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Colombia se salva de caer en comunismo en primera vuelta de las elecciones presidenciales

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EL PRECONTEO de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Colombia resulta en el extremista de izquierda Gustavo Petro y el outsider populista Rodolfo Hernández debatiéndose la segunda vuelta. Es un resultado completamente sorprendente —pues quedó por fuera el candidato de la centro-derecha Federico Gutiérrez, apoyado por los partidos tradicionales Liberal, Conservador y la fuerza uribista Centro Democrático.

En sí, no son malas noticias para Colombia. El gran peligro estaba en que Gustavo Petro, un extremista de izquierda que perteneció al grupo guerrillero M-19 y apoyado por la organización terrorista FARC, ganara en primera vuelta. Sin embargo, obtuvo 40% de los votos, que no son suficientes para llegar en primera vuelta a la Presidencia. Rodolfo Hernandez sacó 28% y Gutiérrez, 23%. 

Lo más probable es que para la segunda vuelta todos los votos de Gutiérrez los absorba Hernández. De hecho, ya Gutiérrez le dio su respaldo al outsider, cuando dio su discurso reconociendo la derrota. Si se suman los votos que obtuvieron Hernández y Gutiérrez en esta primera vuelta, el primero será presidente de Colombia.

Quien quedó de cuarto lugar fue el izquierdista moderado Sergio Fajardo, con solo 4,2% de los votos. Aunque todos los absorba Petro, no serán suficientes para que el candidato de la extrema izquierda triunfe en la segunda vuelta. Por lo tanto, el panorama ya no luce tan favorable para Petro como hasta hace unas horas.

Puede que Petro haya llegado a su techo, que es muy similar a lo que obtuvo en las elecciones presidenciales de 2018 —hay que considerar, además, que toda su maquinaria apostó a que el candidato triunfara en esta primera vuelta, por lo que puede que sus votos de este 29 de mayo no varíen mucho en una segunda vuelta—.

Ahora, ¿quién es Hernández? Es un enigma. Hasta hace poco era desconocido en gran parte de Colombia. Fue alcalde de la mediana ciudad de Bucaramanga y copó los medios cuando, en un momento de euforia, le dio una cachetada a un concejal. Más allá de eso, no tenía mucho reconocimiento. No obstante, desde que se lanzó a la presidencia, empezó a crecer raudamente en las encuestas hasta consolidarse, este domingo 29 de mayo, como la segunda fuerza política en Colombia. 

Hernández es un exitoso empresario de la construcción y vivió en carne propia la guerra contra los grupos comunistas en Colombia. Su padre fue secuestrado por las FARC y a su hija la asesinó el grupo Ejército de Liberación Nacional. Muy diferente a Petro, quien formó parte del grupo guerrillero M-19.

Las propuestas de Hernández no lo encasillan en el maniqueísmo de izquierda y derecha. Es más fácil llamarlo un populista a secas. Le apuesta a una economía proteccionista, plantea dádivas, pero también habla de reducir la nómina del Estado, de bajar los impuestos, apoya el fracking y mantendrá intactas a las fuerzas de seguridad. 

Hernández es un provocador y arrastra declaraciones muy, muy polémicas. Sin embargo, hoy se consolida como la única alternativa de los colombianos para evitar que la extrema izquierda se tome el país. 

Orlando Avendaño is the co-editor-in-chief of El American. He is a Venezuelan journalist and has studies in the History of Venezuela. He is the author of the book Days of submission // Orlando Avendaño es el co-editor en Jefe de El American. Es periodista venezolano y cuenta con estudios en Historia de Venezuela. Es autor del libro Días de sumisión.

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