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En un intento de desviar la culpa política sobre el aumento de los precios, Biden dijo durante una conferencia de prensa que el aumento de la inflación no es un producto exclusivamente americano, sino un problema mundial, una consecuencia natural de los efectos económicos de la pandemia.
“Aquí hay algunas cosas que deberían saber: Casi todos los países del mundo están lidiando con precios más altos ahora mismo mientras se recuperan de la pandemia. En el Reino Unido, el aumento de los precios ha alcanzado el nivel más alto de los últimos 10 años. En Alemania, un máximo de 28 años. En Canadá, los aumentos de precios son los más altos desde los años ’90. Se trata de un reto mundial, un subproducto natural de una economía mundial paralizada por la pandemia mientras vuelve a la vida”.
La justificación de Biden sobre la inflación es una verdad a medias, ya que no pinta el cuadro completo sobre las diferencias en las tasas de inflación entre Estados Unidos y el resto del mundo.
La inflación en Estados Unidos es mucho mayor que en el resto del mundo desarrollado
Biden dice la verdad en una cosa: la inflación está realmente en alza en todo el mundo desarrollado. El Reino Unido informó de un aumento anual de los precios del 4.2 % en octubre, una cifra casi idéntica a la de la Unión Europea, que reveló una tasa de inflación del 4.1 %. Canadá también está teniendo una inflación récord, registrando una tasa del 4.7 % el pasado mes de octubre.
La inflación también parece estar profundamente relacionada con los cuellos de botella en las líneas de suministro, el aumento de los precios del gas y el incremento de la demanda. Básicamente, mientras las empresas siguen luchando por recuperar la producción que tenían antes de la pandemia, el público consume cada vez más bienes al mismo tiempo. Si la oferta baja y la demanda sube, el resultado en los precios es muy sencillo: subirán.
Sin embargo, lo que Biden decidió omitir convenientemente durante sus declaraciones es que, aunque la inflación ha subido en Europa, es Estados Unidos quien lidera la lista de precios más altos, con diferencia. Como dijimos antes, Europa y el Reino Unido han reportado cifras que apenas superan el 4 % y Canadá aún está por debajo del 5 %, en comparación, los consumidores americanos están sufriendo más de un 6 % de aumento en los precios, una inflación un 50 % mayor que la de los consumidores británicos o europeos.
A Estados Unidos también le va peor que a la UE, Canadá o el Reino Unido si se compara la inflación por categorías. Los precios de los alimentos han subido un 5.4 % en el último año en Estados Unidos, mientras que en Alemania solo han subido un 4.4 %, en Canadá un 3.9 % y en Gran Bretaña apenas un 1.3 %, según datos de la OCDE. Lo mismo ocurre cuando se observan los precios de la energía, con Estados Unidos a la cabeza con un asombroso aumento del 30 %, mientras que Alemania, Canadá y el Reino Unido han sufrido menos del 25 % de aumento.
Un estudio de Pew Research comparó las tasas de inflación de 46 países entre los terceros trimestres de 2019 y 2021, y encontró que Estados Unidos es el tercer país con mayor crecimiento de la inflación, solo Brasil y Turquía están por delante de Estados Unidos. En este estudio, los precios en América han subido un 5.3 %, mientras que los precios en Gran Bretaña han aumentado menos del 2 %.
Las cifras son claras, la inflación es un problema mundial, pero es un problema mayor en Estados Unidos que en el resto del mundo desarrollado, y Biden al olvidar convenientemente de decir esto, está pintando una imagen incompleta del problema económico al que se enfrentan los americanos durante su administración.
Daniel is a Political Science and Economics student from the University of South Florida. He worked as a congressional intern to Rep. Gus Bilirakis (FL-12) from January to May 2020. He also is the head of international analysis at Politiks // Daniel es un estudiante de Cs Políticas y Economía en la Universidad del Sur de la Florida. Trabajo como pasante legislativo para el Representate Gus Bilirakis (FL-12) desde enero hasta mayo del 2020. Daniel también es el jefe de análisis internacional de Politiks.