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Compra millonaria de Bitcoin por Elon Musk anuncia futuro esperanzador

Bitcoin, Elon Musk, El American

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Por John Tamny

Poco antes de fallecer, John Maynard Keynes se refirió a sus discípulos como “tontos”. Con razón. Sus intentos por articular las ideas de su héroe sólo sirvieron para avergonzarlo. Eso es cierto hasta el día de hoy. Imagínense creer que el crecimiento económico es tan sencillo como estimular a los deprimidos, deprimiendo a los estimulados, mediante una redistribución forzada de la riqueza.

Sin embargo, este pieza de opinión no ahonda en la redistribución de la riqueza. O al menos no se trata de la redistribución de la riqueza tal y como se entiende tradicionalmente. Se trata de las divisas, en las que Keynes era experto. A diferencia de los tontos que no prestan atención a los horrores de la volatilidad de las monedas, Keynes le prestó mucha atención.

Como lo explicó en su Tratado Monetario, las economías “no pueden funcionar adecuadamente si el dinero, que se supone es estable, no es fiable”. Una “economía” no es más que un conjunto de personas que ganan aquello por lo que se puede cambiar el dinero. Por eso la inestabilidad del dinero como medida de valor es tan devastadora.

Keynes entendió que la inestabilidad de las unidades (entiéndase dólares, libras, yenes, etc.) perjudica a los individuos que componen cualquier economía, ya que esos individuos son los que a veces descubren por las malas “que son los que tienen los billetes los que sufren los impuestos”. Traducido, los gobiernos nos gravan de dos maneras: o bien mediante la extracción de riqueza a través de los impuestos directos, o bien saldando sus deudas con nosotros en forma de devaluación de la moneda, que reduce el valor de cambio de las unidades monetarias que recibimos a cambio de nuestro trabajo.

Keynes comprendió bien las implicaciones de la devaluación, y también comprendió que los tienen los billetes habitualmente encogidos acaban por rebelarse. Una forma de hacerlo es “emplear dinero extranjero en muchas transacciones en las que hubiera sido más natural y conveniente utilizar el propio”.

Por ahora, Bitcoin no funciona tan eficazmente como “dinero” precisamente porque el valor de la moneda es muy volátil.

Los ejemplos de esto son infinitos. En los años 2000, la supermodelo Gisele Bundchen respondió a la debilidad del dólar pidiendo que sus honorarios como modelo se pagaran en euros. Más modernamente, los lectores pueden estar seguros de que cuando se compran y venden bienes y servicios en Irán, Corea del Norte y Venezuela, los tomanes, los won y los bolívares casi nunca son la moneda de referencia. La mayoría de las veces es el dólar, a pesar de sus propios defectos, y con el tiempo será el dinero privado.

Lo que nos lleva a la decisión de Tesla de comprar 1,500 millones de dólares en Bitcoins. La empresa de transporte futurista no es la única. Entre otras, Microstrategy, con sede en Tysons Corner, VA, ha anunciado la adquisición de más de 70.000 Bitcoins en 2020.

Las compras anuncian un futuro monetario mejor. Esto es cierto a pesar de que los Bitcoins no son actualmente muy útiles como dinero. No lo son cuando se recuerda que nadie compra, vende, presta o toma prestado “dinero”. En realidad, todas las transacciones financieras señalan intercambios de recursos subyacentes.

Al comprar, vender, prestar o pedir prestado, siempre se trata de productos por productos. El dinero que cambia de manos es señal de que los bienes y servicios se mueven, y cuando se ahorra y se pide dinero prestado, esta última transacción nos revela que existe una transferencia en el acceso a los recursos por parte de quien pide el dinero prestado para que el prestamista pueda conseguir un acceso mayor a los recursos (mediante el pago de intereses) en el futuro.

Por ahora, el Bitcoin no funciona muy eficazmente como “dinero” precisamente porque el valor de cada moneda es muy volátil. Realmente, ¿cuántos de nosotros compraríamos, venderíamos, prestaríamos o pediríamos prestado cómodamente en Bitcoin?

El potencial de pérdidas enormes es infinito cuando se recuerda que hace un año un Bitcoin costaba aproximadamente 10,000 dólares. A partir de ahora, uno se puede intercambiar por 46,900 dólares. Alguien que pidió un préstamo en Bitcoin hace un año con la promesa de devolverlo en un año está sufriendo en este momento. Alguien que compró cosas con Bitcoin hace un año también se está lamiendo las heridas. ¿Los prestamistas y los vendedores? Quizás no tanto.

Lo importante es que lo que es volátil no es el dinero. El dinero real es inmutable, como el pie, la pulgada o una cucharada. Al igual que el pie es un acuerdo sobre la longitud, y el minuto un acuerdo sobre el tiempo, el dinero es históricamente un acuerdo atemporal sobre el valor. El dinero simplemente es. El dinero es silencioso. Cuanto más silencioso es el dinero, es decir, cuanto menos volátil es, más riqueza se puede intercambiar y más riqueza se puede aprovechar al máximo.

Sin embargo, la compra de Tesla indica un futuro brillante. Señala la competencia monetaria. Podría decirse que Musk está diciendo que, aunque el dólar es la moneda mundial y, según Keynes, la moneda más “conveniente” para arbitrar transacciones, ya no es totalmente fiable. Tesla se diversificará.

Y lo que es mejor, Tesla se suma a una pequeña pero creciente lista de empresas que aceptan monedas alternativas. Esta es la gran noticia. Piénselo. ¿Qué preferiría ganar el lector? ¿Un dólar de J.P. Morgan, un dólar de Walmart, un dólar de Amazon, un dólar de Facebook o un billete de la Reserva Federal? Por favor, piense en esto teniendo en mente la supervisión del Tesoro de esos billetes de la Reserva Federal. En 1971 esos billetes de dólar compraban 1/35 de onza de oro, mientras que hoy un dólar compra menos de 1/1800. ¿Crees que JPM, WMT, AMZN y FB podrían salirse con la suya con una gestión de divisas tan pobre? Preguntado y respondido.

El futuro alcista que Tesla parece estar ayudando a inaugurar es el del dinero privado que sustituye al dinero del gobierno, el de los individuos que piden una compensación en dinero en el que confían por encima del dinero que los gobiernos no siempre han supervisado de forma fiable.

Si Tesla empieza a intercambiar autos por Bitcoins, también lo harán otros. Y el dinero privado empezará a circular, desplazando poco a poco al dinero del gobierno. La “Ley de Gresham” volverá a ser un mito en este futuro alcista, ya que el dinero real y privado, que mantiene su valor de forma estable en el tiempo, desplaza al volátil. Incluse al Bitcoin.

Elon Musk está ayudando a traernos el futuro al presente. Como consecuencia, todos estaremos mejor.

Foundation for Economic Education (FEE)

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