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¿Se convertirá Colombia en la Baltimore de América?

Colombia, El American

Por Álvaro Grajales *

Colombia está próxima a elegir a su nuevo presidente. Entre las opciones está el ingeniero Rodolfo Hernández, un exitoso empresario que enarbola las banderas de la austeridad estatal y la lucha contra la corrupción, por un lado; y Gustavo Petro, un exguerrillero que militó en el extinto grupo terrorista M-19 y que representa los modelos económicos y políticos más fracasados de la historia de la humanidad, por el otro. 

Petro basa su programa en un modelo económico que ha demostrado ser un fracaso económico, social, y cultural. Y es precisamente ese hecho lo que la gente usa para tratar de generar conciencia sobre el peligro que representa el candidato de la extrema izquierda.  

Muchos colombianos han decidido acompañar al ingeniero Hernández para evitar que su país termine como Cuba, Venezuela, Perú, Nicaragua o Argentina. Sin embargo, las políticas que encarna Petro no solo destruyen países, sino ciudades y departamentos enteros. 

Normalmente acudimos a Suramérica —lugar donde la internacional socialista ha logrado mayor impacto— para ejemplificar los nefastos resultados que produce el socialismo. Pero el socialismo también ha logrado hacerse al poder en ciudades y estados de Estados Unidos, generando el mismo caos y la misma pobreza. 

Por eso también hay que mirar al norte, allá también hay prueba fehaciente de cómo el socialismo falla. Y esta afirmación la quiero demostrar contando la historia de la ciudad de Baltimore, capital del estado de Maryland. 

Esta ciudad ha sido gobernada por la izquierda, en cabeza del Partido Demócrata desde 1967, cuando asumió el cargo Thomas D’Alesandro III, hasta la fecha. Baltimore ha soportado el yugo de la izquierda por 55 años con resultados muy similares a países socialistas de América Latina. 

La izquierda americana logró convertir a Baltimore en una de las 20 ciudades más peligrosas del mundo, con una tasa 337 homicidios en 2021. 

La ciudad afronta un éxodo de personas que buscan un mejor lugar para vivir, generando un problema de viviendas abandonas que le cuesta a la ciudad USD 8 millones al año. Adicional, tienen la tasa más alta de ciudadanos contagiados con enfermedades de transmisión sexual y desde 1990, han perdido más de 75,000 empleos industriales que no han logrado ser compensados con otras actividades. 

Los demócratas, como buenos socialistas, en vez de eliminar la pobreza, la han logrado multiplicar, consiguiendo una tasa del 22.4 % de pobres y según un estudio de la Universidad Johns Hopkins, solo el 4 % de los niños de las zonas más deprimidas logra terminar la Universidad.

Querido lector, esto demuestra con datos que, en el norte, la izquierda también produce pobreza y debe ser un motivo más para evitar que Colombia caiga en las manos del socialismo. 


Álvaro Grajales es abogado colombiano con énfasis en Análisis Económico del Derecho.

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