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El régimen de Xi Jingping ha tomado cartas en el asunto para logras desinflar la burbuja inmobiliaria en China. Dicha burbuja quedó expuesta tras la restructuración de Evergrande, pero a pesar del aparente poder de Xi, el Secretario General del Partido Comunista Chino y jefe de Estado de China enfrenta una fuerte oposición dentro de la cúpula del Partido Comunista chino.
Las burbuja inmobiliaria de China se hace cada vez más evidente ante el alto endeudamiento tanto por parte de las compañías constructoras como de las familias chinas. En China, hasta el 90 % de las familias urbanas son dueñas de la vivienda que habitan, y la industria inmobiliaria equivale a un tercio del producto interno bruto chino.
Hasta un 80 % de la riqueza acumulada por los hogares chinos constituye propiedad raíz, por lo que la caída en el valor de la vivienda en China haría efectivamente a los hogares chinos más pobres.
La burbuja inmobiliaria china se ha hecho más grande con el tiempo y los precios de la vivienda crecen a un ritmo mayor. Según el analista financiero, Wolf Ritchier, para el 2018 el 87 % de las compras de nuevos apartamentos en China fueron adquiridos por familias que ya tenían vivienda propia.
Ritchier estima que hay alrededor 108 millones de apartamentos en construcción en China. Teniendo en cuenta que el 90 % de la población urbana china tiene vivienda propia y la población en edad de trabajar ha disminuido durante la última década, es difícil que estas nuevas viviendas tengan una demanda a la que atender.
Los efectos de la realidad económica china ya se han comenzado a sentir y en septiembre las ventas de los 100 principales desarrolladores inmobiliarios cayeron un 36 % con relación a hace un año.
En un período de diez años, la deuda de los hogares en China ha pasado de representar un 18 % del Producto Interno Bruto (PIB) a poco más del 60 %. Los constructores y promotores de propiedad en China también han asumido una deuda masiva que equivale hasta $5.2 billones, una deuda que supera el tamaño de una economía como Japón.
Como Evergrande, cada vez más desarrolladores inmboliarios en China comienzan a incumplir el servicio de su deuda. Esta semana le tocó a Modern Land, un desarrollador de Beijing que acaba de incumplir el pago de más de 250 millones en intereses. Fantasia Holdings, un desarrollador inmobiliario en Shenzhen falló un pago de más de $206 millones.
En septiembre, el default de la deuda de los desarrolladores inmobiliarios chinos se duplicó, totalizando más de $7 mil millones. Los analistas financieros todavía se debaten entre si el Gobierno chino tiene las herramientas para controlar la crisis o si habrá un efecto cascada que lleve a miles de desarrolladores a la quiebra.
Aunque Xi intenta implementar un impuesto a la propiedad en las 30 principales ciudades de China, según The Wall Street Journal hay miembros del Partido Comunista que no están de acuerdo con las intenciones del Secretario General Xi.
El banco central chino también ha limitado los prestamos para vivienda y para el mes de agosto estos cayeron en $70 mil millones aproximadamente. Estas medidas ya se han hecho sentir en China y el mes de septiembre fue el primer mes, desde Febrero del 2020, donde el precio de la vivienda no creció en las 30 principales ciudades de China.
Economist, writer and liberal. With a focus on finance, the war on drugs, history, and geopolitics // Economista, escritor y liberal. Con enfoque en finanzas, guerra contra las drogas, historia y geopolítica