Read in English
El jueves 15 de julio el gobernador de Florida, Ron DeSantis, la representante cubanoamericana María Elvira Salazar (R-FL), la vicegobernadora Jeanette Nuñez y el comisionado de la Federal Communications Commission (FCC), Brendan Carr, dieron una rueda de prensa donde se discutió la posibilidad de que Estados Unidos ayudara a reestablecer el Internet en Cuba cuando los ciudananos de la isla se encuentran protestando contra el régimen castrista. El senador Marco Rubio, también cubanoamericano y republicano de Florida, solicitó al presidente lo propio.
Durante esa conferencia de prensa, el gobernador DeSantis pidió al Gobierno de Joe Biden «proporcionar acceso a Internet al pueblo de Cuba que se levanta contra la opresión comunista y exige una voz después de décadas de sufrimiento bajo el yugo de una cruel dictadura».
Por su parte, la representante Salazar dijo que «Estados Unidos es el hogar de la innovación. Nadie lo hace mejor que nosotros. Tenemos a Bezos. Tenemos a Google. Tenemos a Microsoft. Tenemos a Apple. Trabajamos mejor cuando lo privado se une a lo público. Ahora le corresponde al presidente desbloquear esta capacidad. La administración puede hacerlo ahora y debe hacerlo ahora».
Ahora, ¿es esto posible? ¿Estados Unidos puede reestablecer la conectividad en la isla para que el pueblo cubano pueda seguir enviando vídeos manifestándose, denunciando la represión y pidiendo libertad al mundo?
De acuerdo con lo manifestado por el comisionado Carr en la rueda de prensa, ayudar a los cubanos a acceder a Internet «no es un problema de tecnología». De hecho, la ayuda a los manifestantes sería una cuestión de voluntad política.
El American contactó con el comisionado para profundizar sobre las opciones que tiene el Gobierno de Joe Biden para ayudar con el reto de devolver la conectividad a Cuba.
«Creo que EE.UU. debe adoptar un enfoque de dos vías en este caso», dijo el señor Carr. «En primer lugar, Estados Unidos debe apoyar la introducción de nuevos servicios de Internet en la isla (ya sean los globos de gran altitud que la FCC aprobó para su uso tras el huracán en Puerto Rico o la incorporación de servicios wi-fi desde nuestra embajada en La Habana o la introducción de nuevos servicios de Internet por satélite). Sabemos que esta tecnología funciona».
«En segundo lugar», continúo el comisionado, «Estados Unidos debería reforzar el apoyo a las tecnologías de elusión, como las VPN. “Psiphon” es una de las más populares entre la gente de Cuba en este momento. Este método de elusión está teniendo y seguirá teniendo un impacto inmediato».
The Wall Street Journal: hay que «romper el cortafuegos comunista»
La junta editorial del Wall Street Journal (WSJ), al igual que el comisionado Carr —que avaló en Twitter el editorial del diario—, dijo que Estados Unidos tiene la posibilidad de ayudar al restablecimiento de la conectividad en Cuba; si es que eso desea la administración Biden.
De acuerdo con el editorial «Los déspotas han intentado a menudo aplastar los levantamientos democráticos cerrando Internet» —algo correcto, pues es una técnica utilizada en países como Irán y Venezuela—, más sin embargo, en esta ocasión, «Biden puede aprovechar la tecnología de Estados Unidos para derribar el cibermuro cubano».
«El Sr. Biden dijo a los periodistas que su Administración está “considerando si tenemos la capacidad tecnológica para restablecer ese acceso” en Cuba. Estados Unidos sí tiene esa capacidad, aunque no estará exento de desafíos logísticos. La cuestión es si la Administración tiene la voluntad política de hacerlo», explica la junta del WSJ.
«Algunos cubanos», continúa el artículo, «han estado utilizando una herramienta de elusión de la censura conocida como Psiphon para acceder a sitios web, aunque la conectividad es lenta y no segura. Otra tecnología que Estados Unidos podría desplegar son los globos de gran altitud que flotan en el espacio aéreo internacional. Google fue pionero en esta tecnología con su startup Loon, cuyo objetivo es conectar zonas remotas y rurales del mundo en desarrollo. Los globos aéreos, del tamaño de una pista de tenis, funcionan como torres de telefonía móvil que se auto-navegan y pueden ofrecer cobertura de Internet móvil en más de 4,000 millas cuadradas».
El American también consultó al comisionado Carr sobre la posibilidad y los obstáculos que representa la opción de los globos aerostáticos.
«En cuanto a la viabilidad técnica (…) sabemos que funciona. La FCC aprobó la tecnología de globos de gran altitud para su uso en Puerto Rico en 2017. Los Estados Unidos insertaron dispositivos de Internet por satélite en Cuba en 2013 y 2014 aproximadamente, luego dejaron de hacerlo porque, según reportes de los medios, la aprobación fue por razones políticas».
En 2017, el Gobierno de los Estados Unidos trabajó con Loon para ayudar a Puerto Rico a recuperar el acceso a Internet tras los daños ocasionados por el Huracán María. Asimismo, «Loon también probó con éxito la tecnología en áreas remotas de Perú y Kenia, aunque el proyecto se cerró en enero porque Alphabet, la empresa matriz de Google, dijo que era demasiado difícil construir un modelo de negocio comercialmente viable».
No obstante, el fabricante Raven Industries, que tiene su sede Dakota del Sur, fue la empresa que construyó los globos para Loon y la misma sigue operando, «la Administración Biden podría trabajar con ella y con los antiguos ingenieros de Loon para poner en marcha el proyecto. Aunque el servicio podría ser algo lento, requeriría una inversión gubernamental relativamente mínima», se lee en el WSJ.
Asimismo, la agencia de noticias The Associated Press también sacó un reportaje explicando qué tan factible es la idea de utilizar globos de gran altitud para abastecer de Internet a los cubanos. AP explica y confirma que es una posibilidad interesante, explicando las características de esta técnica:
«Los globos Loon eran efectivamente torres de telefonía móvil del tamaño de una cancha de tenis. Flotaban entre 60,000 y 75,000 pies, o entre 11 y 14 millas (18,000-23,000 metros, o 18-22 kilómetros), sobre la Tierra, muy por encima de las rutas de los aviones comerciales. Los globos, fabricados con el habitual plástico de polietileno, utilizaban paneles solares para obtener electricidad y podían dar servicio a los teléfonos inteligentes en colaboración con una empresa local de telecomunicaciones».
«Cada globo podía dar servicio a miles de personas, según la empresa. Pero había que sustituirlos cada cinco meses aproximadamente debido a las duras condiciones de la estratosfera. Y los globos podían ser difíciles de controlar», añade la agencia de noticias.
Además, la red de globos podría establecerse a una distancia de más de mil kilómetros: «Loon utilizó múltiples globos para extender las conexiones más allá del enlace terrestre necesario. En una prueba de 2018, Loon dijo que la conexión saltó 1,000 kilómetros, o unas 620 millas, a través de 7 globos. En otra ocasión, tendió un puente sobre una conexión inalámbrica de 600 kilómetros, o unas 370 millas, entre dos globos. Cuba y Florida sólo están a unos 160 kilómetros de distancia en su punto más cercano».
Como puntos en contra, hay expertos que indican que no sería demasiado fácil establecer la red. «Se necesitaría una banda no utilizada del espectro, o frecuencias de radio, para transmitir una conexión a Cuba, y el uso del espectro suele estar controlado por los gobiernos nacionales. Cualquiera que lo intentara tendría que encontrar un bloque de espectro libre que no sufriera interferencias, dijo Jacob Sharony, de Mobius Consulting, una consultora de telefonía móvil e inalámbrica».
Además, «Las redes alimentadas por globos o drones no suelen ser económicas a largo plazo» y no servirían para abastecer a todos los cubanos.
En un artículo para Bloomberg, Eli Lake, explicó que las protestas en Cuba no son impulsadas ni por líderes opositores cubanos o por la falsa afirmación del régimen castrista de la intervención americana, sino por la organización espontanea vía redes sociales de los ciudadanos descontentos. Por ello, el régimen corta los servicios en línea.
«El gobierno de Biden ha estado hablando con empresas privadas para estudiar la viabilidad de proporcionar a Cuba una alternativa al proveedor estatal de servicios de Internet», explica Lake en su artículo. «Una opción es utilizar los satélites de comunicaciones para enlazar con los teléfonos por satélite. Otra es crear el equivalente a las torres de telefonía móvil en globos aerostáticos que flotarían sobre la isla. Len Khodorkovsky, que asesoró el programa del Departamento de Estado para llegar a los medios sociales de Irán durante la administración del presidente Donald Trump, me dijo que existía la tecnología para volver a encender Internet en Cuba, y que se habían intentado programas similares con cierto éxito en Irán en 2018 y 2019».
Pese a las dificultades, se debe reestablecer el Internet en Cuba
De cierta forma, más allá de la complejidad y el reto que significa montar una red de Internet “en modo guerrilla” en una isla a más de cien kilómetros de distancia, la causa vale la pena. Los cubanos hoy están siendo desaparecidos y reprimidos; algunos utilizan redes VPN para burlar la censura del régimen, pero no es suficiente. Una opción alternativa complicaría aún más al castrismo y sería un espaldarazo directo a los ciudadanos de la isla que hoy luchan por su libertad.
Ya pasó una semana y la Administración Biden no se ha vuelto a pronunciar con respecto al tema. El American intentó contactar con la Casa Blanca para obtener una actualización sobre el restablecimiento de Internet en Cuba, pero no hubo respuesta.
Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.
Contacto: [email protected]