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Con la aprobación del matrimonio del mismo sexo la tiranía de Cuba pretende blanquear su naturaleza criminal

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ESTE LUNES la autoridad electoral de Cuba anunció que, por mayoría, el matrimonio y la adopción para parejas del mismo sexo había sido aprobado en un referéndum celebrado el 25 de septiembre. De acuerdo con la información oficial, 67% de los votantes, unos 4 millones, apoyaron la propuesta.

La prensa internacional mainstream celebró el resultado. En un artículo, el New York Times la llamó una “decisión histórica”. La Casa Blanca y activistas de todo el mundo aplaudieron, reconociendo “la decisión del pueblo cubano”. Toda la ovación sobre el supuesto referéndum pretende revestir con mentiras lo que, desde hace décadas, es innegable: en Cuba no hay democracia.

Quienes destacan la “decisión del pueblo cubano” sugieren que los cubanos decidieron en un referéndum en el que, además, contaron con garantías. Es mentira. La mayoría de los reportes desde dentro de Cuba denuncian la falta de transparencia y la manipulación del Partido Comunista de Cuba de un supuesto referéndum que se pareció más a un teatro.

Desde el inicio de la Revolución Cubana, a principio de la década de los sesenta, Cuba ha sido una dictadura plenamente controlada por el Partido Comunista y la familia Castro. Ha sido una dictadura sanguinaria y cruenta, marcada por sus ejecuciones públicas, su despiadado aparato de inteligencia y el empobrecimiento de la isla. Y nada ha cambiado.

Nada ocurre en Cuba sin el consentimiento del régimen, hoy liderado por el dictador Miguel Díaz-Canel, pero bajo la decisiva influencia de Raúl Castro, el hermano menor de Fidel. Si de un supuesto referéndum se aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo en la isla, fue porque al Partido Comunista de Cuba le convenía. Le convino la aprobación del matrimonio igualitario como hace décadas le convenía la persecución de los homosexuales. Porque es lo que hay que mencionar: donde hoy se aprueba el matrimonio del mismo sexo hace años se forzaba a homosexuales a trabajar en campos de concentración y se les perseguía. Los victimarios de entonces son los mismos de ahora.

Para la izquierda del siglo pasado lo chic era el combatiente barbudo y andrajoso. La frágil épica de Fidel Castro y sus guerrilleros cautivó a la izquierda del mundo, que por décadas se postró ante los pies de la Revolución Cubana, pese a sus crímenes. Hoy las armas no están de moda y lo vogue es lo identitario.

Para seguir cautivando a la izquierda del mundo, el régimen cubano se adapta y, de torturar homosexuales en campos de concentración, hoy los celebra y los vuelve política de Estado. Una burda manipulación que debería de ser repudiada por los homosexuales de todo el mundo.

“El régimen instrumentaliza el tema LGBTQ+ para insertarse en temas relevantes en la agenda de Occidente, buscando dólares y pretendiendo desviar la atención de sus crímenes de lesa humanidad”, me dijo Rosa María Payá, la valiente activista cubana y defensora de la libertad que hoy vive en Miami.

Payá me dijo que el régimen está “simulando un proceso de apertura que no existe”.

La realidad es que “el pueblo cubano no decide hace más de 6 décadas simplemente porque no tiene libertad ni derechos para hacerlo”.

Sobre los artículos de medios como el New York Times, Payá fue clara: “A estas alturas estos medios deberían saber que no puede haber derechos de las minorías si no hay derechos humanos”.

Esa última frase es transparente. Rosa María Payá, que lleva en su sangre la valentía de su padre, Oswaldo Payá, quien se enfrentó al régimen hasta que lo sacaron del juego en un sospechoso “accidente”, me explicó cómo es realmente la supuesta valoración del régimen cubano de las minorías y la realidad que viven los grupos LGBTQ.

“Es falso que el régimen permite marchas LGBTQ. Permite marchas que organiza el régimen o que controla y están alineadas con sus objetivos. Los activistas LGBTQ que actúan de manera independiente son víctimas de persecución política y discriminación. Los hombres homosexuales que son prisioneros políticos en Cuba son obligados a caminar desnudos dentro del penal y sufren todo tipo de vejaciones físicas y psicológicas por parte de las autoridades. No hay un cambio en las autoridades hacia el respeto a la dignidad humana de todas las personas con independencia de cómo escojan pareja”.

“Este simulacro de referéndum es parte de la limpieza de imagen que la dictadura lleva tiempo intentando”, me dijo, tajante.

Con respecto al falso referéndum, la embajada de los Estados Unidos en Cuba publicó, en un tuit: “Celebramos la decisión del pueblo cubano de apoyar la igualdad matrimonial y los privilegios de adopción para todas las familias”. Al respecto, Payá fue dura: “Esa felicitación parece una burla de la represión y la violencia que sufren los cubanos, independientemente de su orientación sexual. Es incomprensible que el Gobierno de Estados Unidos reconozca una votación que no contó con los más básicos estándares de transparencia, justicia ni libertad”.

“El pronunciamiento de la embajada norteamericana en La Habana re-victimiza al pueblo cubano que, contrario a lo que dice el tuit, no ‘decidió'”, agregó Rosa María Payá.

Con la aprobación del matrimonio del mismo sexo la tiranía de Cuba pretende blanquear su naturaleza criminal
AME9729. HABANA (CUBA), 25/09/2022.- Fotografía cedida por Estudios Revolución que muestra a Miguel Díaz-Canel (d) mientras habla con la prensa luego de votar en el referendo sobre el nuevo código de familia hoy, en La Habana (Cuba) // EFE

El dictador Díaz-Canel aprovechó su farsa para pavonearse: “Ganó el sí. Se ha hecho justicia (…) Se ha saldado una deuda con varias generaciones de cubanas y cubanos, cuyos proyectos de familia llevan años esperando por esta ley. A partir de hoy seremos una nación mejor. El amor es ley”. Nicolás Maduro, otro dictador sanguinario, famoso por sus bravuconadas homofóbicas, lo felicitó: “Una jornada histórica, que continúa profundizando la lucha revolucionaria por la protección de las familias. ¡Grande Cuba!”.

En su libro más conocido, Antes que anochezca, el escritor cubano Reinaldo Arenas dejó por escrito el testimonio de qué le ocurre a los homosexuales en Cuba. Persecuciones, acosos y torturas. Fantasmas que le acompañaron por el resto de su vida hasta que, sin poder más, se quitó la vida el 7 de diciembre de 1990 en Nueva York. Reinaldo Arenas culpó a Fidel Castro de su muerte en una carta que dejó escrita.

La dictadura cubana no puede decirle al mundo que hoy es inclusiva y tolerante, cuando arrastra sacos llenos de cadáveres como el de Reinaldo Arenas. Personas que murieron por lo que eran, por como eran. Ese es, al final, el verdadero legado de la Revolución, que no podrá borrar con una ley tosca aprobada en una bufonada que nos quieren vender como referéndum. Es mentira que el pueblo cubano votó. Algún día lo hará, pero no lo hizo este 25 de septiembre.

Orlando Avendaño is the co-editor-in-chief of El American. He is a Venezuelan journalist and has studies in the History of Venezuela. He is the author of the book Days of submission // Orlando Avendaño es el co-editor en Jefe de El American. Es periodista venezolano y cuenta con estudios en Historia de Venezuela. Es autor del libro Días de sumisión.

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