marzo.

Más de 100,000 venezolanos llegaron a Estados Unidos en el año fiscal 2022 a través de la frontera (EFE)

Aunque la Casa Blanca de Biden presentó el TPS como el pilar de su apoyo a los venezolanos, las acciones de la administración son menos decisivas que sus palabras. A pesar de conceder el TPS y renovarlo, el USCIS tiene un importante retraso en la tramitación de las solicitudes de TPS. Según datos del USCIS, de los 216,659 TPS recibidos hasta el segundo trimestre del año fiscal 2022, una gran mayoría de ellos (181,520) sigue pendiente y a la espera de una respuesta oficial por parte del USCIS.

Esto significa que sólo el 13 % de los venezolanos que son elegibles y solicitaron el TPS han podido disfrutar de los beneficios del mismo, mientras que el 87 % se encuentra en un limbo legal debido al atraso del USCIS.

Además, la Casa Blanca de Biden habría presionado al gobierno de Andrés Manuel López Obrador para que impusiera visados estrictos a los venezolanos con el fin de reducir el número de venezolanos que cruzan la frontera sur hacia Estados Unidos. México aceptó las demandas americanas e introdujo un nuevo sistema de visados para los venezolanos a principios de este año.

El sistema redujo el número de venezolanos durante la mayor parte de 2022, y las cifras se redujeron de 22,779 encuentros en diciembre a 3,073 en febrero. Sin embargo, parece que el éxito fue temporal, ya que las cifras volvieron a aumentar drásticamente en un par de meses, ya que los venezolanos deciden hacer el largo y traicionero viaje por tierra a través de Centroamérica para llegar a Estados Unidos.

Al igual que muchos líderes regionales, Biden se enfrenta a las consecuencias humanitarias del colapso venezolano. Hasta ahora, su respuesta ha sido una mezcla inconsistente de protecciones legales que no son procesadas con la suficiente rapidez por la burocracia federal o presionar a México para evitar que los venezolanos lleguen a la frontera.

Daniel is a Political Science and Economics student from the University of South Florida. He worked as a congressional intern to Rep. Gus Bilirakis (FL-12) from January to May 2020. He also is the head of international analysis at Politiks // Daniel es un estudiante de Cs Políticas y Economía en la Universidad del Sur de la Florida. Trabajo como pasante legislativo para el Representate Gus Bilirakis (FL-12) desde enero hasta mayo del 2020. Daniel también es el jefe de análisis internacional de Politiks.

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