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Por Álvaro Grajales *
Después de casi cuatro años de la administración Duque, los colombianos están listos para elegir a su nuevo presidente. Lamentablemente, el nuevo escenario político no es bueno.
El Centro Democrático, el partido de gobierno, ha sufrido una tremenda derrota en las elecciones legislativas. Esto tal vez sea el resultado de un gobierno que se hizo elegir con las banderas de la derecha, pero gobernó el país con una ideología de la izquierda.
Este desastre, en la mente de los colombianos, es culpa de la derecha. Esa es la razón que explica la derrota de los partidos políticos de derecha y el renacimiento de la extrema izquierda en un país que sufrió la violencia creada por las guerrillas comunistas/marxistas. Pese a que Duque implementó varias políticas de izquierda como la renta básica universal, subir impuestos, aumentar el gasto público, etc., que, dicho sea de paso, hoy en día tienen al país con una inflación por las nubes.
Todas esas políticas de izquierda implementada por una administración de “derecha” no fue suficiente para la extrema izquierda. Los partidos de izquierda implementaron una furiosa oposición al Gobierno de Duque, que, en lugar de responderle con buenas políticas, prefirió rendirse y ceder ante los partidos de extrema izquierda.
Esto empoderó a la extrema izquierda representada por Gustavo Petro, exterrorista del grupo comunista M-19. Petro lidera las encuestas para presidente, y su principal oponente es el exalcalde de la ciudad de Medellín, Federico Gutiérrez.
El problema es que Gutiérrez está utilizando la misma estrategia de Duque, contemporizar con la izquierda para tratar de conseguir votantes de centro, situación que afectará su aspiración a la presidencia y condenará a Colombia a cuatro años de pobreza, inflación, regulaciones y expropiaciones.
Álvaro Grajales es abogado colombiano con énfasis en Análisis Económico del Derecho.
