La semana pasada la aprobación del presidente Biden alcanzó su máximo desde junio —logrando un 41 %—. Los demócratas y diferentes medios de comunicación afines a la actual administración están presentando esta nueva encuesta como una supuesta muestra de que las cosas están mejorando porque el mandatario está haciendo un mejor trabajo y de que su posibilidad de ser reelegido aumenta. Pues hay que coger con pinzas el asunto.
Lo primero que hay que decir es que un leve aumento de la aprobación del presidente no quiere decir que la mayoría de los demócratas quieran verlo de nuevo como candidato de su partido. De hecho, una encuesta realizada en julio por CNN muestra que el 75 % de los demócratas quiere un candidato diferente a Joe Biden. Algo completamente entendible si consideramos todas las crisis que vive el país y, además, las vergüenzas que sufre el presidente casi cada semana cuando ocurren cosas como el famoso “end of quote, repeat the line”.
Además, hay que tener en cuenta que se acercan las elecciones de medio término y eso reaviva en los votantes un sentimiento partidista. Es normal que, al ser preguntados por la aprobación del líder de su partido, y ante un posible triunfo de los republicanos en las dos Cámaras, la gente valore mejor al mandatario.
Hay que señalar, también, que la administración ha redoblado sus apuestas enfocándose directamente a su base fuerte: las élites educadas. Condonar la deuda universitaria a tan solo meses de las elecciones y la narrativa sobre la supuesta prohibición del aborto por cuenta de los republicanos, parecen tener un efecto pequeño, pero positivo, que se refleja en las encuestas.
También el Inflation Reduction Act, aunque según diferentes estudios no ayuda en nada a reducir la inflación, causa en el público demócrata —desencantado por la situación económica— una especie de sensación de alivio y de que algo se está haciendo. Todos los factores antes mencionados contribuyen al leve, pero muy aplaudido aumento de aprobación de Biden en las encuestas. Nada de esto es muestra que los grandes problemas se van a solucionar o que los votantes demócratas quieren un nuevo periodo para Biden.
La élite demócrata de Washington puede seguir en su fantasía, pero las mismas bases del partido tienen claro que un segundo periodo de Biden no es una buena opción.
La editorial de hoy jueves 1 de septiembre de 2022 fue escrita por Vanessa Vallejo y hace parte del newsletter de El American. ¡No olvide suscribirse aquí para recibir todos los días en su correo acceso a nuestros análisis, reportajes, entrevistas, opiniones y comentarios que invitan a la reflexión.
Vanessa Vallejo. Co-editor-in-chief of El American. Economist. Podcaster. Political and economic analysis of America. Colombian exile in the United States // Vanessa Vallejo. Co-editora en jefe de El American. Economista. Podcaster. Análisis político y económico de América. Colombiana exiliada en EE. UU.