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La reciente oleada de suspensiones de altos perfiles en Twitter, entre las que destaca la de la congresista republicana Marjorie Taylor Greene, ha vuelto a echar leña al fuego al debate sobre la agresiva censura de la compañía hacia sus usuarios, especialmente entre los partidarios del expresidente Donald Trump. Sin embargo, mientras siguen surgiendo plataformas alternativas, ¿es una buena idea que los conservadores abandonen la plataforma por completo?
A pesar de ser un hervidero de censura y burlas, hay razones de peso para que los de la derecha no se alejen del todo de Twitter todavía. Al abandonar Twitter, los conservadores se retiran voluntariamente de una de las mayores plataformas de la plaza pública virtual y con ello la oportunidad de ganarse los corazones y las mentes de los que están al otro lado del pasillo político.
Sin embargo, la importancia de Twitter como plataforma se ve reflejada en el hecho de que muchos conservadores quieren que pierda la protección que le otorga la Sección 230, también conocida como “Ley de Decencia en las Comunicaciones”, que proporciona inmunidad a las empresas de medios sociales con respecto al contenido de terceros.
El propio Trump, que tenía 88 millones de seguidores al momento de su suspensión, daba tanta importancia a su cuenta que sigue luchando contra las prohibiciones a través de las Cortes, incluso cuando se prepara para lanzar su propia plataforma, Truth, el “Día del Presidente”. (Los argumentos orales en el caso Trump contra Twitter comenzarán el 23 de febrero en el Corte de Distrito de San Francisco en Estados Unidos).
Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan plataformas como Gettr y Parler es que corren el riesgo de convertirse en cámaras de eco de la derecha. Como señaló recientemente el podcaster y escritor conservador Matt Walsh, “parte de la diversión de Twitter es que mucha gente que no está de acuerdo conmigo inevitablemente verá lo que publico. ¿Qué sentido tiene si todo el mundo está de acuerdo?”.
Esto no quiere decir que las personas que tienen conciencia de la libertad no deban abrazar las plataformas y tecnologías alternativas que están en constante desarrollo. En las últimas semanas, se han unido a Gettr importantes personas influyentes, como el podcaster Joe Rogan y el presentador de Fox News Tucker Carlson. Por su parte, Parler ha recaudado 20 millones de dólares y afirma tener 16 millones de usuarios activos.
Ante la incertidumbre, lo mejor es repartir las apuestas. Puede que Twitter esté en declive bajo su nuevo director general, Parag Argawal, pero sigue siendo una empresa multimillonaria de importancia cultural y política a escala mundial. Con 330 millones de usuarios activos, la plataforma es utilizada por líderes mundiales y de Hollywood, así como por pequeñas empresas y personas corrientes. Con casi 16 años de existencia, el sitio web también ofrece una experiencia de usuario sin fisuras que se desarrolla y mejora constantemente y con la que muchas empresas más nuevas luchan por alcanzar.
Los conservadores deben tratar a Twitter con legítima desconfianza y, en caso de que recuperen el control del Congreso este año, la perspectiva de la regulación debe estar sobre la mesa. Sin embargo, mientras la mayoría sea libre de utilizar la plataforma, los conservadores deben seguir aprovechando la oportunidad de difundir el mensaje de libertad y responsabilidad personal a través de tantos medios como sea posible.
Ben Kew is English Editor of El American. He studied politics and modern languages at the University of Bristol where he developed a passion for the Americas and anti-communist movements. He previously worked as a national security correspondent for Breitbart News. He has also written for The Spectator, Spiked, PanAm Post, and The Independent
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Ben Kew es editor en inglés de El American. Estudió política y lenguas modernas en la Universidad de Bristol, donde desarrolló una pasión por las Américas y los movimientos anticomunistas. Anteriormente trabajó como corresponsal de seguridad nacional para Breitbart News. También ha escrito para The Spectator, Spiked, PanAm Post y The Independent.
Coincido eso de hacer berrinches y boycotts a quienes no piensen como nosotros es de progres , hay que dar el dabate donde sea posible “No a la cultura de la cancelación”