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Biden prefiere el silencio ante la crisis migratoria que le gritan sus aliados demócratas

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Algunas ciudades santuario están empezando a recibir un número ínfimo de migrantes que cruzaron la frontera de manera ilegal, pero ahora que la “crisis” toca sus puertas declaran emergencia humanitaria y empiezan a hablar del tema sin que Joe Biden mueva un dedo para atender la situación.

La crisis migratoria se ha recrudecido, sobre todo en el último año, y sin embargo, desde el Partido Demócrata, políticos y no políticos miraban hacia los lados. Ahora, con la decisión de gobernadores republicanos de llamar la atención para activar una respuesta de Joe Biden, el tema cobra relevancia sin que el gobierno federal otorgue una respuesta.

Recientemente el gobernador de Florida, Ron DeSantis, se sumó a apoyar a Greg Abbott con el traslado de migrantes ilegales a ciudades donde se supone, serían bien recibidos. En esta primera oportunidad envió a unos 50 migrantes, la mayoría venezolanos, a Martha’s Vineyard una isla en Masachusetts.

Los demócratas de Massachusetts, incluidos los representantes de Martha’s Vineyard, condenaron al gobernador por usar a los inmigrantes ilegales como “peones políticos”. Después, la Cámara de Comercio de la localidad publicó una comunicación donde calificó la situación de “crisis humanitaria”.

Sorprende que las ciudades santuario estén generando tanto “alarmismo” si han afirmado públicamente que son localidades que estarían dispuestas y en condiciones de recibir a migrantes ilegales, pero sorprende además que declaren “crisis” y “emergencia” por recibir a unos pocos migrantes ilegales mientras Texas, que está en la frontera, recibe al menos a 4,000 migrantes por día y unos 12,000 al mes.

Pero hay un punto que no ha sido abordado y un enfoque aún más preocupante: Joe Biden no escucha ni a sus aliados políticos del Partido Demócrata que declaran crisis sin que el gobierno federal mueva un dedo para atender la situación.

Hace tres días, la vicepresidente Kamala Harris dijo públicamente que la frontera “es segura”, admitió además en una entrevista que “el sistema migratorio está roto y que hay que arreglarlo”.

Harris no explicó qué piensa hacer la administración demócrata para atender lo que sucede en la frontera, no ha explicado qué hará para “arreglar” el sistema migratorio y tampoco ha dejado claro si escuchará – o no- a sus aliados demócratas que hoy suplican ayuda federal para lo que ellos han llamado “crisis”.

Por un lado, la alcaldesa de DC, Muriel Bowser, ha pedido repetidamente el despliegue de la Guardia Nacional mientras describe la afluencia de inmigrantes como una “crisis humanitaria”; por otro lado, la concejal de DC, Brianne Nadeau, culpó a los gobernadores de Texas y Arizona por crear “la crisis” y afirmó que convirtieron a DC en una ciudad fronteriza.

Joe Biden tampoco escucha a sus aliados demócratas

Pero ahora que DC recibe a un número ínfimo de migrantes ilegales, las autoridades demócratas acuden a ruedas de prensa para pedir ayuda y hasta declaran “emergencia pública”; por primera vez coinciden con Abbott: el Gobierno federal no ha respondido ante la masiva llega de migrantes.

“Los gobernadores de Texas y Arizona han creado esta crisis. Y el gobierno federal no ha dado un paso adelante para ayudar al Distrito de Columbia”, dijo Nadeau a los periodistas.

“Independientemente de la respuesta federal, que creo que ha faltado en algunos aspectos, el Distrito de Columbia continuará trabajando con socios para avanzar en lo que necesitamos y garantizar que nuestros sistemas en DC no se vean afectados por una crisis que ciertamente no es de nuestra creación”, agregó Bowser al declarar emergencia en la ciudad.

Eric Adams, por su parte, también ha pedido ayuda federal: “Simplemente necesitamos ayuda. Necesitamos ayuda”, dijo a principios de agosto.

A medida que los gobernadores republicanos envían migrantes llamando la atención de Biden, queda evidencia de cómo el presidente ignora los pedidos de sus propios aliados, una estrategia que puede salirle muy mal porque ya ha quedado claro que militantes del Partido Demócrata empiezan a migrar al GOP ante la preocupación por la crisis fronteriza que parece una historia sin fin.

Mientras tanto, Biden prefiere mantenerse silente ante la crisis que le gritan sus propios aliados, prefiere no atender a sus propio país; decidió ignorar la situación en la frontera antes que admitir que Greg Abbott y Ron DeSantis siempre han tenido la razón.

Sabrina Martín Rondon is a Venezuelan journalist. Her source is politics and economics. She is a specialist in corporate communications and is committed to the task of dismantling the supposed benefits of socialism // Sabrina Martín Rondon es periodista venezolana. Su fuente es la política y economía. Es especialista en comunicaciones corporativas y se ha comprometido con la tarea de desmontar las supuestas bondades del socialismo

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