Read in English
Las actrices Naomi Watts y Bryce Dallas Howard han sido las últimas en alimentar el victimismo feminista de Hollywood, que es la principal correa de transmisión de las ideas izquierdistas. Cuando el mensaje político no va implícita o explícitamente incrustado en sus películas, sus celebridades se encargan de difundirlo a través de entrevistas.
El marxismo es una de las ideas virales que más y mejor ha mutado a lo largo de la historia. Es una idea viral tanto por su contagiosidad como por su nocividad, y Hollywood es uno de los más efectivos “superspreaders” con los que ha contado.
La lucha de clases marxista original ha ido evolucionando en diferentes variantes, siendo una de las más extendidas el fenómeno del feminismo. Los reclamos feministas de igualdad salarial son lo más parecido al discurso marxista de explotación de los proletarios por parte del dueño de los medios de producción, simplemente cambiando a los primeros por mujeres y a los segundos por hombres.
Quizás por esta evidente similitud, el mensaje subliminal marxista no se ha quedado ahí, sino que se intenta camuflar detrás de todo tipo de supuestos agravios que sufren las mujeres, incluso las más privilegiadas actrices de Hollywood. Si incluso las divas sufren, ¿cómo no van a sufrir el resto de simples mujeres mortales?
Hace unos días, la actriz británica Naomi Watts declaró a Entertainment Weekly que cuando empezó a despuntar en la industria cinematográfica americana le dijeron que: «Más vale que hagas muchas cosas ahora, porque todo se acaba a los 40 cuando te vuelves info##able».
Su respuesta, según ella, fue: «¿Qué? ¿Qué significa eso exactamente? Luego lo piensas y dices: Oh, claro. Cuando ya no eres reproductiva, cuando esos órganos ya no funcionan, no eres sexy, así que, por lo tanto, no eres deseable. Eso me enfadó mucho».
Curiosamente, Naomi Watts no desveló quién le hizo el comentario, pero sí parece evidente que su respuesta se la dictó la ideología hegemónica en Hollywood, en su variante feminista, concretamente en su rama woke victimista actual.
Incluso si trabajara para la industria cinematográfica porno, su respuesta sería incorrecta. Sólo hay que ver lo exitosa que es la subcategoría de “MILFs” (mujeres maduras) en ese sector. Trabajando como trabaja para la industria cinematográfica “normal”, su explicación no sólo es incorrecta, sino que además es ridículamente victimista.
Salvo que seas una actriz que ha cimentado su carrera únicamente alrededor del atractivo físico, la edad no es un factor limitante para una buena actriz. Meryl Streep no está en edad reproductiva desde hace tiempo, y no sólo ha mantenido su carrera en lo alto, sino que ha sido en las últimas décadas cuando mayor éxito y reconocimiento ha cosechado.
Al igual que Meryl Streep, otras muchas actrices mayores son el vivo ejemplo de que lo que asegura Naomi Watts sólo puede ser fruto de una visión de la realidad totalmente distorsionada por la narrativa progresista.
Bryce Dallas Howard y el victimismo feminista contra la “gordofobia”
Bryce Dallas Howard, hija del afamado director Ron Howard, parece ser la nueva actriz de Hollywood —pero no será la última— en recurrir al victimismo feminista para promocionar su trabajo.
Hace unos meses utilizó el as en la manga de la desigualdad salarial, ahora, una vez temporalmente agotada esa carta, ha optado por quejarse usando una de las nuevas mutaciones de la ideología feminista: la gordofobia.
«Cómo decir esto… [me] han pedido que no utilice mi cuerpo natural en el cine», dijo para Metro al recordar su participación en la saga de Jurassic World, donde dicen que hacía sus propias escenas de riesgo. «Pude hacer muchas escenas de acción que no habrían sido posibles si hubiera estado a dieta».
Habrá que explicarle a los deportistas de élite que lo de estar a dieta en realidad les está afectando a su rendimiento. Si no estuvieran a dieta, serían capaces de mucho más con sus cuerpos naturales, al menos según la teoría de Bryce Dallas Howard.
Lo más ridículo de su victimismo es que su compañero de reparto en la saga Jurassic, Chris Pratt, tenía una silueta generosa cuando saltó a la fama con la serie Parks & Recreation, y tuvo que matarse en el gimnasio para esculpir el cuerpo adecuado para interpretar a los intrépidos Peter Quill y Owen Grady, en Guardians of The Galaxy y Jurassic World respectivamente.
Chris Pratt no se quejó por ello, al igual que no se han quejado otros actores como Matthew McConaughey o Christian Bale, que han llevado a cabo cambios radicales con sus cuerpos —poniendo en riesgo su salud— para cumplir con los requisitos del guión.
Mucho hablan las feministas de la sororidad y el empoderamiento femeninos, pero lo cierto es que parece que las actrices de Hollywood no hacen más que llorar y quejarse para conseguir papeles primero, y para mantenerse en el candelero sin realizar sacrificios después. Es como si una vez alcanzado el éxito, su mera condición de mujer les otorgara una suerte de plaza vitalicia en la industria.
Sus discursos feministas llenos de victimismo, lejos de buscar ayudar a todas las actrices, lo que hace es culpabilizar a las jóvenes talentosas, impidiéndoles abrirse paso bajo la sospecha de estar perjudicando a las mayores. Eso sí, desvían la culpa hacia el “heteropatriarcado“, que es el chivo expiatorio perfecto para las que no están dispuestas a seguir compitiendo en buena lid.
Son patentes los paralelismos entre el victimismo feminista de Hollywood y la mentalidad de izquierda que aborrece la meritocracia, la cual quiere imponerse en todos los ámbitos de la vida.
Ignacio Manuel García Medina, Business Management teacher. Artist and lecturer specialized in Popular Culture for various platforms. Presenter of the program "Pop Libertario" for the Juan de Mariana Institute. Lives in the Canary Islands, Spain // Ignacio M. García Medina es profesor de Gestión de Empresas. Es miembro del Instituto Juan de Mariana y conferenciante especializado en Cultura Popular e ideas de la Libertad.
Social Networks: @ignaciomgm