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China y su penetración imperial en las Américas

China, El American

Cada vez es más común las noticias en los diarios internacionales sobre los recientes, poderosos y asombrosos avances armamentísticos de China, como la mega-construcción de silos para lanzamientos de misiles en su desierto y el caso de su misil planeador nuclear que alcanza la velocidad hipersónica. Lo que significa que puede orbitar en el espacio durante un prolongado periodo de antes de atacar sin ser detectado.

Por toda esta denodada carrera armamentística que ha venido desarrollado China en los últimos años, sumado al discurso agresivo e intimidante de su “líder supremo”, Xi Jinping y toda la cadena de actos hostiles en el comercio y la diplomacia mundial, como los casos de Hong Kong, India y Taiwán, produjo que desde el año pasado la Inteligencia británica considere a China como la principal amenaza para la seguridad del reino.

Pese a todo ello, los gobiernos de Estados Unidos y los países latinoamericanos definitivamente están perdidos en las frívolas agendas equidad social, diversidad y progresismo. O es una miopía geopolítica o quizás ya han sido penetrados por la Inteligencia china, tal como lo ilustra magistralmente la inexplicable llamada del jefe del Estado Mayor de los Estados Unidos, el general Mark Milley, quien confesó ante el Congreso de los Estados Unidos, que a espaldas del entonces presidente Trump, llamó a su par chino para revelar información sensible. Lo peor de todo esto es que el general Milley no fue destituido y menos aún enjuiciado.

Para América Latina, China comunista tiene otra estrategia: la compra de las adhesiones de más gobiernos para su “harén” de Estados sometidos bajo su influencia.

Entre las recientes expresiones de esta estrategia destacan los casos de Costa Rica y Panamá, por ejemplo, países que rompieron sus históricas relaciones diplomáticas con Taiwán para establecerlas con la República de China Popular a cambio de promesas de gigantescas ayudas financieras y multimillonarias oportunidades de comercio para sus productos en el colosal mercado asiático. 

Tristemente, la realidad fue otra, como era lógico. El gran dragón rojo inundó los mercados de esos países, destruyendo centenares de industrias locales y, finalmente, terminaron con una balanza comercial totalmente desfavorable. Una situación que solo sirvió para lucrar a China y las elites importadoras locales.

Hoy, la estrategia china centra sus ojos en dos naciones básicamente: Honduras en Centroamérica y Paraguay en Sudamérica. En el caso de la pequeña nación grancaribeña, la suerte parece estar echada para Taiwán tras la reciente elección de la castro-chavista Xiomara Castro de Zelaya, esposa del derrocado presidente Manuel Zelaya, ambos, ultraizquierdistas y como tales miembros activos de los clanes desestabilizadores y antidemocráticos como el Foro de São Paulo y Grupo de Puebla.

En Honduras, país subsumido en una profunda crisis económica, con una débil industria y una agricultura centrada en la producción de café y caña de azúcar, entre otros rubros menores, una simple promesa de ayuda por parte de Beijing bastará para una asegurar la alineación ideológica, un país más para su órbita.

En tanto, en Paraguay, la estrategia tal vez luzca más difícil y compleja para China, pues, Taiwán tiene relaciones diplomáticas con el país sudamericano desde hace más de seis décadas y es su principal socio estratégico. En la actualidad, es uno de los mayores compradores de carne bovina paraguaya a escala mundial, amén que en términos reales financia importantes programas socio-productivos y educativos, siendo la más reciente, la creación de la Universidad Politécnica Taiwán-Paraguay.

En fin, las Américas deben comenzar a ver a China como lo que realmente es: un poderoso imperio que emerge desde Asia con un total desprecio hacia la democracia, el respeto a los derechos humanos y la protección del medio ambiente, para nadie es un secreto que China es el país más contaminante del planeta, que aunado a su enorme poder militar, la paz, la libertad y los valores como las tradiciones occidentales peligran ante la inminente hegemonía del gran dragón comunista.

Nahem Reyes is a PhD in history from the Andrés Bello Catholix University and associate member of the American Studies Center of the Central University of Venezuela. // Nahem Reyes es doctor en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello y miembro asociado del Centro de Estudios de América de la Universidad Central de Venezuela.

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