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UN PAQUETE bomba detonado en una calle del sureste de Guayaquil deja cinco muertos y 17 heridos. En medio de una campaña en contra el narcotráfico que ha dejado cifras récord de decomisos en Ecuador por parte del Gobierno de Guillermo Lasso, los carteles de la droga han respondido con un atentado directo hacia la población civil.
El ataque ha llevado al Gobierno a declarar el Estado de excepción en Guayaquil. El ministro de Gobierno, Francisco Jimenez, calificó el atentado como un “acto terrorista” mientras que el ministro del Interior, Patricio Carrillo, lo llamó una “declaración de guerra al Estado”.
Mercenarios del crimen organizado, que han narcotizado la economía durante mucho tiempo, ahora atacan con explosivos. No es un problema de la @PoliciaEcuador. Es una declaración de guerra al Estado. O nos unimos para enfrentarlo o el precio será aún más alto para la sociedad. https://t.co/CUbVqrU2QB
— Patricio Carrillo (@CarrilloRosero) August 14, 2022
Junto con las incautaciones de drogas, la violencia en Ecuador se ha duplicado con respecto a 2020 y hoy la tasa de homicidios asciende a 14 asesinatos por cada 100,000 habitantes.
La presencia de carteles mexicanos ha incrementado en el país suramericano. Hoy, las bandas delincuenciales en Ecuador se ven inmersas en un conflicto dictaminado por rivalidades en México.
Guerra en Ecuador: violencia en cárceles y calles
Las revueltas en las cárceles de Ecuador han sido la muestra más explícita de estas guerras internas entre carteles. La última revuelta ocurrió el 18 de julio en la cárcel de Bellavista en la provincia central de Santo Domingo de los Tsachilas; la banda R7 masacró a 12 de los suyos, de quienes sospechaba eran disidentes. El enfrentamiento más sangriento de bandas carcelarias ocurrió en septiembre del 2021, el saldo: 118 presos asesinados.
Este tipo de enfrentamientos, que deja decenas de muertos, se han vuelto más común en las cárceles ecuatorianas, que sufren de un hacinamiento crítico cada vez mayor. Esto ha llevado a que las autoridades penitenciarias se refieran al sistema actual como una “bomba de tiempo”. En los últimos dos años la violencia en las cárceles ha dejado un saldo de 400 muertos.
Esta violencia se refleja en las calles y la provincia de Guaya, cuya capital es Guayaquil, que ahora se encuentra a la par en violencia con los estados de Jalisco y Sinaloa en México, o el Cauca en Colombia. Desde el comienzo del año el narcotráfico en Ecuador ha dejado 1,255 muertos.
En el presente, tres provincias ecuatorianas se encuentran bajo emergencia por el aumento en la violencia derivada del narcotráfico: Guayas, Manabi y Esmeraldas.
Por su salida directa al Pacífico, el control de estas provincias es fundamental para las bandas del narcotráfico, ya que allí pueden establecer un corredor de la droga que conecta con Colombia, Panamá y Centroamérica.
Junto con las incautaciones de droga la violencia en Ecuador se ha incrementado. (EFE)
La influencia de los carteles mexicanos, junto con la coexistencia con los grupos armados colombianos, ha llevado al hampa ecuatoriana a ser conocida como las “Naciones Unidas del crimen organizado”.
Aunque históricamente los grupos criminales ecuatorianos han estado, en mayor parte, dominados por las influencias de los grupos delincuenciales colombianos —más organizados—, esto ha comenzado a cambiar y lo que antes eran bandas barriales y fragmentadas hoy son estructuras organizadas con influencia a nivel nacional e internacional.
Con contacto directo a carteles mexicanos, bandas como Los Choners o R7 han trascendido de las cárceles y hoy se disputan barrios enteros y corredores del narcotráfico a lo largo de la zona costera del país. Las luchas de pequeñas bandas que antes eran protagonizadas por pistolas, ahora escalan en intensidad y se degradan en verdaderos hostigamientos con fusiles. Las autoridades de Ecuador diariamente incautan hasta 18 armas largas.
Ecuador ha dejado de ser un simple productor de cocaína para convertirse en un preciado distribuidor para las organizaciones al norte de su frontera. El precio lo paga su población civil, sumida en la zozobra que ocasionan los grupos al servicio del narcotráfico.
Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica