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Desde que el presidente Joe Biden asumió el poder de la Casa Blanca no ha tomado una sola medida para frenar la crisis migratoria, por el contrario sus decisiones se han enmarcado en acciones paliativas a largo plazo y con soluciones diplomáticas.
El pasado lunes 19 de abril la administración demócrata decidió retractarse y desmentir las afirmaciones de Biden quien previamente había admitido que lo sucedido en la frontera sur es una “crisis”.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, contradijo al presidente y señaló que a lo que se refería Biden era a la crisis en Centroamérica que provoca el éxodo de migrantes.
“El presidente no siente que la llegada de niños a nuestra frontera buscando refugio de la violencia, las dificultades económicas u otras razones sea una crisis”, dijo Psaki.
Las afirmaciones de la portavoz no reflejan la realidad que se vive en la frontera y que senadores tanto demócratas como republicanos han denunciado: diariamente ingresan más de un millar de migrantes ilegales a territorio americano sin ser detenidos.
Psaki que ve con normalidad la llegada masiva de niños abandonados. Omite el trasfondo de lo que realmente sucede y que ha sido denunciado por el gobernador de Texas, Greg Abbott. Los niños son utilizados como señuelos por traficantes para introducir sin ser detectados desde narcóticos hasta a adultos que pueden tener antecedentes penales.
Ante esta situación, Biden no ha anunciado formalmente acciones contundentes para detener este flagelo. De hecho, cuatro fiscales de diversos estados de Estados Unidos demandaron a la administración para que retome las medidas migratorias de Donald Trump que habían disminuido drásticamente las cifras de inmigración ilegal.
Mientras gobernadores como Doug Ducey de Arizona declaran “emergencia” y anuncian el envío de la Guardia Nacional a la frontera para ayudar a los funcionarios, Biden se mantiene en silencio.
Hasta el momento solo se conocen acuerdos informales entre Estados Unidos, México, Guatemala y Honduras para aumentar las tropas con la intención de “complicar el viaje y el cruce de las fronteras”, según afirmó la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Según el Chicago Tribune “México mantendrá unas 10 mil tropas en su propia frontera sur, y hasta nueve mil en la frontera norte; por su parte Guatemala añadió 1,500 tropas a lo largo de su frontera con Honduras, mientras que Honduras puso siete mil policías y tropas a lo largo de la frontera con Guatemala”.
Por su parte, Kamala Harris, encargada de atender la crisis en la frontera ha decidido no viajar a la zona, y por el contrario ha anunciado que sus acciones son diplomáticas. La vicepresidente no ha ofrecido ninguna rueda de prensa para esclarecer la situación.
Mientras esto sucede, se empieza a sentir la frustración de funcionarios de inmigración que aseguran estar de manos atadas.
Un reportaje de Fox News mostró cómo un denunciante de Seguridad Nacional en calidad de anonimato dijo que las políticas de la administración de Biden “fueron implementadas de manera irresponsable”.
“La gente está muy agotada y no hay mucho optimismo de que vaya a mejorar pronto”, dijo el funcionario en una entrevista con Sara Carter.
A finales del mes pasado, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) responsabilizó a Biden por la crisis argumentando que las “expectativas” que creó dejaron a los migrantes con la percepción de que se les permitiría ingresar a Estados Unidos.
Biden decidió revertir las políticas de Trump en materia migratoria, ha ignorado la solicitud de declarar a los cárteles de la droga mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras, y no ha dado respuestas a gobernadores republicanos sobre cuáles han sido las medidas para evitar que la crisis continúe en ascenso.
Republicanos piden acciones contra la crisis migratoria
El pasado 19 de abril, los principales republicanos de tres Comités de la Cámara de Representantes manifestaron que “no está claro qué acción se ha dirigido o planea iniciar para responder a la crisis que continúa empeorando cada día”.
“Parece que la administración Biden-Harris se niega a tomar medidas significativas para detener la afluencia de extranjeros ilegales a la frontera y, en cambio, está liberando a miles al interior”, escribieron los representantes Jim Jordan (R-Ohio ), John Katko (R-NY) y James Comer (R-Ky.) en su carta a Harris, el pasado lunes.
“El número total de encuentros en la frontera sur durante este año fiscal ya supera el medio millón, y ni siquiera hemos ingresado los meses en los que el número de cruces es históricamente el más alto”, expresaron en la misiva.
Sabrina Martín Rondon is a Venezuelan journalist. Her source is politics and economics. She is a specialist in corporate communications and is committed to the task of dismantling the supposed benefits of socialism // Sabrina Martín Rondon es periodista venezolana. Su fuente es la política y economía. Es especialista en comunicaciones corporativas y se ha comprometido con la tarea de desmontar las supuestas bondades del socialismo