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La administración de Joe Biden anunció una nueva prohibición de evicción para muchos arrendatarios a lo largo del país luego de que la moratoria de evicción decretada en todo el país expirara, lo que causó protestas entre los demócratas de la Casa de Representantes. En ese sentido, irritados por el vencimiento de la moratoria, presionaron al presidente para que volviera a instaurar la prohibición, afirmando que millones de americanos podrían perder sus hogares en caso de no extenderse.
Con la decisión de Biden de extender la moratoria, los líderes progresistas celebraron y varios representantes demócratas acamparon afuera del Capitolio en protestas por el final de la prohibición de evicción.
Los oficiales del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) redactaron un borrador para la nueva moratoria de evicciones argumentando que apunta a proteger a los residentes que viven en condados “con niveles sustancialmente altos de transmisión en la comunidad”.
La nueva moratoria expirará en octubre 3. En junio, Biden extendió por un mes más la moratoria de evicción y afirmó que esta sería la extensión final del programa, que ajusta más de un año desde que fue impuesto en agosto por el expresidente Donald Trump. La Casa Blanca extendió la moratoria, pues el CDC carecía de la autoridad para hacerlo tal y como especificó la Corte Suprema.
Según la Coalición Nacional de Vivienda de Bajos Ingresos, cerca de 6.5 millones de familias americanas están atrasadas con su pago de renta, y en riesgo de terminar sin hogar para el final del verano.
Los demócratas de la Cámara de Representantes intentaron por once horas extender la prohibición de evicción hasta el final del año, sin embargo, fueron incapaces de encontrar el apoyo necesario incluso en una docena de miembros de su propio partido. Al no poder pasar la extensión en el Congreso, los demócratas tuvieron que recurrir a la autoridad del presidente Biden.
A pesar de las presiones de los demócratas de la Cámara de Representantes por extender la moratoria de las evicciones, el dinero destinado para asistir con la renta a los hogares de más bajos ingresos ha avanzado con demasiada lentitud.
Mientras los demócratas insisten en extender la moratoria de evicción, los fondos para asistencia de rentas se distribuyen con un inaudita lentitud
El Gobierno federal ha destinado más de $46,000 millones para brindar ayudas con la renta y subsidios relacionados con la ocupación de hogares a familias de bajos ingresos desde que comenzó la pandemia.
Los datos del Departamento del Tesoro confirman que hasta el 30 de junio solo $3,000 millones se habían utilizado para apoyar a las familias de bajos ingresos con su arriendo, es decir, menos del 6.5 % del presupuesto destinado.
A pesar de que se estiman más de 6.5 millones de hogares que necesitan asistencia con la renta, menos del 10 % de estos hogares han recibido ayuda, por lo que el problema no recae sobre la extensión de la moratoria de evicción sino en la lenta ejecución del programa diseñado para apoyar a las familias de bajos ingresos con su arriendo.
El propio Biden reconoció la lentitud con la que se ha distribuido el dinero destinado a apoyar a las familias en un discurso el viernes donde dijo que: “No puede haber ninguna excusa para ningún estado o localidad para no acelerar los fondos a los arrendadores y arrendatarios que han sido lastimados durante esta pandemia”.
La crisis a la que la moratoria de vivienda está exponiendo a los pequeños arrendadores
Los arrendadores por su parte están teniendo problemas serios con la moratoria, pues por un lado se ven incapacitados de cobrarle a las personas que ocupan su vivienda y por el otro tienen que enfrentarse a los pagos de hipotecas y otros costos implícitos en el mantenimiento de una vivienda. En el presente aproximadamente 11.5 millones de adultos están atrasados en su pagos de renta.
Al estar desprovistos de herramienta legales para disponer de su vivienda como mejor les corresponda, los propietarios de vivienda han tenido que incurrir en onerosos préstamos y planes de refinanciación para pagar el crédito de vivienda y seguir respondiendo por los costos de la hipoteca.
Las medidas impuestas por Biden afectan desproporcionalmente a la gente mayor y a las personas retiradas, pues muchos deciden arrendar su inmueble como un ingreso extra para su retiro en la tercera edad.
“Cada mes que pasa aumenta aun más el riesgo de perder una cantidad cada vez mayor de viviendas de alquiler, poniendo en peligro la disponibilidad de viviendas seguras, sostenibles y asequibles para todos los americanos”, explicó Bob Pinnegar, presidente de la Asociación Nacional de Apartamentos. Según Pinnegar, las moratorias de evicción “dejan a los arrendadores con una deuda insoportable”.
De acuerdo con el censo de 2020, la mayoría de los arrendadores en Estados Unidos son personas individuales que poseen alrededor de 23 millones de viviendas, distribuidas en 17 millones de predios.
Con cada vez más personas faltando a sus pagos de arriendo, los propietarios de vivienda tendrán más dificultades en pagar las cuotas de sus hipotecas o arreglos. La administración Biden exacerba aun más la crisis de vivienda en Estados Unidos con una medida en apariencia bien intencionada.
Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica