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El contraste entre el cobarde Putin y el valiente Zelensky

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Vladimir Putin tiene a su disposición al segundo ejército más poderoso del mundo; sin embargo, no va ganando en Ucrania.

Ya van cuatro días de que Rusia invadiera y las dos ciudades más importantes de Ucrania, Kiev y Járkov, siguen de pie, en manos del ejército ucraniano. ¿Cómo ha sido esto posible? Por una heroica contienda, sostenida sobre el espíritu, el patriotismo y el coraje de la resistencia ucraniana.

Lo que están logrando los ucranianos ya pasó a la historia. Liderados por su presidente, el valentísimo y heroico Zelensky, le han dado una lección al mundo. Zelensky ha hecho lo que no hacía ningún líder del mundo desde hace décadas: no recuerdo cuál fue el último jefe de Estado que, en las horas más oscuras, haya demostrado tanta firmeza y coraje.

El presidente Zelensky pudo haber huido hace tiempo, con su familia y un botín. Pero no. Ha decidido quedarse en Kiev, luchando, codo con codo con sus soldados. Y lo hace sabiendo que el mundo los ha dejado solos. Ante la oferta de ser evacuado por Estados Unidos, su respuesta fue: “La pelea está aquí. Necesito son municiones, no un aventón”.

Vaya contraste con el tirano cobarde de Putin, que se cree con la capacidad de hacer lo que se le antoje solamente porque se sienta sobre un arsenal nuclear. Cobarde. Dirigiendo desde el Kremlin a sus soldados, a los que mandó a matar inocentes.

Ya van catorce niños ucranianos asesinados por el Ejército de Putin. Varias escuelas bombardeadas y decenas de mujeres también asesinadas. Eso es lo que ha sabido hacer Rusia hasta el momento: derramar sangre inocente. En cambio, Ucrania sí ha sido mucho más eficiente y superior.

Las pérdidas de Rusia son notables. Más de cuatro mil soldados. 27 aviones, 2 barcos, etcétera. Es impresionante. Ucrania le ha dado golpes certeros a Rusia y ha mostrado una superioridad sobresaliente en el campo de batalla. Ahí está, por ejemplo, el denominado “Fantasma de Kiev”, que tumba aviones rusos como moscas.

El mundo ya está reaccionando con más firmeza. Finalmente Europa decidió sacar a Rusia del sistema SWIFT, lo que tendrá un impacto tremendo en las finanzas del Kremlin. Ya ningún avión ruso puede volar sobre Europa. Ni aerolíneas ni los jets privados de los oligarcas, como acotó la Unión Europea. Y un montón de países está mandando armas y municiones para los ucranianos —la Unión Europea, por ejemplo, decidió por primera vez en su historia mandar armas a un país agredido—. La cosa es tan evidente que hasta Suecia, con su tradición de neutralidad, se sumó a apoyar a Ucrania.

No sabemos qué vaya a pasar. Putin no la tiene fácil. Está tratando de hacerse con el dominio de un país libre, de más de 40 millones de habitantes. Y lo hace con una economía bastante frágil, menor a la del estado de Texas. Las sanciones golpean duro y empiezan las presiones domésticas, como los rusos que ya están protestando a lo largo del país contra la invasión. Acosados por el caos económico que los arrebatos de su tirano están creando, los rusos van a tener que actuar lo antes posible para salvarse de una crisis profundísima. 

Todos saben cómo empiezan las guerras, pero nadie cómo van a terminar. El mundo cambió para siempre con esta invasión, sin duda. Pero las cosas también han cambiado para Putin, cuya vida se complicó notablemente ahora.

Independientemente de lo que ocurra, ya este episodio trascendió a los libros de historia. Putin quedará como un criminal de guerra, tirano delirante que creía que en pleno siglo XXI se podía tomar un país libre sin que nada ocurriera. Zelensky, en cambio, trascenderá como un hombre valiente y determinado, que mostró una altura de otros tiempos en los momentos más oscuros de su país.

Viva Ucrania, pero viva sobre todo su heroica resistencia.

Orlando Avendaño is the co-editor-in-chief of El American. He is a Venezuelan journalist and has studies in the History of Venezuela. He is the author of the book Days of submission // Orlando Avendaño es el co-editor en Jefe de El American. Es periodista venezolano y cuenta con estudios en Historia de Venezuela. Es autor del libro Días de sumisión.

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