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El equipo de Joe Biden prepara un ambicioso plan de gasto público de $3 billones para modernizar la infraestructura americana y avanzar en la agenda de cambio climático, según The New York Times. El plan será financiado en parte con los incrementos de impuestos a los individuos más ricos y las corporaciones.
El plan será presentado al Capitolio en diferentes proyectos de ley separados, y no como un megapaquete, (como lo fue el plan para la atención a la emergencia de la Covid-19 de $1.9 billones), con el fin de obtener mayor posibilidad de superar el debate en un Congreso dividido, donde los republicanos plantean una férrea oposición y no todos los demócratas se encuentran convencidos del rumbo que le está dando el Gobierno Biden-Harris.
El plan de Biden busca renovar la infraestructura de Estados Unidos
La primera parte del proyecto incluye un plan de renovación de la infraestructura a lo largo de Estados Unidos que abarca una fuerte inversión en proyectos de energía renovable y mitigación del cambio climático.
En sus propuestas de campaña, Biden anunció que el plan de infraestructura costaría alrededor de $2 billones e irían destinados a la modernización de la infraestructura vial, la construcción de nuevos espacios verdes, nuevos sistemas de acueducto y redes eléctricas, como así también el establecimiento de una banda ancha universal.
Dentro de su plan de campaña también propuso construir 1.5 millones de nueva viviendas, y modificar cerca de 4 millones de edificios en los Estados Unidos para adaptarlos al cambio climático.
Según la Asociación Americana de Ingenieros Civiles (ASCE), Estados Unidos tiene un déficit en infraestructura de $2 billones requeridos para antes del 2025. Según la ASCE, el déficit en infraestructura podría costarle más de $4 billones a la economía para el 2040.
Extenderá el gasto en educación
La segunda parte del plan se enfoca en lo que califican como “infraestructura humana”, es decir más gasto en educación. Se gastaría fuertemente en programas para incrementar la participación de la mujer en fuerza laboral, ayudas con el trabajo y la tenencia de hijos y en otorgar más dinero para las universidades gratuitas comunitarias y para la educación prescolar.
Además también buscaría extender y hacer permanentes dos provisiones temporales del plan de estímulo del presidente: expandir los subsidios para adquirir un seguro de salud para las familias de bajos ingresos y clase media, y expandir también los créditos tributarios, principalmente para las familias con hijos.
Los impuestos que vendrían para financiar el plan de Biden
En caso de ser aprobado buscará que se financie a través de un mayor recaudo tributario. En específico, la administración Biden-Harris busca financiar su plan de gasto con el incremento del impuesto marginal a la renta de los ingresos más altos del 37 % al 39.6 %.
La reforma tributaria es probable que también incluya el aumento de impuestos a las ganancias de capital del 20 % al 39.6 %, y un impuesto a la seguridad social del 12.4 % para las personas con ingresos superiores al 12.4 %.
El objetivo de dicha reforma apunta a revertir la política de impuestos de su predecesor, Donald Trump, quien implementó amplios recortes con la Tax Cuts & Jobs Act.
Aunque el propio Biden ha asegurado que los incrementos de los impuestos solo se aplicarán a personas con ingresos superiores a los $400,000 al año, algunos centros de investigación, como la Tax Foundation, ponen en duda esta afirmación y estiman que la reforma podría representar un incremento de los impuestos en promedio 1.9 % para todos los americanos.
Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica