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La representante Marjorie Taylor Greene arremetió en redes sociales contra el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg tras conocer que su oficina planeaba solicitar una acusación contra el expresidente Donald Trump en relación con una investigación sobre el “soborno” pagado a una estrella de cine para adultos antes de las elecciones de 2016.
Greene respondía así a una carta enviada a la Comisión Federal Electoral por los abogados del exabogado de Trump Michael Cohen, fechada el 8 de febrero de 2018, en la que indican que su cliente realizó un pago de 130.000 dólares a Stormy Daniels antes de las elecciones por voluntad propia y con fondos propios, no de la campaña de Trump. La carta también afirma que Cohen trabajó independientemente de la campaña de Trump y del aspirante presidencial republicano.
En un tuit, la republicana de Georgia afirmó que se trataba de una “prueba exculpatoria”, que demostraba que Bragg no tenía caso. También afirmó que Bragg debería ser procesado por llevar a cabo una investigación de forma inapropiada.
El expresidente Trump publicó una copia de la carta en su perfil de Truth Social comentando:
“Wow, mira lo que se acaba de encontrar: una carta del abogado de Cohen a la Comisión Federal Electoral. Esto es totalmente exculpatorio, y debe poner fin a la Caza de Brujas del Fiscal del Distrito de Manhattan, inmediatamente […] Cohen admite que lo hizo él mismo. El fiscal debería ponerse a perseguir a los criminales violentos, ¡para que la gente pueda caminar por las aceras de New York sin ser asesinada!”.
Un testigo que declaró ante el gran jurado de Bragg en relación con la investigación el pasado lunes ha hablado públicamente sobre Cohen, que fue un testigo crucial en el caso.
El exasesor legal de Cohen, Robert Costello, se refirió a él como un “perjuro convicto” y advirtió que su testimonio ante el gran jurado sobre Trump puede ser sospechoso.
Costello declaró que testificó a pesar de que otras personas le habían aconsejado que no tenía nada que ganar. Dijo que quería proporcionar la verdad a los miembros del gran jurado y contrarrestar las mentiras promovidas por los medios de comunicación. Continuó diciendo que si hubiera pruebas sustanciales para procesar a Trump, no habría ninguna dificultad, pero que Cohen no siempre es un testigo fiable.
Declaró al medio de comunicación Newsnation: “Si ves el panorama completo, ya sabes, escucha, si quieren ir por Donald Trump y tienen pruebas sólidas, adelante. Pero Michael Cohen está lejos de ser una prueba sólida […] Este tipo, según el estándar de cualquier fiscal, y yo solía ser subjefe de la división criminal en el Distrito Sur de New York, no habría tocado al tipo como Michael Cohen, especialmente si es un perjuro convicto”, continuó. “Por no hablar, como he dicho, de las entre 50 y 100 mentiras que [Cohen] nos dijo y que están en esos 330 correos electrónicos”.
Trump admitió previamente haber reembolsado a Cohen por el pago, pero ha mantenido que el reembolso no estaba relacionado con las finanzas de su campaña. El pago para reembolsar a Cohen se consideró un gasto legal de la Organización Trump. Otros han señalado también que Trump autofinanció su primera campaña.
