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La administración Biden-Harris amenaza con limitar el acceso de los estados al tratamiento de anticuerpos monoclonales que ha resultado fuertemente efectivo contra el COVID-19, ante la creciente demanda de los gobernadores republicanos que han confiado en el fármaco como arma principal en la lucha contra el virus.
Autoridades federales de Salud planean asignar cantidades específicas a cada estado bajo el nuevo enfoque, en un esfuerzo por distribuir de manera más uniforme las 150,000 dosis que el Gobierno pone a disposición semanalmente.
Uno de los más grandes promotores del tratamiento, el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis expresó su preocupación sobre la nueva y “abrupta” decisión de Biden y dijo que “luchará como el infierno” para contrarrestar esa medida y poder seguir ofreciendo una alternativa “que salva vidas”.
“Lucharé como el infierno para superar la cruel decisión de Biden de reducir drásticamente los tratamientos con anticuerpos monoclonales que salvan vidas para los floridanos”, tuiteó DeSantis durante la noche del jueves. “Hemos visto grandes reducciones en las admisiones hospitalarias debido a los esfuerzos de tratamiento temprano. Está mal penalizar a Florida por su amargura partidista”.
El presidente Joe Biden ha criticado duramente a DeSantis y otros por resistirse a sus mandatos sobre el uso obligatorio de mascarillas y vacunas. La semana pasada dijo en un discurso que si “los gobernadores no nos ayudan a vencer la pandemia”, usará su “poder como presidente” para “apartarlos del camino”.
En un mano a mano anterior, DeSantis ya había respondido a Biden una afirmación similar: “Yo me pondré en su camino”.
Aun así, hasta hace poco, el Gobierno enviaba los tratamientos con anticuerpos a los estados según fuera necesario, mientras que los principales funcionarios de Salud a finales de julio llegaron a recomendarlo para quienes luchan contra la variante Delta.
Tras el drástico cambio de rumbo respecto al tratamiento, DeSantis dijo haber sostenido una conversación telefónica con ejecutivos de GlaxoSmithKline y cree que Florida podrá solicitar su nueva fórmula del anticuerpo monoclonal directamente a la compañía para no tener que lidiar con la restricción de Biden.
Los estados republicanos y los anticuerpos monoclonales
Según las autoridades, siete estados (Texas, Florida, Mississippi, Tennessee, Georgia, Louisiana y Alabama) representaron el 70 % de todos los pedidos del tratamiento a principios de septiembre.
A principios de este mes, los funcionarios del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) dijeron a los estados que examinarían “más de cerca” la cantidad de tratamientos que se estaban utilizando realmente, pero afirmaron que “limitarían” el suministro.
Desde que surgió la variante Delta, los gobernadores republicanos se inclinaron hacia el uso de tratamientos efectivos como el de anticuerpos monoclonales como una forma de evitar las restricciones.
En Texas, el gobernador Greg Abbott abrió una serie de centros de infusión de anticuerpos. Por su parte, DeSantis ha promocionado de manera similar los esfuerzos para hacer que el tratamiento esté ampliamente disponible en todo el estado de Florida.
Una decisión con aroma a venganza
Recientemente, el senador republicano Marco Rubio también se pronunció en Twitter respecto a la nueva medida de Biden, diciendo que la decisión “huele a venganza partidista”.
“Los tratamientos con anticuerpos no sustituyen a las vacunas, pero han evitado miles de hospitalizaciones, incluso en casos de gran avance”, dijo Rubio. “Ahora, en un movimiento que huele a venganza partidista contra estados como Florida, la administración Biden está racionando estos tratamientos”.
En un video publicado en otro tuit, Rubio afirmó que la decisión de “racionar” el tratamiento es un “castigo” contra Florida y que la administración Biden “se acerca a la tiranía”.
“Cada día es algo nuevo con esta Casa Blanca”, dijo Rubio en su tuit. “Lo que ellos quieren es poder y control”, finalizó.
