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Bukele y los demócratas se acusan mutuamente de atropellar las Cortes en sus países

Bukele, demócratas

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La política es un juego que expone las incoherencias de los partidos constantemente. El sábado, la Asamblea Nacional de El Salvador, afín al presidente salvadoreño Nayib Bukele, destituyó a los magistrados de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y también al Fiscal General, Raúl Melara. Los demócratas en Estados Unidos salieron al unísono y empezaron a condenar el atropello a la Corte Suprema por parte de Bukele, pero eso dejó en evidencia al propio partido, pues mientras ellos critican al mandatario de El Salvador, al mismo tiempo impulsan el abarrotamiento de la Corte Suprema de los Estados Unidos.

Así como Nayib Bukele ahora tiene todo para convertirse en un dictador, con un poder legislativo leal y sin un poder judicial que le haga contrapeso, los demócratas, que ahora tienen mayoría en ambas Cámaras del Congreso y poseen la presidencia con Joe Biden, también están proponiendo expandir la Corte Suprema. ¿Por qué eso sería diferente?

El abarrotamiento de la Corte Suprema, también conocido como court packing, permitiría la expansión del número de jueces en el máximo poder judicial de USA. Ahora la Corte posee 9 jueces, de los cuales 6 son conservadores y 3 liberales. Los demócratas están proponiendo elevar el número de asientos en la Corte Suprema a 13, que les podría otorgar una eventual mayoría ideológica.  

Si bien el caso no es igual y las Cortes Supremas de El Salvador y USA son muy diferentes, los demócratas exponen un conflicto de posiciones políticas cuando critican el atropello al poder judicial en El Salvador, mientras ellos mismos defienden o no critican el abarrotamiento de la Corte Suprema desde las filas más radicales de su partido. Esto es, cuanto menos, hipócrita.

Los argumentos de los demócratas y el presidente salvadoreño difieren un poco, pero en esencia, rompen con la institucionalidad de sus países; con la diferencia de que USA es una República mucho más sólida que El Salvador y probablemente la expansión de la Corte Suprema no suceda.

Bukele dice que el pueblo de El Salvador apoya mayoritariamente sus decisiones y por eso puede pasar por encima del Estado de derecho. Los demócratas, en cambio, dicen que pueden corromper las instituciones del país porque la Corte Suprema hoy está «parcializada», aunque no sea necesariamente el caso.

El juez Stephen Breyer, quien fue nombrado por el expresidente Bill Clinton para ser asociado a la Corte Suprema en 1994, explica muy bien el por qué la ideología de los jueces de la Corte Suprema pasa al segundo plano una vez nombrados: «Hacer que aquellos cuyos instintos iniciales puedan favorecer un cambio estructural importante, u otros cambios institucionales similares, como formas de expandir los tribunales, piensen mucho antes de plasmar esos cambios en la ley», dijo el juez Breyer a los estudiantes y exalumnos de la Universidad de Harvard en un discurso durante la primera semana de abril.

«Si el público ve a los jueces como políticos con toga, su confianza en los tribunales y en el Estado de Derecho sólo puede disminuir, lo que reduce el poder del tribunal, incluido su poder para actuar como control de otros poderes. Mi experiencia de más de 30 años (…) como juez me ha demostrado que, una vez que los hombres y mujeres prestan el juramento judicial, se lo toman a pecho. Son leales al Estado de Derecho, no al partido político que ayudó a conseguir su nombramiento», remarcó el juez Breyer.

Bukele, demócratas
AME7309. SAN SALVADOR (EL SALVADOR), 24/09/2020.- El presidente de El Salvador, Nayib Bukele (i), señala unos archivos durante un discurso. (EFE)

Bukele se aprovecha de las contradicciones demócratas

«Tenemos profundas preocupaciones sobre la democracia de El Salvador, a la luz del voto de la Asamblea Nacional para destituir a los jueces de la corte constitucional. Un poder judicial independiente es fundamental para una democracia sana y para una economía fuerte», escribió en Twitter la vicepresidente de Estados Unidos, Kamala Harris.

La vicepresidente Harris, mientras muestra su preocupación por lo que sucede en un país tercero, todavía no se pronuncia oficialmente sobre el impulso demócrata por expandir la Corte Suprema.

Otra voz importante demócrata que se pronunció sobre el caso salvadoreño fue la del secretario de Estado, Antony Blinken, quien dijo que habló «con el presidente salvadoreño @NayibBukele para expresar serias preocupaciones sobre la decisión de ayer de socavar al más alto tribunal de El Salvador y al Fiscal General Melara. La gobernabilidad democrática requiere respetar la separación de poderes, por el bien de todos los salvadoreños».

Las declaraciones de Harris y Blinken, políticas y diplomáticas al fin y al cabo, pudieron pasar desapercibas más allá del doble rasero. Pero hubo algo que llamó la atención, y que evidencia como Estados Unidos está perdiendo autoridad moral ante el mundo.

El representante Jim McGovern (D-MA 2nd District), también se pronunció sobre el atropello al poder judicial en El Salvador: «Estoy preocupado y enojado por la nueva votación mayoritaria de la Asamblea Nacional del presidente Bukele para destituir a todos los jueces de la Sala Constitucional. Seamos claros: esto no es democracia, es la destrucción de un poder judicial independiente y del Estado de derecho».

Nayib Bukele, quien ya tuvo encontronazos en redes con representantes americanos en otras ocasiones, aprovechó el tweet de McGovern para citar una noticia del New York Times donde se informa que el presidente Biden nombró una comisión para estudiar una posible expansión del número de jueces de la Corte Suprema.

Con este panórama, ese hombre que tranquilamente puede ser el próximo dictador de la región centroamericana, utiliza las incoherencias del Partido Demócrata para criticar a USA.

¿Cómo las autoridades americanas pueden criticar a Bukele cuando ellos, en esencia, no condenan una propuesta similar que nace desde los actores más radicales del Partido Demócrata?

Emmanuel Alejandro Rondón is a journalist at El American specializing in the areas of American politics and media analysis // Emmanuel Alejandro Rondón es periodista de El American especializado en las áreas de política americana y análisis de medios de comunicación.

Contacto: [email protected]

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